Archivo por meses: septiembre 2007

“Foedus” significa alianza

Toda esta temporada, los periódicos belgas, sobre todo los francófonos, le dan muchas vueltas al federalismo que gozan y que padecen. Algunos suelen recordar y recalcar que el sustantivo latino foedus significa precisamente alianza. (FoederisArca, reza la vieja letanía mariana en latín). No les parece a los francófanos que sus hermanos federados los flamencos entiendan así el federalismo, cuando quieren conquistar el poder federal, que vienen desde tanto tiempo ostentando, para vaciarlo de su substancia y transferir la mayoría de las competencias del Estado central a las Regiones y Comunidades. Que eso y no otra cosa prometieron a sus electores hace dos meses en Flandes, sobre todo el partido mayoritario, el cristiano demócrata (CD&V: cristiano-demócrata y flamenco), con su cactus minoritario independentista N-VA. Y por eso tal vez ganaron las elecciones. Lo que no les dijeron a los suyos fue que para ese objetivo necesitaban el acuerdo de los francófonos de Valonia y de Bruselas. Los ricos flamencos, que hace no mucho eran más pobres que los valones, quieren una nueva reforma del Estado para poder utilizar los muchos medios de que disponen. Sin embargo, no suelen confesar que su prosperidad actual se debe en buena medida a ese federalismo que desprecian tan ricamente. Algo parecido, ay, ocurre aqui en las regiones que fueron económicamente favorecidas por el Franquismo y  por el Estado autonómico (que no de las autonomías) posterior. Además, los flamencos, como listos que son, prefieren aquellas reformas que más les favorecen: la regionalización, por ejemplo, de las asignaciones familiares pero no de las pensiones. Y, por si acaso, siguen pretendiendo, como de costumbre, tener un primer ministro flamenco, aunque sea Yves Leterme, un personaje grotesco, ex presidente de la Región de Flandes, del que otro día hablaré. Federalismo. Qué contradicción entre la palabra-concepto y sus imposturas. En España, los independentistas, pese a lo que piensan ciertos incautos, aborrecen el federalismo. “Somos muchos“, me dijo un día Arzallus, ante la hipótesis federal, en un agradable encuentro de políticos “del País”, en la casa de Areilza, Motrico, 1981. Somos muchos en el sistema federal. Y ellos quieren ser únicos, para una cosa u otra. Los socialistas maragalianos de hoy, los más federales al parecer, seguidores de la vieja y confusa tradición federal catalana, han andado estos años confundiendo federalismo cooperativo con federalismo asimétrico y éste con confederalismo, aprovechando la densa ignorancia de los políticos y de la gente en este punto. Y para su Estatuto federal-confederal comenzaron a descartar, en el Pacto del Tinell, a la mitad de los españoles, que votan al Partido Popular y similares, de cualquier trato. Para ellos el federalismo no es precisamente alianza. Como en Flandes.

Poema del P. Llanos

Ando estos días buscando, mirando, llenando y catalogando más de un centenar de carpetas con materiales y proyectos de trabajos, casi todos sin comenzar o sin terminar, y que me ocuparían casi otra vida. Para algo tal vez servirán. En las viejas carpetas uno siempre encuentra cosas que no espera: unas paginas olvidadas, una carta, un folleto que creía perdido, unas direcciones antiguas… En una de ellas he enccontrado una carta autógrafa del santo y querido P. José María de Llanos, “el Padre Llanos”, escrita el 31 de diciembre de 1973, desde el Pozo del Tío Raimundo (Vallecas), al recibir mi libro de poemas Nanas a un niño subnormal. Él me había escrito antes dándome la enhorabuena por haber salido bien de tres días de calabozo en los sótanos del Gobierno Civil de Pamplona. Y me envía a su vez “en intimidad” unos versos tomados del himnario que se ha hecho él mismo como complemento del breviario de cada día. No sé si han sido publicados alguna vez. “Es hora de Tercia y dice así”:

Busco el apoyo y sentido
en que pueda comprenderme
porque me encuentro perdido,
y de tanto piar inerme
ya no sé ni lo que pido.

Ni en los hombres me he encontrado,
ni tampoco en los azares
de mi vida; y me han dado
un beso por mil pesares,
y el beso ¡lo he olvidado!

Entre amigos me quemé,
despecho sumo a despecho,
cultivo torpe mi fe,
y si algo hice bien hecho,
lo fue sin saber por qué.

Sólo asiento en la memoria
de tu misterio  y promesa,
en que traes misericordia,
en tu mensaje e historia,
tu corazón y tu mesa.

Yo soy la debilidad,
débil en tu fortaleza;
¡aquí toda mi verdad!,
el resto sólo me reza
fundirlo con tu piedad.

¿Que gira el mundo? ¡no importa!
¿campanas? ¿revolución?
Sé que mi vida se acorta
y únicamente soporta
el tuyo a mi corazón.

El progreso moral humano

    El protagonista de la mediocre novela barojiana El gran torbellino del mundo, José Larrañaga, un vasco que encarna de perillas al autor, dice a sus dos bellas primas vascas, sentadas con él en el dancing parisiense: – “Yo no creo gran cosa en el progreso moral de los hombres. El material y el científico se ven, se palpan; pero el otro no. Hay más policía, es verdad. Hay menos posibilidad de cometer crímenes ahora que antes. Pero no se pasa de ahí”. Y hasta se arremanga a decir que, si pudieran obrar sólo con la voluntad, los hombres harían horrores, y en esa misma sala habría veinte o treinta asesinatos.- Si no con esto último, la inmensa mayoría de la gente estaría de acuerdo con la inicial afirmación de Larrañaga. Si a menudo nos interesamos de muchas maneras por el progreso material y científico, apenas si dedicamos un poco de tiempo siquiera al progreso moral de nuestro mundo. Ni parece inquietarnos tamaño desfase entre ambos.

Legitimar a ANV (HB)

    El portavoz socialista en el ayuntamiento de Pamplona no ha tenido nada peor que decir en su primera comparecencia pública que su grupo aceptará propuestas presentadas por ANV, si son interesantes “para la ciudad o para los ciudadanos“, o cuando las iniciativas de esa formación sean “necesarias”, sin tener tampoco la menor intención de retirar sus propias iniciativas aun cuando se aprueben con los votos de ANV. Una torpe manera, como se ve, e innecesaria, de legitimar y potenciar ANV (HB). ¿Volvemos a los años de bronce, cuando estas cosas se hacían y decían, presente HB como partido progresista? Tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco todo cambió en el ayuntamiento pamplonés y por vez primera HB, todavía no ilegalizada, fue aislada por los llamados constitucionalistas. Pero volverá, ay, la misma  ETA de entonces a cometer uno o varios asesinatos, y ANV (HB) volverá a no condenar el crimen -única condición que suelen exigirles los reduccionistas políticos y morales-, y entonces los que ahora no ven obstáculo alguno para votarles o ser votados por los independentistas sucesores de HB sacarán pecho, levantarán la voz, oscurecerán el ceño y dirán cosas rotundas pretendiendo ser más antiterroristas que nadie, sobre todo si las elecciones están cerca. Otra vez el infame retorno.

Oposición-posición

    Qué difícil es gobernar. Y qué difícil asimismo hacer una buena oposición a los que gobiernan. Qué aburrido y hasta molesto oír a todas horas a quienes gobiernan celebrar en demasía y exceso lo que tienen el deber de hacer y acusar de todos los errores y deficiencias a los adversarios que les precedieron, a los que se les niega el pan y la sal de cualquier mérito. Y qué molesto y aburrido también escuchar a cada paso a los opositores la negación de cualquier acierto en sus contrincantes y comenzar siempre, como si de un guión inamovible se tratara, con la crítica furibunda a todo lo que hace o deshace el competidor. Y así siempre, de principio. Y esto en toda España, en Navarra, en Cascante, o en Castillonuevo. Los primeros se pavonean de gobernar para todos, y los segundos de representar el desacuerdo o la ira de los gobernados. Todo esto en el largo tiempo electoral (eso de preelectoral es un eufemismo semijurídico) suele hacerse tedioso, insoportable. Al menos, si tuvieran un grano de humor, la cosa sería más llevadera. Pero no. Todo suele ser excelso o dramático. Unos siempre sonrientes y otros siempre amostazados. Lo malo es que quienes mandan defienden con frecuencia sobre todo más que la propia posición política su posición como permanencia en el gobiernito sanchesco, mientras sus oponentes prefieren la mera oposición a la o-posición: una nueva posición, que no sea sólo opositora. Qué difícil salir airosos de este dilema tan inútil como perjudicial.

Ciudadanía e Ideología

    Una cosa es educación para la ciudadanía y otra para la ideología, cualquiera que ella sea. Ni unos ni otros parecen entenderlo. Ni unos ni otros parecen recordar que en el artículo 27 de nuestra Constitución española se reconocen y sancionan las cuatro libertades fundamentales, a las que corresponden otros tantos derechos y deberes: la libertad de creación de centros educativos, la libertad de los padres a la educación de los hijos, la libertad de conciencia de éstos últimos y la libertad de cátedra de los profesores. Si estas cuatro libertades se respetaran y potenciaran por todos, salvando el amplio margen abierto a la buena voluntad y al sentido común, todo sería mucho más fácil.

Por la concordia

Aunque pasó un mes desde que lo escribí y envié, en muy concretas circunstancias políticas, ayer me publicaban en DN un articulillo titulado Por la concordia. Con breves y relevantes textos de Esquilo, Aristófanes, Protágoras y Gorgias, exponía yo la importancia que tuvo en la gloriosa Atenas del siglo V a.C. la idea y la realidad de la concordia (homonoia: forma parecida de pensar) para poder levantar una sociedad y un Estado-Ciudad en medio de continuas turbulencias. Y es que, entonces como hoy, sin concordia es inviable una comunidad, y sin respeto y justicia, asentada en la ley, no hay concordia posible.

El gozo sea contigo

Releyendo el libro de Tobías, me encanta este precioso saludo, dicho por Tobit, el padre de Tobías, al ángel Azarías, en el capítulo 5, verso 14: –El gozo sea contigo. Que no es muy diferente saludo del bíblico y sálmico, tan utilizado, en el mundo de habla inglesa: –God bless you (Dios te bendiga) y otros parecidos. Pero el de Tobit resalta primorosamente esa seña de identidad esencial que debe tener toda amistad, toda relación humana, sobre todo a la hora de emprender una tarea importante, como la del ángel Azarías acompañando a Tobías a Ragués de Media.

Blanco dio en el blanco

Algunas de las cosas sensatas -no todas lo fueron- que dijo José Blanco ayer en Pamplona las dijimos ya una y otra vez algunos de nosotros antes y después de las elecciones de mayo. Pero la dirigencia del PSN-PSOE no las dijo: dijo, y por unanimidad, las contrarias. Y las mantuvo aún después de saber que la ejecutiva federal no las compartía. Lo que pone a los actuales dirigentes navarros a los pies de los caballos, por su falta de sentido político, de lealtad y disciplina, y tal vez por excesivo intento de defensa propia frente a los afiliados equivocados, víctimas también de la habitual demagogia partidista. Lo cierto es que este PSN-PSOE tiene poco de parecido con aquel que fundamos en junio de 1982, y que, meses después, iba a ser la opción preferida de los navarros.

Vuelta a la bitácora. La crisis belga

    La crisis actual belga, puesta de manifiesto tras dos meses de inútiles intentos de un nuevo gobierno democristiano-liberal después de las últimas elecciones, me parece mucho más grave e importante que la crisis navarra. Para Bélgica, para la capital de la Unión Europea y para toda Europa. Las crisis lingüísticas y políticas desde los años setenta, que no ha resuelto una complicadísima reforma federal del país, dividido en tres Regiones y dos Comunidades (más la muy reducida Comunidad germánica), ha llevado ahora a una separación cada vez mayor de las dos comunidades flamenca y francófona, como lo revela una última encuesta llevada a cabo por un diario flamenco: un 38 por ciento de los flamencos son favorables a la independencia y sólo un 12 por ciento de los de los valones. Cada día que pasa los políticos flamencos exigen mayor comunitarización de las competencias federales e interpretan la negativa de los valones como una presión hacia la independencia de Flandes, más poblado y más rico ahora que Valonia, lo que no fue así hace sólo unas décadas. Bélgica es el único país federal occidental sin partidos políticos federales, desde que el partido democristiano, el socialista y el liberal se escindieron en dos, uno valón y otro flamenco. Y hoy es el día, en que la componente comunitaria -nacionalista, diríamos torpemente aquí- es mucho más fuerte que la ideológica (liberal, social, etc.). Como en otras partes – España (Cataluña, Euskadi), Italia…-, los democristianos flamencos, aliados electoramente con un partido idependentista, son algunos de los mayores responsables de tan triste situación. Recordemos que lo peor comenzó con la grotesca y hasta cruel división de la universidad católica de Lovaina, en la que se repartieron hasta los volúmenes de las obras completas de su biblioteca. Ayer mismo, la prensa belga recogía la campaña independentista que, estos mismos días, está llevando a cabo la Katholiek Vlaams Hoogstudenten Verbond (Unión de los Estudiantes Católicos Flamencos). Para ellos, el pueblo flamenco no se ha beneficiado nada en la Bélgica unida; un escaño flamenco cuesta más que un escaño valón, y los flamencos tienen que pagar cada año 12 miliardos de euros a los valones. Argumentos, como se ve, no muy católicos que se diga. Pero queda Bruselas, la tercera Región belga, isla francófona en un noventa por ciento dentro del territorio valón. Los flamencos, que la quisieran para sí, no saben qué hacer con ella. Para los valones es su fuerza y su joya, tampoco del todo suya. Recuerdo muy bien la ignorancia absoluta de los parlamentarios españoles, que nos pasábamos media vida en Bruselas, sobre la política belga. Hoy los políticos y los medios españoles, salvo alguna honrosa excepción, muestran la misma ignorancia y desinterés ante una situación política tan grave. Ni siquiera los partidos independentistas y soberanistas ( no sólo nacionalistas) de nuestro país, tan atentos a lo que sucede en Irlanda, Escocia o Quebec, parecen haberse enterado de la cosa. Pero aquí, creo, hay gato encerrado. El partido independentista flamenco más fuerte (mayoritario a veces en Amberes), el Vlaams Belang, pasa por ser un partido de extrema derecha, xenófobo y antieuropeo, tipo al de Le Pen en Francia, y con esto está dicho todo por el momento.