Sobre el 23F

Me impresiona, entre los muchos comentarios que leo estos días sobre el golpe frustrado del 23 de febrero en Madrid, las noticias, ya confirmadas, del proyecto del general Armada y sus conexiones con varios partidos políticos de derecha y de izuierda. Se nos ha olvidado a muchos demasiado pronto. La malevolencia del rey -clave, poco después, contra los conspiradores- con Adolfo Suárez, la falta de preparación política de éste (Estatuto de Guernica, vg.), la fragilidad de UCD, las ganas de poder del PSOE, la fuerza del  terrorismo de ETA, los errores de la política autonómica, los temores del ejército, golpeado por ETA.., todo esto y mucho más hizo posible aquel reblandecimiento… Pero de eso a concluir que la situación actual es parecida -como afirma el nonagenario Armada- a la del año 1981 hay un buen trecho, aunque existan varios problemas no resueltos, que pueden hacer más verosímil ese parecer, unido todo a una nueve crisis económica. Tampoco estoy de acuerdo con algunos comentaristas que piensan que el 23F terminó con una gran fuerza de centro en España, necesaria para la reconciliación nacional, en favor de dos partidos enconados entre sí, que han vuelto a resucitar la clásica lucha incivil de derecha e izquierda. UCD fue, por desgracia, una fuerza de aluvión, demasiado débil y dispersa como para durar más de lo que duró e incapaz de regir los destinos de la Nación. Lo sabemos de primera mano, por ejemplo en Navarra. UCD y Suárez han ganado peso de gloria con el paso de los años, y con el triste final de su protagonista. Le debemos todos admiración y cariño, pero la historia real es insensible con estas vivencias humanas y sigue testimoniando lo que fue, no lo que nosotros hubiéamos querido que fuera.