Archivo por meses: febrero 2009

Principios morales y legales

No adelantamos mucho distinguiendo en nuestra común convivencia societaria entre principios morales para unos (¿unos pocos?) y principios legales (¿las leyes sin más, sean las que sean?) para todos. Porque la cuestión es si esos principios legales son también princpios morales,o, si se quiere, humanistas y humanizadores. Y tampoco pone una pica en Flandes  quien espeta a ciertos señores, que por lo visto son muy rígidos y tradicionales:  Ha habido un cambio de valores, social y cultural en la sociedad española, que vosotros no asumís. Decir que ha habido un cambio es decir poco y mal, porque los cambios han sido más de uno. Pero de nuevo nos quedamos preguntándonos a qué valores se refiere tan castizo crítico, a no ser que piense que por el sólo hecho de cambiar, como les pasa a ciertos políticos, ya todo está justificado y hasta es mejor.  Muchas  veces el cambio trae una nueva reflexión y maduración moral, que exige comprensión, examen y hasta aceptación. Pero otras veces, como nos enseña el estudio de la historia, no. Este lenguaje del cambio por el cambio me suena siempre a propaganda electoral, tan amoral casi siempre. No es aconsejable que lo utilicen los moralistas y menos los moralizadores.

Partidos únicos

Le preguntan en EP a Cayo Lara por qué defiende Izquierda Unida la dictadura de Cuba. Y responde: Bueno, hay un concepto de dictadura… es un modelo que los cubanos se han dado despues de una revolución de 50 años. Los cubanos son los que tienen que decidir qué modelo quieren. ¿Con eleccciones democráticas o cómo?, le vuelven a preguntar. Y responde: Ellos tienen elecciones, sólo que con partido único.- ¡Y se dicen antifranquistas. Y sobre todo demócratas!

El odio

 El odio tiene una fuerza incalculable. Es capaz de generar cualquier conflicto, incluso una guerra mundial. Pero sobre todo es capaz de corromper la inteligencia y la voluntad del hombre, de vacíar de humanidad toda una existencia humana.

Ayuda al Desarrollo

La oposición cree que el Gobierno de España, al reconocer errores y deficiencias en el III Plan director de la cooperación española para 2009-2012, incluye en ellos, de tapadillo, el escándalo Barceló, aquel medio millón de euros procedentes de la FAD (Fondo de Ayuda al Desarrollo), de entre los 20 millones que costó pintar la cúpula del palacio de la ONU en Ginebra. El Tribunal de Cuentas nos los dirá, y esperemos que no haya habido otros destinos, tal vez menos culturales de ese Fondo, muchas veces empleado desde su creación a potenciar más empresas españolas en el tercer mundo que verdaderas necesidades de los pueblos subdesarrollados. Pero lo más importante del Plan aprobado ayer son esas novedades para mejorar la coordinación entre todos los actores de la cooperación española y aumentar la plantilla de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo, que es el Plan de Acción para una ayuda Eficaz, junto con el Informe Anual de Acción Multilateral, para una mejor rendición de cuentas, que incluirá un Intergrupo parlamentario y la evaluación por un organismo local de los recursos destinados a cada país. Los fondos del AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo) se dirigirán a menos países, concentrando más y mejor la ayuda en los más pobres y en las áreas de los servicios sociales básicos, cultura, desarrollo y construcción de la paz. Para llegar a ese -ya mítico- 0´7 por ciento el Plan se fija como meta alcanzar el 0´56 en 2010.- Ya que ayudamos tan poco, y con tanto bombo, al menos que lo hagamos bien, y sin distraer de tan escasos fondos cientos de miles de euros para lujos de europeos ricos y satisfechos.

Unas palabras cristianas

En la homilía del funeral, celebrado a puerta cerrada, en Paluzza, el pueblo de los abuelos de Eluana Englaro, el párroco Puntel invitó a todos a bajar la cabeza con mucha humildad para pedir a Dios  que los iluminase a fin de intentar superar tantos obstáculos en la vida: Caminamos después de tanto clamor. Ahora está el silencio. Que hablen las conciencias. Y después, dirigiéndose a Eluana: Ahora tú eres libre y puedes reposar en paz. Estás cerca de Dios y, porl lo tanto, conoces la verdad.. Te pido que nos ilumines a todos y sobre todo que estés cerca de tu madre y de tu padre. Haz sentir tu presencia desde el cielo. Siempre te llevaremos en nuestro corazón. -Gracias, párroco Puntel.

Gratitud para aquellas personas

Acabo de ver en TV1 el reportaje cinematográfico sobre el 23 F, El día más difícil del rey, hecho con actores españoles de hoy. Ahora que estoy metido hasta las cejas en la historia de España desde los romanos hasta mediados del siglo XX, no me es nada difícil revivir comparando muchos momentos parecidos (nunca iguales) y sentir pena, vergüenza y alegría, sucesivamente. Y especialmente, una intensa gratitud al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, al teniente general Gutièrrez Mellado, al rey, a la reina, al general Sabino Fernández, al teniente general Gabeiras, al director general de Seguridad, Laína…, y a todos los que les ayudaron, aquella noche triste.

La paz de Haydn

A veces no sólo es bello y útil, sino necesario. Hasta para evitar el escapismo, el indiferentismo,l a tonta y falsa desesperación, o el mismo, pigre, aburrimiento. Esta tarde, la sonata 23 en fa mayor de Haydn (1773), con la siciliana melódica y sugerente del adagio y la rítmica contradanza del presto final, así como la sonata 31 en mi mayor (1776), con el allegretto barroco y preromántico, junto a otras piezas de Chopin, del mismo Hamelin y de Godowsky, interpretadas por el pianista genial franco-canadiense Marc-André Hamelin, que lo lleva todo en su cabeza, manos y pies, me han dado la paz y el gozo que ni las cacerías de políticos y jueces, las reyertas preelectorales y tan manidas entre los grandes partidos, y las excusas de malos pagadores de todos los que tienen que habérselas con la plaga de la corrupción -un mal endémico de la política española- pueden dar. Y, lo que es mucho peor, suelen quitar, por poco que nos dejemos.

Desde la Curia vaticana

No me han gustado un pelo ciertas voces salidas, en las últimas horas, de la Curia del Vaticano acerca del caso de Eluana, especialmente torpes las del cardenal Javier Lozano Barragán, antes y después de la muerte de la moribunda. Qué falta de finura, de respeto, de sentido común. Todavía le ha superado quien ha sacado a colación, como quien no dice nada, la posibilidad de una excomunión a quienes han cooperado a la muerte de la señora Englaro. Añadamos el lamento por la conducta del presidente de la República, que considero irreprochable, elogiado hasta por el mismo senador Andreotti, vaticanista donde los haya, y la entusiasta aprobación de la actuación del presidente del Consejo, Berlusconi, que en todos los años anteriores no había reparado, un sólo minuto, en el caso trágico que ahora nos conmueve a todos, y que en los dos últimos días ha querido pasar como el defensor paradigmático y universal de la vida y de la moral cristiana: él, que, según propia confesión, se ha declarado el presidente italiano más mundano y liberal de la historia, con toda una vida dedicada a la idolatría del dinero y el poder, entre otros ídolos.- Qué bien estaría en ciertos momentos, también en la Curia romana, un poco más de humildad, de autocrítica, de silencio y, sí, sí, de amor al prójimo, aunque no sea próximo.

Eluana

He seguido de cerca, a través de los medios italianos, la trágica historia. He visto y he oído de cerca la profunda división de opiniones, actitudes y actuaciones entre lo más granado de la sociedad italiana: presidentes, ministros, expresidentes, filósofos, escritores, hombres populares. He sufrido también las esperpénticas declaraciones y acusaciones de unos y otros, hablando los primeros de golpe de estado, fin de la democracia, etc., y otros de abomibale asesinato, y cosas parecidas. Hasta, tras la noticia de la muerte, hubo senadores que se arrojaron unos a otros los mayores insultos, llegando casi a las manos.- Mucho tenemos que cambiar, alli y en todas partes, para poder hacer una sociedad más humana, para poder llegar a mínimos comunes de moral cívica y seguir conviviendo. Ahora, un respetuoso silencio. Y, como decía mi primer presidente del Senado: –El que puede rezar, que rece.

Sólo vasco

Como Íñigo Urkullu, presidente del PNV, se siente sólo vasco, rechaza que la bandera de España ondee en el Parlamento vasco. Me gustaría saber antes que todo qué entiende el político vizcaíno por sentir: si el sólo sentir estricto o el completo vivir. Sea lo que sea, cualquiera puede sentirse muchas cosas a la vez: siciliano, italiano y heredero de la Magna Grecia; escocés, británico y europeo, y así indefinidamente. Sólo puede sentirse necesariamente, miembro de una sola nacionalidad, en este caso vasca, quien crea que ser eso es algo bioquímico, y, claro, el sodio no puede ser potasio, una especie de sangre no puede ser igual que otra, el níquel no es igual que el hierro, etc. Pero esa es, por fortuna, una creencia vetusta y cada día menor. De todos modos, y aun contando con todo ello, lo que debiera hacer Urkullu, con su sola lógica, es retirar la bandera vasca de todos aquellos lugares donde hay también, a veces mayoritariamente, gente que no se siente vasca, o se siente española o cualquier otra cosa. Y, en fin,  es cosa de preguntarle, si no se siente español y cree que la mayoría de su partido tampoco, qué hace actuando cada día dentro de una estructura jurídico-política española, llevando a sus diputados y senadores a las Cortes españolas, animando a su Athletic a seguir en la Liga española, hablando en español en la dirección de su partido, publicando su órgano oficial casi todo en español, etc. etc. ¡Qué distancia abismal entre la realidad y la propaganda!