Archivo por meses: octubre 2011

Final de ETA como banda

Tengo en la cabeza dos versiones complementarias tras leer la Declaración tramposa y gloriosa de la banda terrorista, prologada por la Declaración de Ayete, en la que se ve obligada a anunciar el final definitivo de la actividad armada: 1 (versión positiva): Hemos ganado la batalla a ETA y a su causa. Esperamos ahora, en la nueva etapa política, convencer a la mayoría de navarros, vascos y españoles en general de la vigencia y bondad democráticas de nuestros principios y de nuestros valores. 2 (versión crítica): Una banda terrorista, derrotada militarmente, apuesta, con la más solemne de las escenificaciones y con el lenguaje tramposo de siempre, por la victoria de su extenso brazo político en Euskadi y Navarra.

Saneamiento financiero

Coinciden los más sagaces economistas en que la primera medida de reforma económica tanto en España como en el resto de Europa debe ser el saneamiento del sistema financiero. Allí donde comenzó la crisis allí debe comenzar el remedio. La Comisión Europea ha diseñado ya algunas de las correcciones del mismo sistema, incluidas las sanciones de quienes infrinjan las nuevas normas, que necesitan todavía un amplio consenso, lo que se antoja complicado. Pues todo será inútil o, al menos, mucho menos útil, si a la moneda única  no se  le completa y protege en la Unión con  una política económica única, incluida una adecuada política fiscal. De todos modos, hasta ahora los señores financieros, al menos en España, parecen ajenos a cualquier responsabilidad. Si rarísimo es, como se dice desde hace muchos años entre nosotros, ver a un banquero en la cárcel, tan raro sigue siendo que los responsables de los disparates, desmesuras y hasta infracciones cometidos en los bancos y en las cajas de ahorro, se vayan de rositas, con muy contadas excepciones, y sólo queden en la memoria colectiva los nombres de los políticos que quebrantaron o desbordaron la ley. Ahora mismo, cuando en Navarra todo el mundo habla del escándalo de las muchas y abultadas comisiones cobradas, los últimos años, por los politicos en varias empresas públicas, pero sobre todo en la Caja Navarra-Banca Cívica, nadie menta siquiera los nombres de los directivos de esa Caja y de esas empresas. Donde hay unos seducidos o abducidos, ¿no hay siquiera un seductor o un abductor? Donde hay una corrupción o corruptela -por blancas que se llamen- ¿sólo los que cobran son corruptos? ¿No los que pagan?

Don Torcuato

No es este cuaderno de bitácora un lugar de notas necrológicas, ni pienso en este caso hacer una de ellas. Más bien, tiene que ver con mi vida, con una de las necrosis de mi vida. Es el caso que ayer, al abrir la páginas de las esquelas fúnebres, me encontré con que había muerto don Torcuato. Se me había muerto don Torcuato, a los 94 años. Le conocí en sus enérgicos y activos setenta en la parroquia a la que pertenezco y él pertenecía en su casa de Pamplona.  Había yo leído su nombre al pie de algunas cartas publicadas en DN, especialmente contra la banda  terrorista ETA. Nacido en una familia muy carlista de Arraiza, fue capellán castrense por esos mundos de Dios, hasta que se retiró en Pamplona. Un día, cuando aún estaba yo en el Parlamento Europeo, se me vino a casa sin previo aviso, le recibió mi madre y pasamos a mi despacho. Venía a traerme la carta que le había escrito el arzobispo de Pamplona prohibiéndole escribir en los periódicos. Le animé entonces a que, si no podía hcer otra cosa, escribiera con seudónimo. Según él, al prelado le había disgustado una carta que había escrito contra el obispo Mons. Setién. Seguimos viéndonos. Llegó el dia en que ya no le ví en el altar, sino en los bancos de los fieles. Se puso  después enfermo. Se recuperó. Algunos días, paseamos por los glacis tomando el sol o la sombra. Oía con regularidad a don Federico en la COPE  de entonces y le ponía a cien. Yo le quitaba hierro a lo que él oía y le recomendaba que oyera también otras emisoras. Dejé una  temporada de verle y llamé a su casa. Se había retirado a su pueblo natal , donde solía pasar los veranos y las navidades, y estaba allí con sus sobrinos, contento. Prometí ir a verle. No fui. Pasaron los meses y los días. Hace unos meses, recordándole al pasar por los  mismos glacis y al estar en la misma iglesia, hacía propósito de llamarle a su casa del pueblo. Una y otra vez. Un día y otro. Y nada. Se me olvidaba al llegar a  mi   casa. Hasta que he visto su esquela.  Dios mío, qué disgusto y que humillación. ¿De qué sirve rezar en su recuerdo, si uno no es capaz de acordarse de llamar por teléfono? ¿De qué sirve siquiera ir al funeral después de esa falta de responsabiidad? No es, la verdad, la primera vez que me pasa. Pero cada vez me pesa más. Para colmo, por problemas de agenda, como dice la gente importante, no he podido ir al funeral ni puedo ir al que se celebre en nuesta parroquia en un día proximo. Así que sin saber qué hacer con la rabia que tenía, y que tengo siempre  que me viene a la memoria don Torcuato, no he tenido más remedio que dejarlo ecsrito aqui. A pesar de que soy  del todo remiso a convertir esto en un diario intimo. Y tampoco en una necrológica, porque no acabaría. Parce mihi, Torcuate amice.

ETA más justificada todavía

 Si en vez de los cinco puntos en inglés, Bertie Ahern hubiera leido, en castellano y euskara, el Acuerdo de Gernika, hubiera sido todo más claro y más serio. Al repetir cuatro veces lo del conflicto ya se imagina uno lo que han querido decir, pero el Acuerdo lo dice todo más claro. Bien, ya han ganado cada uno de ellos muchos euros y dólares. Ya han justificado todavía más a ETA, una parte, al fin y al cabo, del conflicto vasco y un bando de esa última confrontación armada que queda en Europa. Ya han reafirmado una vez más que Euskadi es como el Ulster británico y como la Suráfrica del  apartheid, lo único que ellos  conocieron bien y creen que aqui fue como allí. Además, quieren seguir, además de cobrando (Ayete / cobra y vete) siendo los garantes de los cinco puntos que son el resumen del Acuerdo de Gernika. Era lo que los redactores de ese Acuerdo esperaban, porque en ese texto ya dijeron lo que esperaban de los mediadores internacionales. Todo queda en casa. Y el Gobierno español y los socialistas vascos, a los pies de la infamia.

Libertad libertaria

En vastas zonas de la conciencia popular española, nutrida en los últimos años por películas fantásticas e historias hagiográficas, los anaquistas y los anarco-sindicalistas españoles conservan todavía un halo de libertad, de libertarismo, que los salva, para muchos, de cualquier reproche y hasta de toda crítica seria. Es una falsa conciencia. Sin hablar de la actuación de los anarquistas durante laguerra civil, que fue terrible, seguramente la más inhumana de todas dentro del bando del Frente Popular, mucho antes, en las insurrecciones del 18 de enero de 1932 en la cuenca del Alto LLobregat, en la del 8 de enero de 1933 y en la del 8 de diciembre  del mismo año en varias partes de España, es donde se vio la verdadera realidad del llamado movimiento libertario, lejos de todo ataque previo o de todo frente enemigo. En algunos de los pequeños municipios de Cataluña, Aragón, Valencia, La Rioja, Extremadura o Andalucía se proclamó el comunismo libertario, con un ritual casi común a todos los casos, en las pocas horas que solía durar el nuevo régimen: formación del comité revolucionario, ocupación de la casa consistorial, detención de los principales propietarios (el algunos casos, también del cura), asalto o intento de conttrol del cuartel de la guardia civil, quema del archivo de la propiedad, supresión del dinero y reparto de bonos. Se conserva el bando  de los sublevados en Fuenmayor (La Rioja), durante la insurrección de diciembre de 1933, que parece ser el bando típico, fijado y proclamado en los otros municipios que vivieron la misma experiencia: Vecinos de Fuenmayor: Se hace saber que el Comunismo Libertario ha sido  proclamado por la CNT en toda la Península Ibérica. Todo aquel ciudadano que se levante en armas contra el nuevo régimen constituido será responsable de sus actos. Todo aquél que, siendo requerido por el Comité Revolucionario para que entregue las armas, no haga caso de tal requerimiento, será juzgado por el pueblo. Serán, a palabra de hombres, respetadas todas las vidas desde el momento que se sometan al nuevo régimen. Todos aquellos individuos que por cualquier asunto sean requeridos por el Comité Revolucionario y no respeten a éste serán juzgados por el pueblo. Quedan garantizados todos los servicios de farmacia y sanidad, bajo la proteción y amparo del Comité Revolucionario. Por la Confederación  Nacional del Trabajo, “El Comité Revolucionario”. (Suplemento de Tierra y Libertad, núm.18, enero-marzo de 1934, pp 19-20). Libertad libertaria.

Ante la conferencia de “paz”

La conferencia de paz, así llamada por sus organizadores, del entorno de Batasuna-ETA, que se abre mañana en San Sebastián-Donostia, tiene por objetivo, como vengo escribiendo hace muchos años, no la paz, como se entiende desde el Antiguo Testamento, sino la paz, entendida por ETA, que es la consecución del derecho a la autodeterminación, como paso previo a la independencia. Si todavía alguien lo ignora, no ha entendido nada sobre ETA y su conflicto. Por mucho Kofi Annan que nos echen por delante, y aunque ETA anunciara con esta ocasión su cambio de táctica -lo que es mucho imaginar-, la Conferencia está montada por Batasuna-ETA y sus interlocutores surafricanos e irlandeses del Norte para identificar el conflicto de ETA con el conflicto de  secesionistas-unionistas en Irlanda del Norte y con el conflicto negros-blancos en la República Surafricana. Es decir, para dar carta de legitimidad a ETA, para justificar políticamente, si no moralmente, sus 858 víctimas mortales y sus muchas más: heridas, extorsionadas, exiliadas, amenazadas… Pero, sobre todo, para sacar todos los réditos posibles de su no confesada derrota militar, para disimular y adornar la rendición, si llegara el caso, y conseguir por su cambio de táctica las concesiones políticas, que enumera el Acuerdo de Gernika, pacto que une a la mayoría de los independentistas vascos entre sí. Todo lo demás es ceremonial, ante un Gobierno de España, que calla, él sabrá por qué, y el partido de Jesús Eguiguren, que lucha por su supervivencia en Euskadi.

Lo provisional

Si el tiempo se acelera y sobre-acelera, trayéndonos a cada paso un exceso de informaciones, objetos, bienes y valores, aparece lo provisional. Es la palabra de moda y la moda que dicta. Todo es provisional, y por eso mismo creíble, asumible, admirable. Hasta lo continuo y permanente parece provisional.

En el chiste gráfico de “El Roto” una madre dice a su hija casadera: –Hija, no te fijes en su cuerpo; fíjate en su corporación. Y es que, mientras el cuerpo va deteriorándose, la corporación puede ir robusteciéndose.

– Está amplia y científicamente comprobado que gente de buenos sentimientos y rectas convicciones, al verse con posibilidades de ejercer un poder absoluto, pierde cualquier noción de límite y deja patentes sus instintos más antihumanos. No hay más solución, pues, que un control externo, variado y permanente a cargo de la sociedad.


Ante la catedral de Burgos

Me bastó esta vez mirarte desde fuera:

Bella novia de blanco,
para Dios engalanada,
ascendiendo a cada instante
al encuentro divino,
al que nunca acaba de llegar.

Blanca nave por los mares de los siglos,
trayecto inacabado,
con tus velas de piedra retadoras de los vientos
encendidas esta tarde
por la vendimiadora luz de octubre.

Filigrana de nieve corpulenta,
misterio descendido
de un cielo altísimo y severo
que viniera a explicarnos el enigna de la vida,
que no termina nunca.

Iba y venía el pueblo burgalés:
breves hormigas laboriosas o gentes divertidas,
esta tarde de sábado.

Cerca corría humilde el Arlanzón,
el único testigo
del milagro medieval.

Complejo de la evolución humana

Lo suficientemente lejos y lo suficientemente cerca de la catedral, el Complejo de la Evolución Humana, recién levantado en Burgos, y todavía en gan parte sin terminar su ocupación, es sin duda, entre otras cosas, el museo más importante del mundo en lo que a descubrimientos  paleontológicos se refiere. Es el museo del yacimiento múltiple de Atapuerca, trasladado allí con todas las más novedosas artes museológicas. Y mucho más. Los pisos segundo, tercero y cuarto se dedican a la apasionante historia, científica y pedagógica, de la evolución del hombre, con amplias posibiiidades de actualización y de amplificación-. Si a la fascinante visión y audición de todo ello, se añade después la visita a la muy renovada Cartuja de Miraflores, entre espesos bosques, bien blindada de acacias y cipreses, donde, además de las dos joyas de Diego de Siloé, podemos admirar la exposición de las riquezas de la Cartuja, nunca hasta  ahora exhibidas -libros, cuadros, tallas, vestimentas liturgicas, mapas, vídeos de las riquezas sustraidas y dispersas…-, la jornada deviene redonda. Y si, todavía vamos, ocho kilómetros más allá, hasta el monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña, la fiesta nacional del 12 de octubre, en contacto con la memoria del Cid Campeador, se  completa y se hace cultural, histórica y actual. Inolvidable.

Apriesa cantan los gallos     e quieren quebrar albores,
quando llegó a San Pero     el buen Campeador.
                                  
(…)
Llamavan a la puerta         e sopieron el mandado.
¡Dios.qé alegre fue            el abbat don Sancho!
Con lubres e con candelas         al corral dieron salto,
con tan grant gozo rreçiben      al que en buen hora nasco
.

Intolerancia mutua

 La Monarquía fue para los monárquicos; dentro de ella, por siglos, lo deshicieron todo..., escribía muy retóricamente en 1934, poco antes del golpe “revolucionario” de octubre, el ex ministro republicano Marcelino Domingo en su libro La experiencia del poder. Y continuaba, ilógico y poco democrático: Si la Monarquía era para los monárquicos, la República sólo puede ser, en su dirección, en su marcha hacia la obra plena que ha de cumplir, hacia la realización total de sus fines, para los republicanos. Entregarla a los monárquicos es deshonrarse ellos, es deshonrar la República. Y más adelante, amplificando el disparate y a la vez la contradicción política e histórica: La República ha de tener una aspiración suprema: contener la nación dentro de ella. Es su deber y su fin. Pero para que este deber y este fin se cumplan, la República han de regirla los republicanos. Este fue, para desgracia de todos, el sentido de la Constitución excluyente de 1931. Este fue el pensamiento común, con pocas excepciones, de los que rigieron el primer bienio y el Frente Popular en 1936. Pensamiento que no era distinto, sólo que en dirección contraria, de los llamados monárquicos de entonces, en radical oposición al poder republicano, como se vió a todas luces, poco después. La Dictadura continuó y rebasó toda intolerancia. Afortunadamente el régimen de  monarquía parlamentaria, abierto en 1978, con una Constitución no excluyente y genuinamente democrática, cambió radicalmente aquel infausto curso intolerante. La fiesta nacional de hoy celebra este cambio sustancial como uno de  nuestros grandes aciertos históricos.