La causa de la crisis

El Consejo Pontificio por la Justicia y la Paz acaba de publicar un importante documento, en el que pide una reforma del sistema financiero y monetario internacional y una autoridad pública universal que gobierne el mundo de las finanzas. Reclama el multilateralismo no sólo en la diplomacia, sino también en favor del desarrollo sostenible y la paz. Denuncia el riesgo de una generación de tecnócratas que ignore el bien común. Pide, además, volver a la primacía de la política sobre las finanzas y la economía en general. Entre los objetivos a medio plazo propone la creación de un Banco central mundial. Pero sobre todo ataca a un liberalismo (liberismo) económico, al aque acusa de ser la causa de la crisis, y al que hay que contraponer una autoridad mundial. Sin ésta, el mundo globalizado corre peligro de llegar a ser una torre de Babel. La actual crisis económica y financiera es, según el Consejo Pontificio, el efecto devastador de las ideologías liberalistas sin reglas y sin control: Un liberalismo económico así es una forma de apriorismo económico que pretende tomar de la teoría las leyes de funcionamento del mercado y las llamadas leyes del desarrollo caapitalista, exasperando algunos de sus aspectos. Asimismo el Consejo apoya la propuesta de una tasa internacional para las transacciones financieras: Debería llevarse a cabo mediante cuotas equitativas, pero moduladas con cargas onerosas proporcionales a la complejidad de las operaciones, sobre todo de aquéllas que se realizan en el mercado secundario.