Lo provisional

Si el tiempo se acelera y sobre-acelera, trayéndonos a cada paso un exceso de informaciones, objetos, bienes y valores, aparece lo provisional. Es la palabra de moda y la moda que dicta. Todo es provisional, y por eso mismo creíble, asumible, admirable. Hasta lo continuo y permanente parece provisional.

En el chiste gráfico de “El Roto” una madre dice a su hija casadera: –Hija, no te fijes en su cuerpo; fíjate en su corporación. Y es que, mientras el cuerpo va deteriorándose, la corporación puede ir robusteciéndose.

– Está amplia y científicamente comprobado que gente de buenos sentimientos y rectas convicciones, al verse con posibilidades de ejercer un poder absoluto, pierde cualquier noción de límite y deja patentes sus instintos más antihumanos. No hay más solución, pues, que un control externo, variado y permanente a cargo de la sociedad.