Se murió aquel manchego (23 de abril)

 (Fragmento)
¿Ya no hay locos
como éstos
en España?
¿Ya no hay quien nos defienda cada día
de los mafiosos y de los bandoleros?
¿Ya no hay siquiera quien se atreva
a decir en todas partes las verdades del barquero?
¿A llevar la contraria tantas veces
a dueñas, amas, duques, licenciados,
curas y barberos?

¿A salir con la lanza o la palabras
por esos mundos de Dios, por ésos,
administrados o expoliados
por labriegos
injustos
y ambiciosos venteros,
por fanáticos salteadores de caminos
y asesinos a sueldo?
¿Siempre se ha de pensar lo que se lleva,
nunca se ha de llevar
el propio pensamiento?
¿Qué libertad es ésa que se rinde
a la mentira, a la amenaza, al miedo?