Un viejo terrorismo hispano (y II)

 

        En este ambiente tan enrarecido tuvieron lugar los célebres procesos llamados de la mano negra, que algunos autores todavía afirman que fueron una invención de la policía. Pero no. Se cometieron  en 1882 y 1883 varios asesinatos, mayormente de venteros en la zona de Jerez, acusados de traidores  a la organización y delatores de sus compañeros, a los que se sumaron otras agresiones a obreros resistentes a la afiliación anarquista, mayormente durante los meses de mayo-septiembre de ese segundo año. Se abrieron entonces los correspondientes procesos, que terminaron con la condena a muerte de varios acusados. Se identificó, claro, a la FTRE con las secciones clandestinas, lo que sirvió al Gobierno liberal para desmantelar toda organización sindical obrera. Resoluciones de congresos anteriores se interpretaron como manifiestos de la mano negra. La comisión ejecutiva federal se desentendió de los verdaderos acusados y criticó valientemente sus crímenes, pero sirvió de poco. El III congreso, celebrado en octubre de 1883, nombró una nueva comisión ejecutiva federal, con sede en Valladolid, mas no pudo evitar el retroceso general de la organización. La FTRE fue ilegalizada en enero de 1884 por el nuevo Gobierno conservador de Cánovas. Entre los varios intentos de reorganización, al rebufo de las movilizaciones en favor de la jornada de las ocho horas de trabajo diarias y de la incipiente fiesta del Primero de Mayo, se creó una oficina de coordinacion de iniciativas sindicales y societarias. En el congreso anarquista cosmopolita de Berlín, en 1885 -año del reparto colonial de África entre las potencias europeas- dominaron los grupos partidarios del comunismo libertario, mayoritarios en Andalucia y Cataluña, por el que se inclinaron los maestros Soledad Gustavo, Fernando Tarrida del Mármol y el veterano Anselmo Lorenzo.  La mayor oleada terrorista española llegó en los primeros años noventa, con el asalto de varios grupos de campesinos a la ciudad de Jerez, en enero de 1892, tras un recorrido de propaganda revolucionaria por Andalucía del anarquista italiano Enrico Malatesta en compañía del español Pérez Esteve, al que siguió, en fechas sucesivas, una serie de atentados, coetáneos de los cometidos en Francia: bomba de Paulino Pallás contra el capitán general Martínez Campos en la Gran Vía de Madrid, en septiembre de ese año; bombas de Santiago Salvador en Teatro del Liceo de Barcelona, en noviembre siguiente, con el resultado de 22 muertos, 35 heridos y 6 ejecuciones capitales; bombas contra la procesión del Corpus Christi en Barcelona, junio de 1896, con 12 muertos y 44 heridos, a las que siguieron los célebres Procesos de Montjuich, con 400 encausados y la ejecución de 5 anarquistas; asesinato del presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo, en el balneario de Santa Águeda (Guipúzcoa), agosto de 1897, por el anarquista italiano Michele Angiolillo, como protesta por los susodichos Procesos. Atentados que atrajeron el interés internacional y que fueron acompañados por otros muchos atentados menores, violencias y venganzas de todo género, sobre todo en la provincia de Cádiz y en la ciudad de Barcelona.- Son páginas muy desconocidas de nuestra historia, mucho más que las de los años del pistolerismo patronal y anarquista de Barcelona, 1919-1923, de los violentos años de la Segunda República, de la guerra civil y de la represion franquista. Si los sumamos a la terrible guerra colonial en Marruecos en las tres primeras decadas del siglo XX; las guerras civiles del XIX; la guerra de la independencia y de la Convención, del XVIII-XIX; las guerras del Imperio, que van del XV al XVIII; la anterior y secular guerra contra el moro… nos da una historia bélica y violenta casi ininterrumpida, que viene a completar en nuestros días el atroz terrorismo del GRAPO y de ETA, con sus terrorismos de respuesta, GAL y sus precedentes parapoliciales. Conviene tener claro este cuadro para entender y valorar nuestro, a pesar de todo, actual período de paz, el más largo de nuestra historia, en el que podemos aprender mejor las lecciones de la misma.