Archivo por meses: enero 2010

Haiti

Los terremotos que han asolado Haiti no son sólo una tragedia; han acabado  haciendo una radiografía de un país pobrísimo, con una minoría muy rica y depredadora, abandonado por casi todos y con un Estado casi inexistente. Donde, con motivo de cualquier grave anomalía, y no sólo terremotos, mueren masivamente los pobres que hasta entonces malvívían, quedan enterrados  masivamente los pobres, huyen masivamente los pobres, duermen a la intemperie masivamente los pobres, esperan siempre  masivamente poder comer y poder sobevivir los pobres, y temen masivamente un futuro angustioso los pobres. Los comentaristas y periodistas se esfuerzan estos días en explicarnos las causas próximas y remotas de esta tragedía y de esta radiografía: geográficas (deforestación salvaje), históricas (colonia española y después francesa), sociológicas (inmensa maayoría, esclavos negros), políticas (prematura rebelión independentista), religiosas (el vudú, etc.)… Y, al final, sin nutrición, sin instrucción, sin sanidad, sin trabajo, sin infraestructuras, sin justicia ni asomos de libertad y de buen gobierno… mueren los pobres, huyen los pobres, esperan los pobres. Los pobres, que en Haiti son pobrísimos en su inmensa mayoría. Miserables. Ante la indiferencia, la lejanía, el olvido o el desprecio de casi todos los países, de casi todas las instituciones políticas y culturales del mundo.

Cristianos palestinos

Durante la última Navidad muchos medios informativos nos han contado las principales celebraciones cristianas en Belén. Pero en Belén y en toda Palestina se ha ido reduciendo drásticamente en estos últimos años el número de cristianos, acosados por un lado por el Estado judío y, por el otro, por la mayoría creciente de musulmanes. Son ya una minoría ínfima, de la que no se acuerda nadie. Tampoco España, que abandonó hace tiempo sus derechos históricos en aquella tierra, con presencia multisecular de franciscanos españoles, a diferencia de Francia, que los conserva y defiende, como demostró el presidente Sarkozy en su reciente visita a Siria y Arabia, en la que exigió respeto para los ciudadanos cristianos. Hoy nuestro ministro Moratinos, como antes Ana Palacio, insiste en que España ayuda a los palestinos y no a los cristianos. A los musulmanes, se entiende, que son la mayoría y tienen su Gobierno propio, y que aquí son a la vez defendidos por ser minoría. La pintoresca Alianza de las Civilizaciones tiene estas cosas: una parte de la misma es claramente musulmana. La otra, ni se sabe lo que es.

En Jerez de la Frontera ( y II )

La flor de la canela, amarillenta, no es lo mejor del árbol de la canela (Cinnamomum zeylanicum), sino su corteza, que es propiamente la especia. Aqui quedarnos en la corteza y no en la flor o el fruto es acertar. Lo que vale es  el palo de canela y no la flor de la canela.
– La pasión de los andaluces, visible en todas partes, por la Pasión de Nuestro Señor el Nazareno y de su Madre santísima, invocada con todas las expresiones del dolor y de la soledad, no puede ser sólo una devoción intensa e inducida durante siglos. Supone toda una larga historia de sufrimiento, opresión e injusticia de todo un pueblo como base de la misma, que se convierte así, al mismo tiempo, en lamento, desahogo, solidaridad, protesta e intento de superación.
– Pocos símbolos comerciales tan exitosos en una ciudad española, como el Tío Pepe de Jerez, con su chaquetilla flamenca y sombrero señoritil de color rojo, manos en jarras, talle blanquinegro y la guitarra en el costado izquierdo. Símbolo parcial y lateral, si se quiere, pero omnipresente, ha logrado desplazar a los viejos olivares y molinos de aceite, a los caballos jerezanos y hasta a las imágenes más veneradas
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En Jerez de la Frontera

– Es natural y consecuente que doña María Josefa Bartemati, Viuda de Misa, pagara en 1895 la reparación de la capilla de la Antigua y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, según reza la placa conmemorativa puesta en la parte posterior del templo.


– En la plaza de la Yerba no hay más yerba que la de las hojas verdes de las jacarandas.


– La fachada renacentista del Cabildo Antiguo lleva como santos patronos escultóricos, bien que flanqueados por las cuatro virtudes cardinales, a Hércules y a Julio César. Aquellos canónigos del tiempo de Felipe II querían imitar, por lo visto, a tan grandes modelos pre-cristianos, verdaderos  genios de la fuerza y de la guerra. De las cuatro virtudes clásicas, eligieron sin duda la fortaleza.

Extra mundum nulla salus

El altísimo teólogo belga-holandés, que acaba de morir, el dominico Edward Schillebeeeckx, asesor del episcopado de Holanda durante el Concilio y después tres veces procesado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la que salió airoso, fue el autor de la expresión feliz: fuera del mundo no hay salvación, que venía a corregir-completar-superar el viejo proverbio teológico: extra Ecclesiam nulla salus. Como que el mundo es el locus (lugar) primigenio de la creación divina y de la salvación crística: no sólo el medio que salvar, sino también y sobre todo el medio insustituible con el que y en el que salvar, sin excluir a otros.

Línea curva

En política, como en toda práctica, la línea curva suele ser en la mayoría de los casos la línea más corta entre dos puntos (humanos).

Los recuerdos

Los recuerdos, orales o escritos, son casi siempre reconstrucciones de los hechos, vividos u oídos, y tanto más reconstruidos cuanto más lejanos sean en el tiempo. Cada uno construye y reconstruye según su carácter y sus dotes intelectuales. Los recuerdos son& casi siempre contaminadas fuentes de la historia.

El fondo del pozo

Nadie que mire desde el brocal el agua clara del fondo del pozo dejará de ver su propio rostro. Pero algunos creerán haber visto tan sólo el fondo. Así en la historia. Así en la vida de cada día.

ADN-ADR

Hasta hace poco se pensaba en el mundo científico que el ácido ribonucléico (ARN) era un simple mensajero del ADN, mientras ahora se le ve como un socio. Hace poco se pensaba que la molécula del ADN era el único elemento que trasmitía el secreto de la vida. Hoy sabemos que lo que hacemos, comemos y experimentamos codifica las características heredadas y modifica muestra conducta. Somos más libres de lo que creíamos hasta hace bien poco.