Libertad y laicismo

Me hace pensar un artículo de José Carlos Rodríguez, publicado en LD, con este mismo título. Según él, Rodríguez Zapatero no quiere solo un Estado laico, sino una sociedad laica, una sociedad en la que la Iglesia no pueda lanzar mensajes que vayan más allá del ámbito privado, que no contenga interpretación social o política alguna. Y recuerda lo escrito en el programa electoral: “Los socialistas valoramos la contribución de las confesiones [así, en minúsculas] a la deliberación pública en las sociedades democráticas, a su desarroolo ético y cultural, pero dicha contribución debe entenderse siempre subordinada a la soberanía de las instituciones democráticas, al imperio de la ley y, en definitiva, a la voluntad ciudadana mayoritaria“. Es decir, que la Iglesia no podrá lanzar mensajes que sean opuestos, según JCR, a la mayoría que sustente al Gobierno. Pero, por otra parte, se equivocan, siempre según el mismo autor, los católicos que quieren ocupar la demencial polìtica del Gobierno laicista e imponer desde el Estado su cosmovisión cristiana, que ya nunca será impuesta desde ahí: “No tienen más remedio que conformarse con la defensa de la libertad fente al Estado que quiere conformar nuestras conciencias, aunque sea con cierta hipocresía, con cierta violencia de los verdaderos pensamientos. Pero en la actualidad el único esudo que tienen frente al Estado es la defensa de la libertad“.