Archivo por meses: mayo 2008

Arantzazu

Si aquel día, mientras se  desangraba Guipúzcoa en la guerra de los bandos, estuvo tan hermoso como estaba hoy, no me extraña que la Virgen María se le hubiera aparecido al pastor Rodrigo de Balzategui, que éste la hubiera visto sobre el espino, que la gente acudiera en masa, prenda de innumerales peregrinaciones posteriores, y que levantara la primera ermita, que acabaría en la basílica que, después de tantos dimes y diretes, fue consagrada en 1969. Hoy están jubilosos, exultantes, no sólo los espinos, sino también, con sus verdes recién estrenados, los fresnos, los avellanos, los saúcos, los tilos, los robles, las hayas. Y todas las flores pimpantes de mayo. Y se asoman con su consistente nomenclatura euskérica de piedra original, no al abismo ni al barranco, sino al santuario, las sierras calizas de Elguea, Aitzgorri, el macizo de Aloña, los picos de Aitzabal, Beitollotsa y Gaztelumaitz. Me gusta esa Virgencica pequeña, recogida, de humilde perfil gótico, sobre el espino y con un cencerro a sus pies, porque canta la “pequeñez de la esclava“, peregrina de Dios en el camino de la fe, madre cotidiana y sencilla lo mismo para un roto que para un descosido. Me gustan esas torres, sobre todo la torre exenta (que es Cristo), de piedra labrada en punta de diamante, imagen del espino, de las espinas del Hijo y de la Madre con el Hijo en brazos (la Piedad de la fachada), de las espinas de todos los seres humanos que suben hasta allí o se quedan en otros valles de lágrimas. Y esos catorce apóstoles, porque los apóstoles de verdad fueron muchos más que once y que doce (las doce tribus de Israel), vacíos ya de materia animada y repletos de espíritu (de viento divino). Y esa nave interior, esa nave que nos lleva, que es naturaleza robusta, agreste y envolvente: cielo, montaña, roca, silencio natural, canto de pájaros, rumor de aguas…, en los materiales lóseles: piedra, hierro, madera, cal, pero habitados por la gloria gozosa y silenciosamente elocuente de Dios, que echamos de menos en tantos templos, que, en el mejor de los casos, son sólo museos, estaciones de turismo, lugares de paso rápido, objetos de arte que hay que pagar para ver. Me gusta la luz indirecta y leve de todo el espacio creado, y la múltiple y contenida de las vidrieras, y la luz apagada, confidente, ocre, gris, verde-gris, del mural-retablo, que recoge y trasfigura toda la creación.

Ama Lur.
Ama Bizi.
Ama Natura.
Jainkoaren Ama:
Lur, Bizi eta Naturaren Jaunaren
Ama.

Osasuna ¡salvado!

Vuelvo a decir algo parecido a lo que dije, hace un año, con motivo del descenso de La Real Sociedad, de San Sebastián-Donostia, y la permanencia agónica del Athletic de Bilbao. Ahora es el Osasuna, el salvado. Hasta los Indar Gorri (Fuerza Roja), con sus ikurriñas al viento, se desgañitaban por la permanencia de su equipo en la Primera División de la Liga Española de Fútbol. ¿Qué serían fuera de esa Liga Española, tal vez la más famosa del mundo, junto con la inglesa y la italiana?  ¿Y hay alguien todavía que tema por la unidad de la Nación española?

Santísima Trinidad

Dios el Padre,
Dios el Hijo,
Dios  Espíritu
una cosa
es.

-¿Y quién
es
ese Dios
con tres nombres
de los hombres
(el Padre,
el Hijo, el Espíritu)?
-Tres.

Hasta aquí llegó Nicea
en su profesión de fe.

¿Esto es el cielo
al revés?

¿La unidad
de Dios por haz,
la trinidad
por envés?

Teismo,
no triteismo:
no un Dios triple,
sino trinitario es.

Mejor se entiende el misterio,
al ver
cómo actúan
 los Términos a su vez:
Tres en Uno
y Uno en Tres.

Ninguno
podría ser
quien es,
si no fuera
haciéndose proceder,
(al decir de los teólogos),
es decir,
comunicándose
eternamente los Tres.

Tres suidades,
pero idénticas
a la Realidad que es.

Y en el mundo de los hombres…,
son sus nombres de quehacer:
el Padre,
elHijo,
el Espíritu.
Cada uno
con su misión y papel.
Cada uno
dando vida por doquier.

Uno y Tres.

¿Necesidades como derechos?

Alguna vez habrá que atreverrse a decir que los derechos del hombre y del ciudadano se proclamaron por vez primera en los Estados Unidos de América por propietarios europeos de terrenos, en los que trabajaban esclavos negros, expresamente traídos para ese fin. Pero equilibrar los derechos del hombre con los del ciudadano no es cosa obvia: en aquellos Estados pioneros fue menester toda una guerra civil para aproximar los dos derechos, y ha costado dos siglos acercarlos un poco más. Muchos de los revolucionarios franceses que volvieron a proclamar y a extender derechos del hombre y del ciudadano en 1789, cometieron desaguisados sin cuento contra hombres y ciudadanos en los años inmediatamente posteriores. Y así podríamos seguir. Hoy, a todas horas y en todos los ángulos se nos habla de derechos, viejos, nuevos y novísimos según la voluntad o la veleidad, no pocas veces, de quien quiere lucirse con ellos, coronarse con ellos o servirse de ellos para alguna de la muchas imposturas demagógicas a las que cada día asistimos. Por ejemplo, en el vasto mundo de la emigración-inmigración: migración, tal vez el más delicado y sensible de todos los que forman hoy nuestra historia. Dejando esta vez los derechos de los Estados, a los que tan dados suelen ser cuando les conviene, son muchos los que, por motivos políticos y religiosos, o meramente personales, enaltecen la asistencia como criterio político; la necesidad concreta, con frecuencia desordenada e inducida, como derecho, y la ilegalidad como privilegio. Para llamar luego a todo esto: derechos del hombre y del ciudadano, caridad y hasta justicia, solidaridad y hasta cristianismo. No digo que en muchísimos casos no lo sea. Digo que no se puede jugar a embarullarlo todo, para que todo sea más confuso, más dudoso y menos creíble.

Libertad y laicismo

Me hace pensar un artículo de José Carlos Rodríguez, publicado en LD, con este mismo título. Según él, Rodríguez Zapatero no quiere solo un Estado laico, sino una sociedad laica, una sociedad en la que la Iglesia no pueda lanzar mensajes que vayan más allá del ámbito privado, que no contenga interpretación social o política alguna. Y recuerda lo escrito en el programa electoral: “Los socialistas valoramos la contribución de las confesiones [así, en minúsculas] a la deliberación pública en las sociedades democráticas, a su desarroolo ético y cultural, pero dicha contribución debe entenderse siempre subordinada a la soberanía de las instituciones democráticas, al imperio de la ley y, en definitiva, a la voluntad ciudadana mayoritaria“. Es decir, que la Iglesia no podrá lanzar mensajes que sean opuestos, según JCR, a la mayoría que sustente al Gobierno. Pero, por otra parte, se equivocan, siempre según el mismo autor, los católicos que quieren ocupar la demencial polìtica del Gobierno laicista e imponer desde el Estado su cosmovisión cristiana, que ya nunca será impuesta desde ahí: “No tienen más remedio que conformarse con la defensa de la libertad fente al Estado que quiere conformar nuestras conciencias, aunque sea con cierta hipocresía, con cierta violencia de los verdaderos pensamientos. Pero en la actualidad el único esudo que tienen frente al Estado es la defensa de la libertad“.

Ay, pobre guardia civil

          (A Juan Manuel Piñuel Villalón, asesinado por ETA en Legutiano, antes Villareal de Álava)

Ay, pobre guardia civil,
con tu uniforme y fusil.

Tan anónimo e innúmero
como tu nombre de número.

Sin sindicato y partido
para la hora del ruido.

Objeto de endebles penas
y de rotundas condenas.

Cubierto de manifiestos
más viejos que palimsestos.

Entre cruces y medallas
y hacellas y no enmendallas.

Que, pasado el funeral,
todo seguirá tal cual.

Y así tras cuarenta años
de retóricas y daños.

Y hete aqui que el adalid
prepara viaje a Madrid

para proclamar, invicto,
que, al fin, todo es el conflicto

y no hay otra solución
que la autodeterminación.

*

Ay, pobre guardia civil,
entre ese pueblo incivil.

La prueba del 95%

La prueba, la regla, tal vez la ley, del 95%. Tan constante como la prueba del 9 o la del algodón. Hoy he aprendido cuál es: que cuando alguien deja, por una razón o por otra, cualquier cargo o función públicos, se reducen en un 95% las llamadas, las invitaciones, los regalos, las amistades, los encuentros… Es decir, los contactos, las relaciones. Alguien me apura un poco más la proporción y me dice que esa cifra es sólo válida para la primera etapa tras el abandono, y que luego se va acercando al 100%. Pero, por ahora, dejémoslo en el 95%. Así, al menos, lo he aprendido hoy.- Toda una lección de realidad, y por tanto de realismo, de sentido común, de prudencia, y también de humildad.

La prostitución servida

Esos diarios y revistas, tan serios como parecen, tan democráticos, tan modernos, o tan moralistas, o tan progresistas…, casi todos ellos, excepto tres o cuatro, ganan muchisimo dinero -unos 15.000 euros al día, de promedio- en la llamada sección de relax, anunciando, publicitando, propagando, vendiendo, justificando, de un modo u otro, la prostitución. Esa nueva forma de esclavitud, de la que apenas hablan en sus páginas más dignas, que degrada a quienes participan en ella, y sobre todo a quienes de una forma más activa y libre la hacen posible. De manera objetiva, plenamente libre y, como suelen decir, racional, los diarios y revistas que anuncian, publicitan, propagan, venden y justifican la prostitución, colaboran con la explotación sexual más vil y atentan de manera continua e interesada contra la dignidad de la mujer, de la que tanto hablan en sus páginas más dignas, y contra el respeto a los lectores en general, no solamente a los niños. Total, que contra lo que dicen a cada paso, y con qué solemnidad, en sus páginas más dignas sobre la integridad, respeto y dignidad del ser humano, pisotean cada día esa dignidad, repeto e integridad, anunciando, publicitando, propagando, vendiendo y justificando… la prostitución.

Espíritu de Pentecostés

(Espíritu del Padre y del Hijo: Hech 2, 32-36)

El Espíritu, que el Padre
a su Hijo le regala,
regalándole la vida
y la exaltación más alta,
que es sentarle a la derecha
de su gloria soberana.

El Espíritu, que el Hijo
sobre los suyos derrama
haciéndoles los testigos
 de su fuerza y de su gracia,
mientras recorren el mundo
para anunciar su Palabra.

Viento divino que anima.
Viento que refresca y calma.
Viento que trae y que lleva.
Viento que mueve y arrastra.

Que Jesús es el Señor
 y su Espíritu nos salva.

Pentecostés

        “Se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos

(Hech 2, 3)

Lenguas de fuego:
fuego que habla,
lenguas que encienden
cuerpos y almas.