Archivo por meses: marzo 2014

Un viejo terrorismo hispano (y II)

 

        En este ambiente tan enrarecido tuvieron lugar los célebres procesos llamados de la mano negra, que algunos autores todavía afirman que fueron una invención de la policía. Pero no. Se cometieron  en 1882 y 1883 varios asesinatos, mayormente de venteros en la zona de Jerez, acusados de traidores  a la organización y delatores de sus compañeros, a los que se sumaron otras agresiones a obreros resistentes a la afiliación anarquista, mayormente durante los meses de mayo-septiembre de ese segundo año. Se abrieron entonces los correspondientes procesos, que terminaron con la condena a muerte de varios acusados. Se identificó, claro, a la FTRE con las secciones clandestinas, lo que sirvió al Gobierno liberal para desmantelar toda organización sindical obrera. Resoluciones de congresos anteriores se interpretaron como manifiestos de la mano negra. La comisión ejecutiva federal se desentendió de los verdaderos acusados y criticó valientemente sus crímenes, pero sirvió de poco. El III congreso, celebrado en octubre de 1883, nombró una nueva comisión ejecutiva federal, con sede en Valladolid, mas no pudo evitar el retroceso general de la organización. La FTRE fue ilegalizada en enero de 1884 por el nuevo Gobierno conservador de Cánovas. Entre los varios intentos de reorganización, al rebufo de las movilizaciones en favor de la jornada de las ocho horas de trabajo diarias y de la incipiente fiesta del Primero de Mayo, se creó una oficina de coordinacion de iniciativas sindicales y societarias. En el congreso anarquista cosmopolita de Berlín, en 1885 -año del reparto colonial de África entre las potencias europeas- dominaron los grupos partidarios del comunismo libertario, mayoritarios en Andalucia y Cataluña, por el que se inclinaron los maestros Soledad Gustavo, Fernando Tarrida del Mármol y el veterano Anselmo Lorenzo.  La mayor oleada terrorista española llegó en los primeros años noventa, con el asalto de varios grupos de campesinos a la ciudad de Jerez, en enero de 1892, tras un recorrido de propaganda revolucionaria por Andalucía del anarquista italiano Enrico Malatesta en compañía del español Pérez Esteve, al que siguió, en fechas sucesivas, una serie de atentados, coetáneos de los cometidos en Francia: bomba de Paulino Pallás contra el capitán general Martínez Campos en la Gran Vía de Madrid, en septiembre de ese año; bombas de Santiago Salvador en Teatro del Liceo de Barcelona, en noviembre siguiente, con el resultado de 22 muertos, 35 heridos y 6 ejecuciones capitales; bombas contra la procesión del Corpus Christi en Barcelona, junio de 1896, con 12 muertos y 44 heridos, a las que siguieron los célebres Procesos de Montjuich, con 400 encausados y la ejecución de 5 anarquistas; asesinato del presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo, en el balneario de Santa Águeda (Guipúzcoa), agosto de 1897, por el anarquista italiano Michele Angiolillo, como protesta por los susodichos Procesos. Atentados que atrajeron el interés internacional y que fueron acompañados por otros muchos atentados menores, violencias y venganzas de todo género, sobre todo en la provincia de Cádiz y en la ciudad de Barcelona.- Son páginas muy desconocidas de nuestra historia, mucho más que las de los años del pistolerismo patronal y anarquista de Barcelona, 1919-1923, de los violentos años de la Segunda República, de la guerra civil y de la represion franquista. Si los sumamos a la terrible guerra colonial en Marruecos en las tres primeras decadas del siglo XX; las guerras civiles del XIX; la guerra de la independencia y de la Convención, del XVIII-XIX; las guerras del Imperio, que van del XV al XVIII; la anterior y secular guerra contra el moro… nos da una historia bélica y violenta casi ininterrumpida, que viene a completar en nuestros días el atroz terrorismo del GRAPO y de ETA, con sus terrorismos de respuesta, GAL y sus precedentes parapoliciales. Conviene tener claro este cuadro para entender y valorar nuestro, a pesar de todo, actual período de paz, el más largo de nuestra historia, en el que podemos aprender mejor las lecciones de la misma.

Un viejo terrorismo hispano (I)

 

        Tras el fracaso de la I República y de los alzamientos cantonales, y tras la represión-deportación de muchos internacionalistas, miembros de la bakuninista Federación de la Región Española (FRE) de la ATI (Asociación Internacional de Trabajadores), el IV congreso de la misma (1874) decidió pasar a la clandestinidad y estrenó un nuevo modelo organizativo: se convirtió en una organización anarquista revolucionaria. El congreso proclamó como un deber las represalias, mientras se trate a los trabajadores como fieras y se les nieguen los derechos. El periódico Las represalias, fundado en mayo de 1874, no tenía otro fin. El próximo congreso de Verviers (1877), a instancias del revolucionario italiano Malatesta, teorizó una estrategia de golpe de mano internacional como alternativa al fracaso de la política sindicalista, que había dominado  en la AIT a partir de 1869. El año 1878, una primera oleada de atentados contra reyes y emperadores en Italia, Rusia, Alemania y España, conmovió a toda Europa. El 25 de octubre de ese año, un tonelero catalán internacionalista atentó en Madrid contra Alfonso XII, alentado por el atentado cometido en Alemania contra el emperador. Otro obrero gallego, de 19 años, llevó a cabo una acción similar, también frustrada. El zar Alejandro II fue asesinado en 1881 en San Petersburgo. El nihilismo ruso dominaba las filas de choque anarquistas  y revolucionarias, y lo hicieron suyo en el congreso de Londres, ese mismo año, los líderes ddel anarquismo internacional: Kropotkin, Malatesta, Merlino o Luisa Michel. Los incendios premeditados de los años anteriores en la Baja Andalucía (Jerez, Arcos, Cádiz…) se intensifican, a la par que otras violencias, sobre todo en poblaciones andaluzas y en la Huerta valenciana. Escépticos ante cualquier evolución de la situación política, se confíaba sobre todo en la actuación directa de una mano activa y clandestina como elemento central de un nuevo movimiento revolucionario. Tras el triunfo, en 1881, del partido liberal de Sagasta, se creó, inspirada desde Barcelona, la nueva Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), que celebró dos congresos y editó La Revista Social como su órgano oficial. Se trataba de retomar el sindicalismo internacionalista y colectivista, incorporando a su programa una inédita reforma agraria que se contrapusiera a las desamortizaciones burguesas anteriores, por medio de la propaganda social y la gestión colectiva. La militancia sindicalista se había desplazado, en buena parte, de Cataluña a  la subdesarrollada Andalucía. La lucha sindical, impulsada por la nueva FTRE, se extendió con éxito por toda la región andaluza y se multiplicaron los contratos colectivos, sobre todo en los años 1882 y 1883. Pero la vieja FRE, ya muy minoritaria, no se dio por vencida y continuó clandestinamente activa en Cataluña y Andalucía occidental,  reanudando y recrudeciendo los asaltos a fincas y propiedades varias, los robos e incendios, llevados a cabo por los clandestinistas, llamados perturbadores por la FTRE, que fueron exlpusados de la organización.

“Paréceme este modo de oración unión….”

 

              Paréceme este modo de oración unión muy conocida de toda el alma con Dios, sino que parece quiere Su Majestad dar licencia a las potencias para que entiendan y gocen de lo mucho que obra allí. Acaece algunas y muy muchas veces, estando unida la voluntad (para que vea vuestra merced puede ser esto y lo entienda cuando lo tuviere; al menos a mí trájome tonta, y por eso lo digo aqui), vese claro, y en mucha quietud está sola la voluntad, y está por otra parte el entendimiento y memoria tan libres, que pueden tratar en negocios y entender en obras de caridad. Esto, aunque parece todo uno, es diferente de la oración de quietud que dije -en parte- , porque allí está el alma que no se querría bullir ni menear, gozando en aquel ocio santo de María; en esta oración puede también ser  Marta (ansi que está casi obrando juntamente en vida activa y contemplativa) y entender en obras de caridad y negocios que convengan a su estado, y leer, aunque no del todo están señores de sí, y entienden bien que está la mijor parte del alma en otro cabo. Es como si estuviesemos hablando con uno, y por otra parte nos hablase otra persona, que ni bien estaremos en lo uno, ni bien en lo otro.

(Santa Teresa de Jesús, Vida, 17- 4)

Últimos aforismos

 

–  No existe el statu quo. Sólo el status quo.

– El sufrimiento por las causas nobles no resuelve directamente nada, aparte su contribución al misterio de la comunión de las cosas santas (communio sanctorum). Pero forja, mejor que cualquier acción positiva, la  genuina identidad humanista del hombre solidario.

– Ahora entiendo por qué tantos delincuentes dicen tener la conciencia tranquila: ¡Es que no tienen conciencia (moral)!

“La caridad degollada”

 

        El muy interesante trabajo del historiador Isidro Sánchez Sánchez sobre “Propaganda de ideas en la España del siglo XIX”, dentro del libro colectivo Movimientos Sociales y Estado en la época contemporánea, es un repaso general y somero a la prensa de todo género en torno a la cuestión social y benéfica, de muy distinto cariz: católica, republicana, socialista, anarquista…, con unos breves trazos sobre  su origen, duración y significación. Pero no deja de ser curioso que de las pocas y breves citas que recorren el estudio, una de ellas sea la arrancada del extraño artículo “La caridad degollada”, publicado en la revista sevillana integrista, La Cruz, año 1856, que reza así: Si para recomendar hoy la misericordia y la caridad, los sacerdotes, los escritores públicos, los magistrados y los padres de familia han de ser ingenuos, claros y explícitos, habrán de decir en términos análogos lo que no puede ocultarse a los que vivimos en este siglo, y es: Pueblos, los bienes de este mundo quiere Dios que se distribuyan con desigualdad, para que los que los posean ejerzan la misericordia socorriendo a los que no tienen, y que éstos vivan sumisos a sus bienhechores, formando así los lazos que unen a los hombres en sociedad. Otra cita proviene del Boletín de la Sociedad San Vicente Paúl de España (1856-1867), en el que se recogen unas frases  del discurso del presidente de dicha sociedad sobre las ventajas de la limosna espiritual sobre la material, en estos extravagantes términos: El pobre que recibe en el Sacramento de la divina Eucaristía el Santísimo Cristo de Jesús, ¿a qué rico podrá envidiar?; ¿qué limosna podrá recibir que admita comparación con ésta? La caridad verdadera, objeto único de esa sociedad, es la Caridad basada en la Fe, el amor puro, el mismo Dios, pues Dios es esta Caridad. Y ahí terminaba la cosa.- Seguro que el autor podía haber elegido, de entre las numerosas revistas católicas de todo el siglo, algunas frases más evangélicas que las anteriores. No. Ha elegido dos de las más grotescas, cosa que no ha hecho con otra prensa, anticlerical, comunista, anarquista… La intención está clara. Pero tampoco él las ha inventado. Durante ese siglo, y durante los dos siguientes, ha habido muchos católicos que podían haber escrito esas torpezas o hacerlas suyas.

La Transfiguración del Señor

 (Segundo domingo de Cuaresma, Mat 17, 1-9)

 

En el monte Tabor, el nuevo Sinaí,

es decir, en la bella parábola

del docto pedagogo evangelista,

Jesús de Nazaret aparece delante

de Pedro,  Santiago y Juan,

como el nuevo Moisés:

el rostro luminoso como el sol,

los vestidos de nieve perpetua.

La Ley y los Profetas

-Moisés y el viejo Elías-

le acompañan,

porque Él viene a darles cumplimiento.

Tan grato y confortante es el prodigio,

que hasta Pedro se siente capaz

de hacer allí tres tiendas:

una para Jesús

y  sólo otras dos para sus huéspedes.

De repente,

en la nube de Dios, que de gloria los envuelve,

la recia voz divina proclama a todo el mundo

el amor a su Hijo predilecto

que ha venido a este mundo.

Tan recia es esa voz,

que Pedro, Santiago y Juan

dan con el rostro en tierra,

teblorosos de miedo

-¡Oh, poder del Terrible y Fascinante!-,

hasta que el Maestro y el Amigo

-¡Humanidad perfecta y cotidiana!-

los hace levantar

y le ven sólo a Él

como era un rato antes.

 

Qué hermosa la parábola

 del docto pedagogo evangelista.

Castillo de Javier

 

               La torre de vigilancia, levantada en el siglo X o en el siglo XI, pasó sucesivamente a manos de la monarquía aragonesa y de la navarra, hasta que llegó en 1236 a la familia de los Sada, antecesores de Fancisco de Javier (1506-1552). En torno a la torre de San Miguel fueron alojándose las habitaciones de la vivienda y los diferentes servicios del fortín. Por orden del cardenal Cisneros, que castigaba así la militancia agramontesa de los Jaso, fueron arrasados en 1516 los muros exteriores, desmochadas las torres, cegados los fosos, arrancado el portalón e inutilizados matacanes y saeteras. Tres años antes, el palacio de los Olloqui, hoy vacío y maltrecho, donde vivían la tía Margarita de Jaso y sus hijos, aguerridos agramonteses, fue confiscado por el duque de Alba y entregado a un señor castellano. Tras desafortunadas restauraciones y añadiduras, en los últimos decenioa, se ha devuelto al viejo castillo gran parte de su antiguo estado y estilo, gracias, entre  otros, al  buen P. Recondo.  Todo en él y en sus aledaños es recuerdo vibrante de la célebre familia navarra Jaso y Azpilcueta, y sobre todo del santo jesuita, patrono de las Misiones y de Navarra, que de aqui saiió para no volver, camino de la universidad de París, un día de septiembre de 1525. La vieja fortaleza, por la que se ha distribuido un pequeño museo de pintura y escultura religiosa, guarda en la torre del Cristo, dentro de una estrecha capilla con pinturas murales sobre la danza de la muerte, el Crucifijo tardogótico, venerado por la familia del santo y por las generaciones posteriores. Las peregrinaciones a Javier, que comenzaron en 1886, se organizaron oficialmente desde 1940, con el castizo nombre de Javieradas. Muchos miles de personas, la inmensa mayoría a pie, participan a primeros de marzo en las dos marchas (cuatro días de hecho) más multitudinarias y plurales de todo el año en Navarra. Reto de iniciación y de brío juvenil, de esfuerzo de madurez, de alegre y activa religiosidad penitencial y misionera.- De las Indias tenemos nuevas -escribía Ignacio de Loyola desde Roma, veintiséis meses después de la muerte del jesuita navarro- y hemos savido de cierto del tránsito del P. Maestro Francisco a la eterna gloria.

El factor económico y la historia

         El tipógrafo madrileño Juan José Morato Caldeiro (1864-1938) fue uno de los pocos intelectuales socialistas salidos de la clase obrera. Entró en el partido socialista en 1882; fue uno de los primeros redactores de El Socialista desde su fundación en 1886 y su administrador desde 1889 a 1901. Escribió varios libros sobre la historia del socialismo español -fue durante muchos años sus mejor historiador- y tradujo varias obras de socialistas europeos para la Biblioteca Socialista que él dirigió. Fue miembro del Comité Nacional del PSOE y ocupó varios cargos sindicales, como la presidencia de la Federación Gráfica Española. Por haber aceptado en 1903, sin ser propuesto por las organizaciones obreras, hacerse cargo de la seción de industria de la Dirección general del ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, fue expulsado de la Agrupación Socialista Madrileña, a la que volvió tras proclamarse la Segunda República,  y se movió en el sector besteirista. Fue también regente de la imprenta de la Casa de la Moneda. Colaboró durante toda su vida en varios diarios madrileños y de toda España, y en varias revistas, de carácter obrero y burgués. Gran lector, estuvo siempre atento a la evolución del socialismo. Ya en 1895 escribía a Miguel de Unamuno que había pasado de creer que las condiciones económicas fueran el exclusivo agente de todo el proceso histórico a creer que eran el principal agente, pero no el único. Seis años más tarde, escribía en el diario El Noroeste, de Gijón, párrafos tan lúcidos como éstos: Séannos permitidas unas afirmaciones de carácter general, recogiendo conceptos de Engels, que son verdaderamente esenciales: “El factor económico no es él único determinante de la historia”, y agreguemos que no es tampoco el único determinante de los movimientos de reivindicación. La superestructura determina con frecuencia la forma de la marcha en las luchas históricas, y otro tanto puede decirse también de los movimientos de reivindicación; en suma, el materialismo concede importancia a los fenómenos puramente espirituales y a veces importancia decisiva. Yerran, pues, los que dan al materialismo marxista un alcance cerrado y aun “grosero” que no tiene, y tanto yerran, que ciertos fenómenos no tendrían explicación con tal criterio, aunque, en fin de cuentas, a él haya que acudirse no pocas veces. Pasa con esto que algunos discípulos de Marx han generalizado demasiado atrevidamente , y que se ha tomado las generalizaciones como si fuesen teoría formulada por el maestro. Por el contrario, el tal materialismo (…) es en su aplicación lo menos materialista que pueda darse, y con tal criterio sí que están conformes genuinos y profundos representantes del marxismo, los más ilustres y concienzudos discípulos de Marx.

El verso suelto de Renzi

          Matteo Renzi, el joven ex militante democristiano, pasado al Partido Democrático,  formado en su mayor parte por excomunistas; el hiperactivo alcalde de Florencia; después intrépido secretario general de su partido -famoso por su autocaínismo- y, finalmente, decabalgador de su colega, el annterior presidente del Gobierno italiano, Enrico Letta -que le traspasó, sin mirarle siquiera, la campanilla del poder-, sigue actuando como un verso suelto europeo en la presidencia italiana, con sorpresa e irritación de muchos, pero hasta ahora con el voto mayoritario de los suyos. Como si no bastase haberse entendido con el apestado Berlusconi, aun antes de llegar al Gobierno, para acordar entre ambos la reforma de la ley electoral, ahora acaba de conseguir aprobarla en la Cámara de los Diputados, con el fin de asentar el bipartidismo o de evitar, al menos, el multipartidismo, que ha hecho ingobernable muy a menudo la vida política italiana. Y, mientras endilga a los diputados la difícil reforma laboral, en una Italia ahogada por una deuda pública del 133% del PIB, pero con un déficit público del 3% (el español asciende al 6´5%), Renzi ha rebajado los impuestos directos a trabajadores y empresas y, contra lo que le exige la Comisión Europea, no piensa proseguir con el recorte del déficit, más preocupado como está por reactivar el crecimiento. Y esperando que un Parlamento incierto batalle con lo más grueso de la reforma, él limitará por decreto la duración de los contratos temporales (tres años) y simplificará los contratos de aprendizaje.- Con varios ministros que colaboraron en el gabinete de Berlusconi hasta anteayer, este condottiero florentino parece llamado a las más altas empresas y a imponer por las bravas democráticas todas las reformas juveniles posibles. Pero en Italia, país de condottieros, la forza del destino es más imprevisible que en cuaquier otro lugar.

En la estación de Anayet

 

En la estación oscense de Anayet

– el Hermanito-

he visto,  esta tarde soleada de marzo,

el pórtico del cielo,

celebrado

por revuelos de ángeles y arcángeles

veloces

y jocundos.

 

Subían y bajaban,

en seguras telesillas,

las almas de los justos.

Todo era

sereno, elevado, reverente.

Esplendía la nieve, bruñida y contagiosa

arrebatándonos

los cinco sentidos corporales.

 

Bendecidos,

los picos, los collados, las sierras, los ibones,

las gleras y los garmos, los puertos y arroyeras,

quebradas y barrancos,  y el río de las nieves

bendecían gozosos al Señor.