Archivo por meses: junio 2010

Zumbidos elogiosos

Hay que ver, a la hora de la muerte de cualquiera, la turbamulta de hipócritas que revuelan en torno del cadáver, como moscas zumbonas. Así, ahora, tras la muerte de Saramago. Los exarcebados elogios llegan de donde menos se esperaban, porque nadie quiere dejar de zumbar, y nadie quiere sobre todo que le dejen sin zumbido. Ha habido alguien cerca de nosotros que hasta le ha llamado profeta. No estoy de acuerdo con Fuentes en que el Nobel portugués nunca escribió un mal libro, pero dejemos a los gustos gustar lo suyo. He seguido a este hombre famoso desde que se instaló en España, y he subrayado alguna vez su ignorancia inmensa y supina sobre la Biblia y la  teología cristiana, con las que tanto se entretuvo; su antiteísmo sectario, y su sectarismo político, como buen comunista portugués y, además, en la punta extrema de tal partido. Pero, por lo visto, todo esto no tiene el menor interés ni aun para aquéllos que elogian justamente la coherencia entre su vida y su literatura. Hasta creyó inventar un nuevo argumento sobre la no existencia de Dios, diciendo que si fuéramos inmortales, no creeríamos en Dios! Es decir, que si fuéramos dioses (dii inmmortales, decían los latinos), no habría Dios! ¡Hombre, según la clase de divinidad de cada uno! El autor de Caín, según una de sus últimas declaraciones, se veía empapado de valores cristianos y aceptaba los que coincidían con valores de humanismo; menos mal, pero ya sabemos qué significa humanismo para un marxista-leninista-estalinista. Ya Merleau-Ponty habia advertido que una característica del hombre es pensar en Dios, aunque para él eso no quiere decir que Dios exista. No se puede hacer desparecer la existencia de Dios declarándola simple ilusión: se presenta una y otra vez inexorablemente y tiene una concreta repercusión en el pensamiento. Luchó José Saramago por algunas causas justas, cuando coincidían con su sectarismo político. Transterrado voluntariamente en España, se hizo hispanófilo y hasta revivió la vieja causa del Iberismo. Fue trabajador activo hasta el final y se convirtió para muchos en un signo de progresismo y de rebeldía. ¡A estas alturas!

Ritual del combate desnudo

Me envían el último libro que acaba de regalarme mi amigo el poeta navarro Alfredo Rodríguez, que lleva ese bello título. Alfredo es un poeta joven-maduro, de los más existenciales-existencialistas que tenemos en Navarra, aherrojado a la existencia, sin haber nacido libre, sin poder elegrir, con el corazón sometido al hechizo y sujeto al dominio de Venus-Amor, a su disposición y arbitrio; río que no tiene nombre, pero que lleva naves con velas, en dirección a Ella: esa mujer inmortal que habita/como diosa adorada en edades pretéritas. Espero que la literatura se imponga a la fría  filosofía del hombre a la intemperie del Destino. Y que Ella, en forma de Venus, haga de Beatriz no dantesca, de la mano de un helenizado Virgilio. Porque, a pesar de tan actual cabalgadura poemática, ¡qué antiguo, qué clásico, qué griego y universal todo!-. He aqui el poema qué da rúbrica al libro:

Qué esperabas encontrarte en la vida,
sin haber nacido libre ni ser
de muy buenas costumbres?

No pudiste elegir,
tus hechos trabáronse de palabras,
temiendo que no quisiesen creerlas
dejaste oír tu voz;

tu corazón sometido al hechizo
cuán sujeto está al dominio de Venus,
seguirás su disposición y arbitrio,
los mapas del destino no saciarán tu anhelo;

si Amor es tu pecado
deberías callar
hasta bien se apacigüe esta disputa,
ser como un río que no tiene nombre
porque hasta su nombre ha sido borrado;

que el viento  vuelva a henchir las velas de tus naves,
tan próxima a rendirse
volver a entrar en Ella a sangre y fuego

El dinero, dios celoso

En estos días, en que, ademas de fútbol, todo el mundo habla en el mundo sobre la crisis económico-financiera, me toca estudiar el famoso texto de Carlos Marx en Zur Judenfrage (La cuestión judía), donde el filósofo alemán habla no sólo del dinero de su pueblo judío, sino del dinero de todos los que le adoran como dios de la necesidad práctica y del interés personal. Hasta los más consevadores exégetas de Marx ha recordado, leyendo estos párrafos, a los profetas del Antiguo Testamento, cuando fustigaban el culto de los ídolos: El dinero es el Dios celoso de Israel, ante el cual ningún otro dios tiene derecho a subsistir. El dinero humilla a todos los dioses del hombre y los transforma en una mercancía. El dinero es el valor universal, constituido por sí mismo, de todas las cosas. Ha despojado, pues, al mundo entero, al mundo del hombre lo mismo que a la naturaleza, de su propio valor. El dinero es para el hombre la esencia alienada de su trabajo y de su existencia, y esta esencia extraña domina al hombre y el hombre la adora. El Dios de los judíos se ha secularizado y se ha convertido en el dios del mundo. La operación comercial es el dios real del judío. Su dios no es más que el dinero  en forma de ilusión (illusorisch). Y más adelante: El dinero es la esencia omnipotente (allmächtiges Wesen); la riqueza alienada de la humanidad (das entäusserte Vermögen der Menchsheit); el poder divino del tener, que crece despojando al ser.

La confesión de Erkizia

No lo podía haber dicho más claro el dirigente de Batasuna-ETA (que él y el periódico bilbaíno EC llaman Izquierda Abertzale), Tasio Erkizia en su conferencia de Barakaldo. Brevemente: como buen etarra, él cree que hay más razones que nunca para la lucha armada, pero menos condiciones objetivas y subjetivas. Porque no han podido poner al Estado patas arriba; no creían que el Estado fuera tan fuerte y resistente; o que en Europa aprobaran la ilegalización de Batasuna y otros brazos políticos de ETA, y menos que la sociedad mirara a otra parte. Además, cuando sus amigos estaban sufriendo más que el enemigo, EA y ELA les han ofrecido su mano para llegar a acuerdos estratégicos. Asi que, viéndose sin posibilidades reales y sin encontrar apoyo en el pueblo, han tenido que dar este paso adelante: la apuesta por las vías políticas. De lo contrario, corren el riesgo de que dentro de unos años Aralar sea el referente fundamental. Ahora quieren ser la locomotora del proceso (independentista). Y quieren que se abra un proceso entre la organización armada y el Estado,  porque un proceso democrático no puede seguir adelante teniendo la situación que tenemos en las cárceles y con los refugiados. ¡Ahí es nada! Vamos a ver ahora el capítulo siguiente.

Crímenes sin castigo

Mientras en cada país europeo los ciudadanos les ajustan las cuentas a sus respctivos gobiernos a cuenta de la crisis económico-financiera, la mayor parte de los responsables directos de la misma campan por sus negocios, hasta escriben libros donde cuentan sus hazañas, y siguen en sus puestos. Con la excepción de media docena de elllos que han acabado en la cárcel. comenzando por Bernard Madoff, que estafó a medio mundo. Ya veremos cuánto tiempo tardan en salir. Con todo, la inmensa mayoría están a salvo. En Grecia, los políticos y banqueros, expertos bien probados en la corrupción y el fraude, se tiran ahora los trastos a la cabeza, acusándose mutuamente, pero desde los bancos del Gobierno o de la oposición y desde los despachos. Ninguna de las propuestas de los Gobiernos del G-20 para someter a mayor control la actividad espculativa de los financieros se ha llevado a cabo, y las iniciativas hodiernas en esa dirección, de Gran Bretaña, Alemania y Francia, todavía no se han puesto en acción. Sólo un proceso abierto por el fiscal general de Nueva York, que investiga a ocho grandes bancos por engañar y sobornar a las agencias de calificación, sigue vivo. El cofundador norteamericano de uno de los fondos de alto riesgo ha llegado a decir: EEUU es ahora más comunista que China. Pero se trata de un comunismo para ricos. Se está rescatando a los financieros, a los bancos y a la aristocracia de Wall Street, no a la gente pobre que quiere pagar su hipoteca. ¿Quién se imaginaba otra cosa?

Maeztu, Kant y Nietzsche

Me ha sorprendido constatar que Ramiro de Maeztu, de vuelta de la fascinación por Croce, que le enseñó que todo es espíritu, encontró en Kant el fundamento inconmovible de su pensamiento religioso, a pesar de saber muy bien que este máximo filósofo alemán había llenado de escépticos el mundo. Al pensador español le enseñó que el espíritu no puede proceder del no espíritu, y la existencia misma de los juicios sintéticos a priori le cercioró de que el espíritu es original y no derivado de la materia. Lo demás de Kant no le interesó. Algo parecido le sucedió con Nietzsche, que por aquellos años alejaba a muchos de la fe, como se ha escrito mil veces. Pero a Maeztu le ayudó asimismo para alejarle de los utopistas como el mentado filósofo italiano, y a él le debió el haber descubieto que es preciso para que los hombres se perfeccionen, que se sientan de nuevo pecadores, como en los siglos de más fe. Más allá del odio al cristianismo y  de su concepción del superhombre, cree el autor de Juventud y Egolatría que, andando el tiempo, Nietzsche será considerado como uno de los precursores del retorno de los intelectuales a la Iglesia. Escribe a este respecto don Ramiro: Lo que Nietzsche nos enseña es lo mismo que la Iglesia nos viene diciendo desde siempre. Hay que superar al hombre, al pecador, en cada uno de nosotros. Porque, al fin,  el reino del espíritu no es naturaleza, la naturaleza de los materialistas, sino sobrenaturaleza. Por otra parte, lo que es el superhombre no me lo decía Zaratrusta y tenía que ir a buscarlo en otros modelos.

La amarga lección de Bélgica

Sigo, toda la tarde, en los periodicos belgas los resultados de las adelantadas elecciones federales, y, como estaba previsto, un reciente partido confederalista-independentista se impone en Flandes, con un resultado que antes sólo lo alcanzaban los cristiano-demócratas (hoy cristiano-democratas y flamencos), mientras en Valonia y Bruselas se imponen los socialistyas valones, que superan a los liberales, los anteriores ganadores. Sesenta años de nacionalismo flamenco exaltado y excluyente, del que fueron responsables en primer lugar los cristiano demócratas -inclyendo la Iglesia católica- y el resto de los partidos clásicos, divididos de sus correligionarios valones, así como una cierta resistencia acomplejada  y demasiado rígida de los partidos valones, con un partido básico, el socialista, minado durante años por la corrupción, han traído este triste semi-final, que está a punto de echar por la borda la Bélgica que tanto costó levantar como país independiente en 1830. Y todo esto, cuando el reino de Bélgica está a punto de presidir semestralmente la Unión Europea, desde Bruselas, capital de Europa, y un ex primer ministro belga y ex presidente del Congreso de su país, Van Rompey, preside permanentemente el Consejo Europeo! Y luego dirán algunos que Europa es el mejor remedio contra los nacionalismos nacionales…

El Mundial de Sudáfrica

Sobre este acontecimiento deportivo mundial, abierto ayer en Sudáfrica ,no me cabe más que recordar lo ya escrito en otra bitácora anterior sobre la películo Invictus, de Clint East Wood, en torno a la figura de Nelson Mandela y el equipo sudafricano de rugby, los Springboys -entonces, todos  blancos-, con el que evitó una guerra y pudo avanzar muchas yardas hacia la paz en aquel atormentado país. Hoy en el equipo sudafrcano de fútbol todos o casi todos son negros,  lo que demuesta los decisivos cambios habidos, pero el deseo de muchos, y el mío entre ellos, es el mismo que entonces. Que sirva la Copa Mundial de Fútbol para seguir evitando guerras y acercando a los hombres a la paz. Y también el equipo de fútbol español, el de la roja (camiseta). Que buena falta nos hace.

Justicia originaria

Leo en la prensa de Bolivia, que recoge los datos de la oficina boliviana del Alto Comisariado de la ONU para los Derechos Humanos, que se multiplican los linchamientos en el país: 26 este año, 71 el año pasado. Entre las cosas que ha hecho mal el Gobierno de Evo Morales, entre otras muchas cosas positivas, en un país riquísimo en potencia y paupérrimo en la existencia de la mayoría de su población, ha sido la division de la justicia entre una justicia ordinaria, regulada positivamente, y una justicia originaria  o justicia comunitaria (en las comunidades indígenas), sin apenas regulación, pero con las mismas obligaciones y competencias que la anterior en numerosos casos jurisdiccionales. Por lo visto a la justicia originaria le basta con el origen, con la presunción de unos ab-orígenes justicieros, que son la justicia misma. Aun cuando ordenen, toleren o no castiguen los linchamientos, como denuncian varios periódicos, denuncias que habrá que verificar sobre el terreno.

El mal en el mundo

Después de leer muchas páginas y de pensar mucho sobre asunto tan grave, una de las causas más frecuentes de increencia en el Dios cristiano, encuentro en el célebre e influyente filósofo y pedagogo norteamericano John Dewey (1859-1952) -especialmente en su libro A Common Faith, su credo ateísta- una curiosa y a la vez sencilla explicación, poco aprovechada, creo, por los teólogos cristianos. Para Dewey, el mal  sería absurdo, en la hipótesis absurda de  la existencia de Dios,  por  incompatible con un Ser personal, entendido como la suma de  todos los bienes ideales. Pero, una vez negada la existencia de ese Dios, el mal aparece como  inexistente, es decir, no es un mal. Las cosas son malas para nosotros, en cuanto que desearíamos que fuesen de otra manera, pero gracias a la  tensión que nace de esa insatisfacción, causada por el mal (el mal de las cosas), hay en el mundo vida, movimiento, acción y progreso. Un estado de cosas totalmente acabado y perfecto representaría la paralización y la muerte. La felicidad no puede ser un logro estable: es un proceso activo y consiste en el renacimiento y el progreso. A Dewey tal argumento le sirve, naturalmente, para  negar la existencia del Dios personal.  Todo ello está muy cercano a la idea marxista del mal y del bien, como aparece, v.g., en el libro de M. Verret, Les marxistes et la religión. Una muestra: El mal es tan natural, que no se puede concebir la naturaleza sin él. El mal es la negación, la contradicción, el desequilibrio y la falta de armonía… Pero el movimiento nace de la contradicción, y la contradicción de la negación, es decir, del mal.- Acaso una idea providencialista de Dios, y hasta mítica y mágica, que tiene poco en cuenta la vida y la muerte de Jesús de Nazaret, la Palabra de Dios, y la naturaleza finita y mortal del hombre, nos ha llevado demasiado lejos en la consideración del mal metasfísico y moral, que tantos quebraderos de cabeza ha dado y sigue dando a la reflexión humana y cristiana.