La prueba del 95%

La prueba, la regla, tal vez la ley, del 95%. Tan constante como la prueba del 9 o la del algodón. Hoy he aprendido cuál es: que cuando alguien deja, por una razón o por otra, cualquier cargo o función públicos, se reducen en un 95% las llamadas, las invitaciones, los regalos, las amistades, los encuentros… Es decir, los contactos, las relaciones. Alguien me apura un poco más la proporción y me dice que esa cifra es sólo válida para la primera etapa tras el abandono, y que luego se va acercando al 100%. Pero, por ahora, dejémoslo en el 95%. Así, al menos, lo he aprendido hoy.- Toda una lección de realidad, y por tanto de realismo, de sentido común, de prudencia, y también de humildad.