Archivo por meses: enero 2014

La lucha contra el sida

El sida es una de las mayores plagas de nuestro mundo. Equivalente al negro caballo de la peste del Apocalipsis. En 2012, se calculaba en 35´3 millones el número de personas seropositivas en el mundo, de los cuales 2 millones eran menores de 15 años de edad. Ese mismo año, 1´6 millones murieron de sida en todo el planeta, un 30% menos que los 2´3 millones que murieron en 2005.  Desde 1981, más de 75 millones de personas se han infectado de VIH en todo el mundo. Alrededor de 9´7 millones se beneficiaron de los antirretrovirales en 2012, frente a los 2´9 millones de 2008. Hay, pues, progreso. Hay, pues, esperanza. Es curioso que la Iglesia católica, a la que muchos han presentado sólo como una rémora que ha frenado los avances para impedir la transmisión de la enfermedad y derrotar la pandemia  -y a veces con razón-, no sólo ha combatido en algunos lugares el uso del preservativo, sino que, sobre todo, ha estado en la línea del primer frente a favor de los más afectados, particularmente el África subsahariana, donde una de cada 20 personas está infectada de VIH, y sólo 1 de cada 4 niños infectados recibe medicación. Nos habla de todo esto un buen reportaje reciente de la revista VN, siempre en los lugares de trinchera donde se juega la suerte de nuestro próximo futuro justo y humano. Son ya conocidas mundialmente las ONG católicas que se adelantaron en Uganda, país arrasado por el morbo en los primeros ochenta: como la  famosa y madrugadora, puesta en acción por el misionero comboniano P. Joseph Archetti, convertida pronto en la llamada Reach Out (llegar a los de fuera), juzgada como “modélica” por el director de ONUSIDA. La célebre consigna, a veces objeto de rechifla, abc -abstinencia, fidelidad y condón para prostitutas y clientes-, puesta en práctica oficialmente más por pragmatismo que por razones morales en Uganada, dio sus frutos.  El año 2006, la tasa de infección había bajado del 30% al 6%, sobre todo alli donde la fidelidad de los casados y la abstinencia de los célibes eran valores consolidados socialmente, incluso entre los políganos musulmanes. Pero la cosa no paraba ahí. La campaña en favor del acceso de las personas seropositivas a medicamentos antirretrovirales de calidad a precios asequibles ha sido uno de los objetivos principales de las campañas llevadas a cabo desde el mismo Vaticano (Juan Pablo II y Benedicto XVI) hasta el último colaborador de las mismas, ante las compañías farmacéuticas y las instituciones mundiales. Otros grupos  católicos, como el caso de AJAN (red jesuita africana contra el el sida), creada en 2002, o la Comunidad de Sant Egidiio, con su red  “Dream”, creada el mismo año, que colabora con las Hijas de la Caridad en seis países africanos, son mundialmente muy consideradas. Pero apenas hay una orden o congregación religiosa en África que no tenga algún programa contra el sida, como es el caso de los Padres Blancos en su centro de Bujumbura, capital de Burundi, con un equipo de médicos, enfermeras, psicólogos, abogados, trabajadores sociales, que cuentan  con el apoyo financiera de Cáritas alemana. Leyendo algunos testimonios de quienes trabajan a pie de riesgo, nos dan mucho que pensar: como el del responsable de un centro jesuita en Centroáfrica, que nos habla de la labor global, financiera, informativa, grupos de palabra, acompañamiento, y no sólo de preservativos, en un país donde es frecuente la promiscuidad, o donde, en la misma universidad,  algunos profesores ofrecen buenas notas a cambio de favores sexuales. Por lo demás, como yo mismo pude comprobar a comienzos de los noventa en algunos paises que visité en África, la “moral” concreta y práctica ha sido éste un pequeño campo de batalla entre los más zelantes y los más audaces, o entre los más realistas y los más tradicionales: no hablo de mejores y peores. Pero ya en los primeros años de este siglo, cardenales de prestigio en el mundo entero y conferencias de obispos locales aceptaban el uso del preservativo en las parejas casadas, como una opción responsable, junto con alguna que otra opinión extravagante, como la de aquel cardenal ugandés que justificaba que una mujer no infectada  tuviera vida marital sin preservativo con su marido seropositivo… Dentro de unos pocos años, esa vieja “moral” abstracta, abstraída de la realidad, es decir, de las necesidades y del sufrimiento de la gente, nos parecerá uno de los más aberrantes errores éticos a que nos llevó la rigidez de muerte de una moral poco humana  y de una  gran infidelidad a la caridad y a la com-pasión evangélicas. Y al sentido común.

Libertad de oprimidos y opresores

Al final del oceánico libro de memorias de Nelson Mandela, El largo camino hacia la libertad, unos cuantos párrafos antológicos resumen bien toda la vida de este hombre clave del siglo XX: Durante aquellos largos y solitarios años, el ansia de obtener la libertad para mi pueblo se convirtió en un ansia de libertad para todos los pueblos, blancos y negros. Sabía mejor que nadie que es tan necesario liberar al opresor como al oprimido. Aquél que arrebata la libertad a otro es prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes de los prejuicios y la estrechez de miras. Nadie es realmente libre si arrebata a otro su libertad, del mismo modo que nadie es libre si su libertad le es arrebatada. Tanto el opresor como el oprimido quedan privados de su humanidad.- Cuando salí de la cárcel, ésa era mi misión: liberar tanto al oprimido como al opresor. Hay quien dice que ese objetivo ya ha sido alcanzado, pero sé que no es así. La verdad es que aún no somos libres, sólo hemos logrado la libertad de ser libres, el derecho a no ser oprimidos. No hemos daado el último paso, sino el primero de un camino aún más largo y difícil. Ser libre no es  simplemente desprenderse de las cadenas, sino vivir de un modo que respete y aumente la libertad de los demás. La verdadera prueba de nuestra devoción por la libertad no ha hecho más que empezar.- ¿Valen estas aladas palabras sólo para los tiempos de Mandela? ¿Sólo para Sudáfrica? ¿Acaso sólo para los paises del llamado Tercer Mundo? ¿No para todos nosotros, seamos quienes seamos, nos llamemos como nos llamemos y vivamos donde vivamos?

Otras religiones en España

Con las estadísticas nunca se sabe y nunca se acaba. Son tantas y tan distintas, que uno duda siempre y no termina de confiar en ellas. En la última que leo, procedente del CIS, un 72% de los españoles se declaran católicos, frente  a la cifra de 83´5% en 1998, y un 64´7% de ellos no asisten a los actos religiosos, lo que supone el doble de los que contestaban así en esa fecha citada. En todas las últimas encuestas son ahora muchas las personas que se declaran religiosas, pero que no son católicas. Según datos de junio de 2013, procedentes de la Conferencia Episcopal Española, los lugares católicos en España suman el 79´1% del total de los mismos (unos 23.000 espacios católicos registrados); los evangélicos, un 12% (3.446 espacios); los musulmanes, un 4´4% (1.274), y los Testigos de Jehová, un 2´4 (718). Crecen en esta lista actual los espacios evangélicos y musulmanes, y los  ortodooxos son ya 176. El turismo y la inmigración, sin menospreciar el aumento de conversiones de los mismos españoles,  están cambiando en cierta medida el mapa confesional español. Por ejemplo, son ya 1.200.000 los creyentes ortodoxos que viven en nuestro país, procedentes sobre todo de inmigrantes rumanos y búlgaros; 86.000 son los miembros practicantes budistas, y, según algunas fuentes, muchos más; crecientes son asimismo los evangélicos, que provienen de Hispanoamárica, de África, Asia y Europa del Este, que han formado sus propias “Iglesias étnicas”, un fenómenos inédito hasta ahora en España. Está claro que, según sociólogos varios, vamos hacia la llamada multirreligiosidad, incluso dentro del propio catolicismo, todavía hegemónico entre nosotros. Porque cada vez más tendemos a la individualización de las creencias, lo que comporta la tendencia a la diversidad dentro de las propias trayectorias vitales de cada uno. Lo que siempre hemos llamado, sin tantos abalorios sociológicos, la personalización de nuestra fe colectiva o sociológica, sólo que ahora en una sociedad mucho más abierta que cerrada, mucho más moderna que tradicional, mucho más variopinta que uniforme, mucho más autónoma que sumisa.

Las bolsas colgantes de Ibarra

Podrían parecer regalos de Papá Noel, del Olentzero o de los Reyes Magos, en balcones y ventanas de la bella plaza de Ibarra, un día pueblecito agrícola de Tolosaldea y hoy villa industrial y desmesurada de 4.300 habitantes, contigua a Tolosa. Pero no. En un ayuntamiento regido, con mayoría absoluta, por Bildu, señalan con descaro la protesta de la mayoría, en este punto, de los vecinos, que siguen queriendo depositar la basura en bolsas y echarlas en los contenedores actuales para la recogida hidráulica, que no padecer las bolsas colgadas de los postes frente a las casas, método oficialmente escogido por la coalición independentista. Leo ahora que en el municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid, nombre pintoresco donde los haya, la empresa aragonesa Ecohispanica cuenta desde hace tres años con una planta piloto, donde se prueba una tecnología que aspira a terminar con el problema angustioso de vertederos, colmados,  basuras contaminantes, y hasta postes y contenedores. Por el contrario, en la nueva planta se hace hervir los residuos e higienizarlos, y  se aprovecha casi el cien por cien del material para la obtención de energía, evitando al mismo tiempo los vertederos y la incineración de las basuras. Falta aún tecnología a la hora de separar algunos materiales inertes y aprovechar toda la energía posterior, pero la empresa ya ha firmado un convenio con Chile, negocia con el Estado brasileño de Sao Paulo, y se interesan por él Asturias, Torrejón o Alcalá de Henares. Quién sabe si en Ibarra la animosa oposición a Bildu en el ayuntamiento se interesará también en los próximos meses por el invento. Aunque dificil lo veo, mientras la empresa sea aragonesa y se llame, además, Ecohispánica.

Asia Bibi

Sí, todavía vive Asia Bibi, aunque muchos casi la hayamos olvidado. Poco antes de la Nochebuena, esta madre de familia católica, que desde el año 2009 está en en el corredor de la muerte, pudo recibir la visita de su esposo y de sus hijos. Pero su vida sigue corriendo peligro, porque las condiciones de seguridad no han mejorado pese a todas las peticiones al Gobierno de Pakistán procedentes de todo el mundo. En su reciente carta al papa Francisco, Bibi le dice que no tiene puerta adecuada para poder cerrar la celda y evitar el frío y la humedad; carece de calentador en su cuchitril; no tiene seguridad apropiada ni dinero para sus gastos diarios, estando lejos de su Lahore natal. Poco después de visitarla, su hija Sidra fue ingresada en el hospital para ser intervenida. La verdad es que la Navidad no ha sido tranquila en Pakistán, que figura en el quinto puesto de los países, donde los derechos humanos son más atacados, según el índice Maplecroft´s Human Rights Risk. Los casos de persecución se han multiplicado por cuatro en el último mes. El abogado de Bibi, que defiende a muchos cristianos condenados por la ley islámica antiblasfemia, ha sido amenazado, una vez más, de muerte, tras ser tiroteada su casa. Dentro de pocas semanas, algunos de los católicos españoles beneméritos que más defienden su causa van a visitar Pakistán y buscar por todos los medios ayudarle. En su carta al papa Bibi nos agradece a todos los que nos interesamos por ella y le ayudamos a nuestra manera, confiada en que Dios todo Todopoderoso la saque de la prisión. Pero en esta ocasión, Dios somos todos.

Irati

(Irati, en vascuence = helechal, es un bosque y río navarro-español-francés, pero sobre todo, aqui, es una niña de siete meses)

 

Irati,

¿que quieres

que te traigan

los Reyes?

 

Te trajeron la vida.

Te trajeron a este

mundo del siglo veintiuno,

fascinante y estridente.

Navegas ya en la historia,

viajerita de chupete,

por la ruta del destino,

sin detenerte.

La estrella se detuvo

en tu casa dos veces,

y se llenó de luz,

de luz de Oriente.

Te esperaban tus padres;

mucho más impaciente,

tu hermanica mayor

que te cela y protege.

 

Irati,

¿qué quieres

que te traigan

los Reyes?

 

Manojito de rosas

sons tus mofletes

y alhelí tu sonrisa

blanda y silente.

No necesitas nada.

Todo lo tienes,

florecida de besos,

bendecida de leche.

Babosilla traviesa,

tú sola eres

el mejor de los regalos,

el singular juguete

que reparten los Magos

más complacientes,

con el que juegan todos

los que te quieren.

 

Irati,

¿qué quieres

que te traigan

los Reyes?

 

Dejemos que el mañana

feliz te sueñe

entre ríos y helechos,

nieblas y nieves.

Hoy tus manos activas

todo lo quieren,

todo lo lo miran,

todo lo prenden.

En el suelo del mundo

vivaz te mueves,

gatita bulliciosa,

gatita alegre.

Y en los brazos del aire

ríes y creces.

Que el reino de la vida

te pertenece.

 

Irati,

¿qué quieres

que te traigan

los Reyes?

Reflexiones cristológicas: (VI) Atanasio de Alejandría

En la doctrina atanasiana del Logos es fácil constatar la influencia de sus paisanos Clemente y Orígenes, así como la huella de los estoicos tardíos, especialmente en sus dos principales obras escritas sobre la Encarnación y contra los arrianos. Es evidente su tendencia a hacer del Logos el poder que todo lo vivifica y mueve. Adopta la idea estoica del mundo como cuerpo y el Logos como alma del mismo. El alma humana es copia del Logos y hace en el cuerpo humano lo que el Logos en el cosmos. Es verdad que Atanasio asignó al alma humana una sustancia propia y afirmó su inmortalidad, pero, al considerar el ser de Cristo, se centra directamente en el Logos y en su relación con el cuerpo de aquél, en el que mora como en un templo y en toda su plenitud. Habla tan a menudo de las funciones vitales del Logos respecto de su carne, que olvida casi totalmente el alma humana de Cristo. Considera al Logos como el agente personal y real de aquellos actos decisivos para la redención: la pasión y la muerte de Jesús. Pero el Logos no puede, claro,  convertirse en sujeto físico de la pasión. Nos damos de bruces aqui con el verdadero problema de la cristología atanasiana. El campeón de Nicea, a cuyo concilio acudió como diácono del obispo Alejandro, y por cuya causa sufrió hasta su ancianidad cinco destierros impuestos por cuatro emperadores, tuvo que buscar en la humanidad de Cristo el sujeto del sufrimiento, como escudo protector de la divinidad inviolable, y hacer  de su carne el soporte físico de procesos que tienen su sede natural en el alma. Por eso Atanasio no llegó, por ejemplo, a la idea de un saber humano, de un conocimiento humano limitado en Cristo. También entendió la muerte de Jesús como una simple separación del Logos del cuerpo, sin que el alma ejerciera función alguna. De todos modos, para el batallador obispo de Alejandría (328-373), el texto del evangelio de Juan 1, 14, fue el enunciado cristológico fundamental: La Palabra (Logos) se hizo hombre, no sólo vino a un hombre. El énfasis en la unidad de Cristo es la tendencia básica de su cristología. Su modelo se mueve entre “hacerse hombre” y “habitar en la carne”. Cuando recurre al término  “asumir”, se apoya en Flp 2, 7, como se apoya en Col 2, 9, al utilizar la metáfora de la “inhabitación”. La unidad de Cristo es una unidad tensa, en la que tiene que considerar la unidad y dualidad en diferentes perspectivas, que el teólogo y apologista alejandrino no puede aclarar del todo con los recursos lingüísticos y conceptuales de su tiempo, teniendo que esforzarse en conseguirlo por medio de paráfrasis.

Últimos aforismos

 

– La reinserción  en la sociedad de los criminales excarcelados  es positiva siempre que esa sociedad no haya hecho suyos los motivos de sus crímenes.

– La librería hace libres.

– Los que creen que  el aborto es un derecho humano universal tienen que creer que el suicidio es es el primero de ellos (Cada uno hace de su cuerpo lo que quiere). Pero no, estas dos acciones del hombre son excepciones, no derechos constantes en cualquier lugar del mundo.

Un notición

Un notición, en el sentido de muy  buena notricia, son las últimas cifras que nos la DGT sobre el descenso de los accidentes mortales de tráfico, aunque todavía sean demasiados. Una de esas noticias es que durante el año pasado, pasaron 29 días sin accidente alguno, toda una marca. Y sobre todo, que desde 1960, cuando había en España poco más de un millón de coches, por cada 10.000 de ellos había 9 muertos en accidentes de  tráfico, mientras que en 2012, con 31 milllones de automóviles, sólo un 0´004: un descenso de un 96%. Como todo el mundo sabe, los progresos de la ciencia y de la técnica con mejores carreteras y  mejores coches; la mejor preparación de los conductores; el mayor celo y vigilancia de la Administración, con normas mucho más severas (alcoholimetro, rádares, carné por punrtos…), e incluso el mayor aprecio a la vida propia y a la del prójimo, nos ha traído este regalo que, antes que estadístico, es un regalo navideño a toda España, que está dejando de ser trágica también en este aspecto. Este descenso de la autoviolencia (munca mejor dicho) y de la violencia en las carreteras y carretiles, es un avance inmenso de la educación, del esfuerzo, de la ciencia y la técnica, de la sociedad y del Estado. Un avance civilizador.

Vana es la palabra…

 

Vana es la palabra del filósofo que no remedia ningún sufrimiento del hombe, escribió Epicuro. Sufrimiento del alma, quiso decir. Lema que debieran imponerse como propio no sólo los filósofos, sino todos los que se dedican al arte de la palabra.