Patria y sociedad

El 2 de octubre de 1933, en un discurso dramático del viejo jefe republicano radical, Alejandro Lerroux, al presentar su nuevo Gobierno, que sólo iba a durar lo que duró el debate en las Cortes y la votación que le negó la confianza, defendía la democracia de la disciplina, de la jerarquía, de la autoridad, en una situación que consideraba grave, al borde de la anarquía por la izquierda, o al borde de cualquier género de dictadura por la derecha. Y resumía así su pensamiento: Si no hay Patria y no hay sociedad, no puede haber República, no puede haber democracia, ni puede haber socialismo, no puede haber justicia, ni puede haber libertad.