La kénosis del Espíritu

El inmenso teólogo suizo Hans Urs von Balthasar escribió en 1964 un célebre artículo Le Saint  Esprit, l´inconnu au delá du Verbe (El desconocido más allá del Verbo). El Espíritu aparece allí como el soplo unido del Padre y del Hijo, misterioso y personal. El Espíritu que introduce y conduce toda la verdad. Que no habla por su propia cuenta y dice todo lo que oye. A la kenosis(humillación, anulación) del Verbo, hecho semejante a nosotros hasta la muerte y muerte en cruz, se une la del Espíritu que, tras la Resurrección de Cristo crucificado, toma la Palabra y asume  todo papel central en la comunión divina con la humanidad, hablando no de Sí, sino del Padre y del Hijo. Al primero nos enseña a llamarle cariñosamente Abba, Padre!, y a llamar al segundo, además de  Hermano,  Señor. Él es quien congrega  a la comunidad dispersa y preside su historia. Quien ootorga las palabras y la fuerza a los mártires y a los santos. Quien, derramado sobre toda carne, construye la identidad de la Iglesia y edifica una fraternidad sin fronteras de ningún tipo…