Estricta economía

Las tribulaciones y las quejas de los contribuyentes españoles ante los abusos y excesos de sus gobernantes no son de hoy. Lo cual no es un consuelo de tontos, sino puede ser acicate de listos. Nada menos que en la revista crítica y satírica del novelista y crítico social decimonónico Ayguals de Izco, Guindilla, número 20, del 22 de septiembre de 1844, podemos leer cosas como éstas:  Aboguemos todos por la disminución de los gastos hasta nivelarlos con los ingresos. Abajo esos sueldos exorbitantes que insultan la miseria general. Adóptese un nuevo sistema de administración, por el que los fondos del tesoro se vean puestos en manos puras, económicas e inteligentes. En el general agobio que sumerge a los pueblos se hunde la patria, si las contribuciones se aumentan. Levantan ya su voz protectora todas las corporaciones populares de España pidiendo un gobierno barato. No hay más áncora de salvacion que la estricta economía.