Archivo por meses: marzo 2014

Sobre el 11-M

Alegrémonos, por fin, de que las tres Asociaciones de víctimas del terrorismo del 11-M hayan fraternizado en actos comunes, civiles y religiosos, celebrando su cercanía, afecto y solidaridad en el décimo aniversario de aquella infausta fecha. Las dos figuras más polémicas, Pilar Manjón y Ángeles Pedraza, harían bien en medir sus palabras de ahora en adelante, pues, si han tenido que sufrir la maledicencia y la grosería de algunos, ellas también debían haber callado la boca en algunas circunstancias. Y alegrémonos de que Fernando Reinares, uno de nuestros mejores especialistas en terrorismo de todo tipo, haya escrito un libro esclarecedor, acabando de iluminar algunas tinieblas y dejando para el basural del descrédito la teoría de la conspiración. Él ha probado suficientemente el origen de las tres células yihadistas (la tercera, de delincuentes comunes, convertidos en yihadistas), coautoras del excidio, y ha fijado la fecha de la decisión de llevarlo a cabo, muy anterior a la  de las elecciones del 15 de marzo y a la de la guerra del Irak, así como coincidente con la del dia 11, en recuerdo del 11 de Septiembre neoyorkino. El libro de Reinares curará tal vez a algunos, que parecen incurables, de la triste enfermedad del fanatismo, aunque no sea el yihadista.

El río Arga entre hayas

 

 

El río trae sus aguas                                                                                                                     entre las hayas de nieve.

Las hayas se quedan quietas.                                                                                                        Las aguas corren alegres.

Pero las hayas también                                                                                                                     se van y después se vienen.

El río lleva sus aguas                                                                                                                      entre las hayas de nieve.                                                      

Museo de la Rioja

 

Si el día primaveral de marzo era propicio para pasear por el Parque fluvial del Ebro, que acababa de volver a sus cauces habituales, o para tomar un café en los porches del Espolón, después de comer en la calle San Agustín, lo era también para visitar por vez primera el Museo de La Rioja, que siempre veíamos cerrado en la vecina  plaza también de San Agustín.  Se abrió por fin hace seis meses, instalado en el dieciochesco Palacio de Espartero -donde nuestro Regente vivió con la logroñesa Jacinta Martínez de Sicilia tras su retirada de la politica, en 1856- y en el edificio adjunto levantado el año 2003. Todo es nuevo y esplendente. Para ir bajando por las escaleras de los siglos, subimos a la planta tercera, en la que  nos encontramos con un breve y bello museo etnológico de la región, contigua a la nuestra, donde nos entretenemos un buen rato, recordando las casas y pueblos de nuestra niñez y juventud, hasta ayer como quien dice: devociones populares, agricultura, oficios, costumbres, vivienda rural… Entramos luego en las salas de pinturas y retratos que, como al resto de España, llegaron a Logroño, en el primer cuarto del siglo XX, procedentes de los Exposiciones nacionales de Bellas Artes en Madrid, instituidas ya en 1856: retratos (Espartero, Amós Salvador…), temas religiosos, históricos, costumbristas, paisajísticos… Y de pintores riojanos, como Sacristán, Barruso, Crespo o Daniel González, que tuvieron que vivir y hacer su obra fuera de su tierra. Vemos desde un vano interior  y superior el mayor tesoro del Museo, las luminosas tablas de San Millán, que contemplaremos después, más de cerca.  Seguimos, ya en la segunda planta,  por las tres salas del Barroco, que guardan pinturas de las escuelas de Francisco Ribera, Alonso del Arco, Alonso Cano, o Rubens, enviadas por riojanos que vivían en la Corte o en puestos de la Administraciòn del Imperio, y otros cuadros arrancados por la Desamortización a los conventos riojanos, como el de San Francisco, de Calahorra, o el de la Trinidad, de Logroño. Las salas, de la 10 a la 15,  acogen algunas de las obras más conseguidas del Museo, pinturas y sobre todo esculturas del tiempo del Renacimiento. Pero en esto que suena el aviso del cierre, y terminamos acercándonos a un San Francisco, del Greco, dejando para otro día el egregio espectáculo  de las esculturas de los retablos de Oteruelo, Galbárruli y La Estrella…. y el resto de la planta segunda y toda la planta primera.- Un precioso hallazgo en este centro histórico de la capital de La Rioja, abarrotado a estas horas en torno a los vinos locales y a las delicias gastronómicas, que son, al parecer, las pinturas y esculturas preferidas por el paisanaje local,  e incluso forastero.

Tentaciones en el desierto

 

(Primer domingo de Cuaresma, Mt 4, 1-16)

 

Adversario y gran Calumniador

– que ahora llamamos Mal

y antes era el Maligno-,

tentó muchas veces a Jesús de Nazaret

al comenzar su campaña

por el Reino de Dios.

El afán de las cosas,

necesarias o no,

de este mundo:

Haz que estas piedras se conviertan en pan.

El soberbio deseo de exceder

la condición humana:

Tírate abajo del alero del templo.

El dominio señorial

sobre todos los hombres y  los pueblos:

Todo esto te daré si, postrándote, me adoras.

 

Pero el Hijo de Dios, el Enviado

y amado por el Padre celestial,

 impulsado por el  recio

viento del Espíritu

tiene misión más alta que cumplir:

amar a Dios de todo corazón

y con toda su alma

y con todas sus fuerzas,

por encima de toda posesión

y de toda autoestima

y de todo el poder

habido y por haber sobre la tierra.

Al servicio de los hombres sin bienes,

sin falsas pretensiones,

sin  dominios de unos sobre otros.

 

Y Jesús de Nazaret salió triunfante

de toda trampa demoniaca.

Dejó entonces su aldea

y se fue a Cafarnaún

 a iniciar la campaña del Reino de Dios.

Una luz apacible amanecía

sobre un pueblo que habitaba en las tinieblas

y entre sombras de muerte.

 

 

Las cuatro fases entre la muerte y la vida

Según nuestra ya conocida Elisabeth Kübler-Ross, tras sus experiencias con miles de enfermos moribundos y vueltos a la vida después de horas en coma, la muerte ocurre en fases distintas: 1ª: las personas salen flotando de sus cuerpos, como las mariposas de sus capullos; 2ª: en un estado de energía  espíritual,  vuelan a visitar, llevadas por sus ángeles, a sus  familares y amigos vivos y muertos; 3ª: por un puente, una puerta de paso, un túnel…, pasan a una luz brillante, que les llena de fuerza, amor y entusiasmo: para unos Dios, para otros Cristo o Buda; 4ª, ante Dios o la Fuerza Suprema, y experimentando la unicidad, la totalidad o integración de la existencia, hacen una revisión completa de sus vidas y ven con claridad sus repercusiones en otras personas, incluso desconocidas, y a la vez todas las posibilidades no llevadas a cabo en su existencia. Estado que, para la autora, sería el cielo o e infierno, o ambos a la vez, y que yo considero más bien el estadio, que en muchas culturas se llama Juicio final personal: En esta fase se les preguntaba a las personas: ¿Qué servicio has prestado? (…) Ahí descubrían si habían aprendido o no las lecciones que debían aprender, de la cuales la principal y definitiva es el amor incondicional.- Ojalá fuera cierto todo este proceso que Kübler-Ross -la médico humanista más preocupada quizás por la suerte de los moribundos que ha existido en nuestro planeta- no se inventó, sino que recogió de las miles de experiencias con personas que aparentemente habían fallecido en  sus casas y hospitales , y habían vuelto más tarde a la vida consciente.

Ni a la tercera va la vencida

 

En la entrada más breve que hecho desde 2006, expresé ayer el alivio que sentí y que sentimos muchos ante la decisión, demasiado tardía, de la comisión ejecutiva del PSOE para solventar, de mala manera, el disparate navarro. La propuesta de moción de censura, pésimamente propuesta, ha sido un gran desacierto, y es la tercera vez que el PSN-PSOE desacierta tan públicamente, y siempre por la pérdida o la falsa pretensiòn del poder (del podercillo). Fue en 1996, tras el caso de la cuenta en Suiza del entonces presidente fugaz del Gobierno navarro, el socialista Otano, sin haber ganado las elecciones. Se repitió en el verano de 2007, cuando de nuevo el candidato Puras, sin haber ganado tampoco las elecciones, quiso auparse al Gobierno con la ayuda de varios grupos independentistas vascos, y tuvo que intervenir la dirección nacional del partido. Y ahora, otra vez, y es la tercera, el secretario general del PSN, expulsado del fugaz Gobierno de coalición, buscaba nuevamente el apoyo de los independentistas para una injustificada moción de censura, detenida a última hora. En la comisión gestora nombrada en 1996 para salvar los muebles, a la que algunos fuimos por puro patriotismo, lo tuvimos claro: o nos comportábamos como un verdadero partido socialdemócrata, -todavía una palabra mal sonante en Navarra-,  y, además, tan navarro, tan español y tan europeo, o más, que UPN…, o no teníamos mucho que hacer. Los que se aferraban al podercillo, que no habían ganado democráticamente, no nos perdonaron nunca, y continuó la marcha extraviada por el desierto desde 1991 hasta hoy: ¡23 años fuera del poder foral! -. Tiempo habrá de analizar muchas cosas de nuestra historia, pero quedémonos por ahora en esta doble conclusión: mientras el PSN-PSOE no arroje lejos de sí el complejo izquierdista verbal que le caracteriza en ciertos momentos y el complejo de considerar al conglomerado independentista vasco como progresista y posible compañero de viaje, no saldrá de su postración. Una postración de 27 años sin ganar unas elecciones…

Miserere mei, Deus

(Piedad de mí, oh Dios, por tu  bondad)                                                                                                                   Salmo 50

 

No invoco ahora la verdad

ni el peso atroz de mi miseria,

eso que teólogos dotados del sentido del humor

llamaron pecado original ,

el más original de los pecados,

pues no lo es en absoluto.

No invoco mi miseria.

Invoco, Dios mío,

la verdad

de tu infinita misericordia,

de tu inmensa ternura,

la mejor descripción de tu Ser.

Lávame con nieve o con hisopo

de todos mis pecados,

esa extraña e inmunda palabreja, 

que hoy en día no se puede pronunciar.

Yo no nací culpable,

no.

Yo me he hecho culpable cada día,

y este no saberme así, 

este

no querer reconocerlo

es el mayor pecado que puedo cometer.

Porque así no es posible

ni mi verdad más íntima

ni la sabiduría de tu gracia.

Y ese pecado radical

aleja tu rostro de mi rostro

 y retira de mí tu santo Espíritu.

Crea, pues, en mí, oh Dios, 

un corazón

puro

y devuélveme

ese gozo inefable

que salve mi existencia

de la nada voraz y el sinsentido.

Abre, Señor, mis labios

a confesar mi culpa radical

de no aceptar mi culpa.

Entonces,

sólo entonces,

aclamará mi lengua tu justicia,

y mi vida podrá ser

una eterna alabanza.                                                         

 

La Caja, sí, la Caja.

 

El artículo publicado ayer en DN: titulado ¿Qué pasa aqui? ¿Qué puede pasar? ha sido quizás el que más comentarios  ha suscitado, por lo que yo puedo saber; y esta vez, hasta ahora al menos, todos positivos. Sin intentar repetirlo aqui, que no es mi costumbre, pues que cada medio tiene sus contenidos propios, sí que quiero recalcar algo que los medios informativos españoles, volcados estas semanas en el caso navarro, parecen desconocer o menospreciar. Se trata de los escándalos en torno a Caja Navarra y Banca Cívica, que tres  periodistas, independentistas vascos por más señas, se han encargado de recopilar, interpretar y difundir en un libro, El Banquete, editado por una editorial del mismo cuño político. Con libro o sin libro, sin todo ese basural el Gobierno foral y su partido no estarían hoy tan debilitados y desprestigiados, y el primer partido de la oposición podría tener alguna posibilidad de recambio, como tradicionalmente ha ocurrido en Navarra desde el año 1979, siempre que el partido en el poder ha sufrido un grave deterioro. A los dos partidos mayoritarios, participantes de hoz y coz en los chandríos de la Caja Navarra-Banca Cívica, se unen también otros políticos navarros, desde la izquierda comunista a los partidos nacionalistas vascos, algunos de cuyos representantes se han sentado, con todos los honores y honorarios, en los Consejos de administración de la Caja-Banca. Todos ellos han quedado tocados, quemados, abrasados, y casi extinguidos para un futuro político inmediato normal. Cosa que no reconocen ni quieren reconocer, mientras juegan a ritos y procedimientos, que en otra situación podrían tener algún sentido, pero que ahora están vacíos del mismo. Podemos decir, pues, resumiendo, que la Caja ha sido la verdadera caja de los truenos para la polìtica navarra. La caja de Pandora de donde salió el mal del descrédito de nuestros políticos actuales.- Nos queda el triste consuelo de poder votar, dentro de unas semanas, entre lo malo y lo peor, entre la desgracia y la desdicha. En tres ocasiones, nos salió al paso, en la última historia política del Viejo Reyno, un nuevo partido en el momento en que el anterior partido gobernante había terminado su función: UCD (1979); PSN-PSOE (1983); UPN (1991). Ahora tendremos que suplir con nuestros votos -ya ni vale el voto en blanco-, con nuestra firmeza, paciencia y ánimo de futuro lo que ninguno de los partidos a la vista, por una cosa o por otra, nos puede ofrecer, al menos por el momento. Tiempos recios para gente recia.

Lo de menos

 

Es el caso que el popular y curioso Eduardo Punset, con quien coincidí unos años en el Parlamento Europeo, fue invitado hace poco a ser pregonero en la Feria del Cocido, de Lalín, en su 46ª edición. Un acontecimiento que, según el escritor catalán en castellano, concilia ocio, cultura, gastronomía y diversión. Lo que le da pie, él sabrá por qué, para decirnos, en su página magisterial de El Semanal, que es un ejemplo más de que, afortunadamente, hay vida antes de la muerte, al margen de ese dogmatismo más centrado en primar lo que sucede después. Por suerte, hoy sabemos a ciencia cierta que eso es lo de menos.- Conviene recalcar ese afortunadamente, ese por suerte y ese sabemos, tres soportes pueriles de quien, satisfecho, parece querer lanzar un desafío a la cara de alguien. Toda una muestra -en un buen profesional, que quiere aparecer objetivo, sereno y educado- de una desdichada frivolidad y de un cientifismo barato, además de falso. A la vez que toda una proclamación arrogante y literal, fuera de lugar y fuera del guión, de in-trascendencia.