Archivo por meses: abril 2012

La mano de Dios

Hay una mano de Dios visible y otra invisible. La primera ayudó a Maradona a meter el famoso gol. La segunda, como es bien sabido, es la del mercado, la más activa del mundo.

“Derechos”

Hasta ahora muchos hablaban del derecho al aborto, del derecho a la eutanasia, del derecho al suicidio. Ahora añaden algunos el derecho al incesto. Y lo que oiremos… Pero nadie tiene derecho a un mal, ni a un acto entendido por muchos como un bien, pero discutido y negado como tal por otros tantos. No hay consenso sobre su cualifIcación. No es, no puede ser un derecho fundamental ni universal.

¡Al infierno!

Fue nada menos que en viernes santo, el día del silencio contemplativo de la cruz, símbolo del amor y de la entrega hasta la muerte, cuando el obispo de Madrid-Alcalá, en la Alcalá de Henares renacentista y erasmista, mandaba al infierno a mujeres que abortan, jóvenes que beben los fines de semana, homesexuales que frecuentan bares de alterne…Y nada menos que desde la televisión pública. ¡Y algunos celantes nos piden, además, que defendamos al obispo por decir las verdades del barquero! Ya dijo el clásico que “donde faltan las ideas se  tiende a poner palabras”. Palabras fuera de lugar, nada evangalizadoras, que poco tienen que ver con las palabras de Jesús en la cruz, la tarde del día de “la preparación de la Pascua”.- Y junto esta mala noticia ha corrido, estos días pascuales, una noticia algo anterior, la corrección pública desde la comisión espicopal española de la Doctrina de la Fe, al teólogo gallego Andrés Torres Queiruga, un teólogo enorme, el teólogo español-gallego que más escribe en la revista de teología más vendida y leida en el mundo, Concilium, que yo leo desde el primer número y es un tesoro de mi biblioteca. ¡Por los clavos de Cristo!, a estas alturas de la teología y de la historia, ¿no se pueden arreglar estas cosas en diálogos fraternales, con la ayuda de quien sea, y no echando bando de escándalo por la ventana, dando carnaza a diarios anticlericales, envenenando todavía más las relaciones fieles-jerarquía y haciendo sufrir a quienes han dedicado toda su vida, con todos los riesgos que comporta, a la ilustración de la misma Iglesia?

Una monarquía constitucional

La monarquía constitucional española se debe a la Constitución y se rige por la Constitución. Alguien podrá decir que es anterior a la Constitución y aun a todas las Constituciones, comenazando por la de Cádiz. Pero casi todo es  en cualquier país anterior a la Constitución, y no sólo los Fueros navarros. Lo son también los fueros de todo el resto de España, los municipios, las regiones, la iglesia, los tribunales, las cortes, etc. Pero eso no quiere decir que no sean  válidos y validados en este momento en virtud de la Constitución. Es, pues, la Constitución y su normativa complementaria la que tiene que regular la vida pública y semi-pública del rey y de la casa real, y no dejarla en el limbo legal, para luego lamentarlo. Una cacería de cinco días en el sur de África en un situación política, cercana a la emergencia, de España no es un trazo más de no sé qué vida privada. Y eso ahora y cuando Rubalcaba era ministro de un Gobierno, el más laxo a la hora de seguir y controlar la vida semipública del monarca. No vale, pues, salir  ahora por peteneras regias o morales. Si no podemos poner a raya a doña Cristina Fenandez de Kirchner -¡qué apellido tan “gallego”-, algo podemos hacer con nuestra Monarquía, que es un bien de todos y para todos. Los republicanos, por otra parte, harían bien en repasar la vida de sus presidentes -patrimonio también de todos los españoles-, comenzando por Figueras, huido a París desde el palacio real, y acabando por Azaña, destronador de su antecesor Alcalá Zamora, para no hablar demasiado alto. El mal y el bien de muchos puede ser un buen punto de reflexión para todos. Por otra parte, ya debiera ser bien sabido que todos los independentistas estarán siempre, por definición, contra la Monarquía española, sea unitaria o federal (Bélgica o Canadá), como estarían contra la República española, federal o unitaria. Por eso la bandera republicana izada por un alcalde separatista en el ayuntamiento de San Sebastián es un buen chiste, además de un anzuelo marino sólo para incautos.

Un rey y dos presidentes

Los que somos monárquicos por constitucionalistas, es decir, en este momento histórico, por españoles leales, tenemos la suerte de poder decir que preferimos un rey como don Juan Carlos de Borbón, con todos los defectos que se quiera -que son muchos-, o como su sucesor don Felipe, que no un presidente de la III República como don Felipe González o don José María Aznar, las dos alternativas reales hoy por hoy, y seguramente durante toda una década. Dicho sea sin menoscabo de nadie.

Lejos del pueblo

Las reformas de todo género son las que son, y unas -todas las que exigen austeridad, realismo y ahorro- nos parecen mejores que otras -amnistía a defraudadores o despidos demasiado baratos-, pero lo que está faltando es, además de una cierta coherencia gubernamental y opositora, es una elemental pedagogía, un trato correcto, lógico y adecuado para con el pueblo que las sufre. Durante días, no hemos sabido bien lo que sucedía. Veiamos a nuestros políticos viajar y hablar con otros políticos, hacer algunas declaraciones a ciertos medios informativos, rebatirse unos a otros en el Congreso y en el Senado, reunirse con los suyos, siempre con los suyos, pero ha faltado ese encuentro del presidente del Gobierno con su pueblo por medio de la televisión en una hora de máxima audiencia ,para decirnos a todos con lenguaje claro y familiar lo que pasaba, lo que pasa y lo que va a pasar. Aquello que siempre exigimos a Felipe González cuando el GAL, a José María Aznar cuando la guerra de Irak o a José Luis Rodríguez Zapatero cuando las negociaciones con ETA. Y hemos visto, frente a unos políticos pasados, maestros en demagogia, otros políticos recién venidos carentes de pedagogía. Expertos, listos, bien preprados, burócratas y  tecnócratas para hablar en inglés, pero no en castellano, para hablar con banqueros, presidentes de esto o de lo otro, pero no con los españoles del común. Así que la estimación del nuevo Gobierno baja, baja la confianza del electorado, baja la alta estima de la monarquia cuando vemos que el rey se va estos días a cazar elefantes -penosa imagen- en Botsuana, nada menos, y no sube, además,  en los sondeos el partido de la oposición. Falta conciencia nacional en casi todos y hasta sentido común. Sobra partitocracia a todas horas. Y no podemos perder la cabeza cuando más falta nos hace.


Primera Semana de Pascua

Es el tiempo de las apariciones:
encuentros personales.
Primero, la Magdalena, y después los varones.

Y la madre María
¿por qué no aparece
en estas escenas de alegría?

Cuando estaban cerradas las puertas.
Para un cuerpo espiritual
todo son puertas abiertas.

Comía y bebía Jesús resucitado.
¿Qué sabemos nosotros
de un cuerpo transfigurado?

Mirad mis manos y mis pies.
No es un espíritu puro:
de carne y hueso es.

¿Tan incrédulo era Tomás?
Tan incrédulo
como los demás.

Igual que los discípulos de Emaús,
en la fracción del pan
descubrían a Jesús.

La paz que el Señor les daba,
la paz de Dios,
todas las virtudes abarcaba.

Y es que esa paz
da mucha guerra
y no nos deja vivir en paz.

De cobardes y mendaces,
tras los encuentros
se hicieron fuertes y audaces.

De sólo amigos,
con su sangre pasaron
de la resurrección a ser testigos.

Cuando a todos por el mundo los mandó,
el Señor resucitado,
leve y alado,
a los cielos ascendió.

Mañana de Resurrección

La mañana está pascual.
Cristo vive
y el mundo estrena luz celestial.

Es el día de la nueva creación.
Por pasiva y por activa,
el día de la Resurrección.

La muerte ha sido vencida.
Todo es gracia.
Dios es Dios de la fuerza que da vida.

El muerto ya no está aqui.
Porque el cuerpo espiritual
es así.

Rompe la ley de las cosas,
la pesadumbre
de la masa y de la losa.

¿Se quedaron los guardas dormidos?
Es igual.
Aqui no valen mucho los sentidos.

El mensaje del ángel mensajero,
símbolo de Dios,
es muy certero:

Que vuelvan a Galilea.
No hay que mirar al cielo.
Hay que seguir la tarea.

Fueron ellas las primeras que lo oyeron,
mas los sesudos varones
no les creyeron.

Mujeres al fin, mujeres.
Durante siglos
no se tuvieron en cuenta sus pareceres.

La primera en todo, María Magdalena.
Santa mujer,
excluida pronto de la escena.

Enhorabuena a Cristo Salvador:
Él nos salva
de la muerte y del horror
de una noche sin alba.

Salmo 22 ( y VI)

Cuando sepan lo que ha hecho el Señor
con el Justo de Israel,
con su Siervo, con su Hijo;
lo que ha hecho con aquéllos
que creyeron en sus firmes promesas;
lo que hace y hará con nosotros
en su día,
volverán hacia Él
los confines de la tierra,
las familias de los pueblos.

Y será  nuestro Dios el rey de las naciones,
el regidor querido y admirado.
Y vendrán  a sus brazos paternales
los que duermen en el polvo,
los que nunca esperaron
ver de nuevo la luz.
Y unos a otros
recordarán sus maravillas,
y la mejor herencia
será la fe confiada en su palabra
y el amor
a todos los que habitan en su reino.

Porque así actuó el Dios de las justicias
el día de la prueba contundente,
los días de la angustia, el dolor y el sobresalto.
El Señor
es el padre de los pobres y los justos.

Salmo 22 (V)

Dios no pudo librarle de la muerte
porque era mortal.
Pero Dios le salvó del sinsentido
de la vida,
de la noche sin alba,
de la eterna sombra del sheol.
Y todo llegó a su cumplimiento. (Jn 19, 30)

Los que fuimos liberados con él
y por él
contaremos la fama del Dios de nuestros padres
en medio del linaje de Jacob
y de todos los pueblos de la  tierra.
Porque no desdeñó ni despreció
la desgracia del pobre acorralado,
ni le ocultó su rostro en la hora crucial,
y escuchó su gemido innenarrable
y acogió su postrer encomienda.
(Luc 23, 46)

Sabemos por fin ahora
que, un no lejano día,
los pobres serán saciados, (Luc 6, 21)
que encontrarán a Dios los que le buscan
y vivirán sus corazones para siempre.