Me roban el ordenador

Me han robado el ordenador en una plaza de Roma, mientras preguntaba en el kiosko por el trayecto de un autobús. Una operación perfecta de diez segundos. Lo que me obliga a escribir en un ciber-café con teclados italianos, donde faltan varios acentos gráficos castellanos, la ñ y otras finuras españolas. Que no sólo la finezza es cosa de italianos. Qué le vamos a hacer. Habrá tiempo de enmendar los errores.