Archivo por meses: febrero 2013

Jóvenes socialistas frente a jóvenes comunistas

Era el 20 de julio de 1934. Hacía meses que el PSOE, presidido por Franisco Largo Caballero, junto a la UGT, de la que Caballero era secretario general, y la Federación de Juventudes Socialistas de España, de las que el joven Santiago Carrillo era secretario general y hombre fuerte, preparaban, más o menos secretamente, la insurrección violenta, como ellos la llamaban, a fin de conseguir todo el poder para el partido socialista. En la Casa del Pueblo de Madrid conversaban por segunda vez -la primera fue el 26 de ese mes- una delegación de la UJC (Unión de Juventudes Comunistas): Medrano, Rozado y Zapirain, y de la FJS (Federación de Juventudes Socialistas): Carrillo, Laín y Serrano Poncela. En la primera jornada de las conversaciones la pugna mayor había estado entre las alianzas obreras, que exigían los socialistas, y los soviets, que eran fundamentales para los comunistas. En esta segunda ocasión hablaron también primeramente los tres delegados de la UJC, que coincidieron naturalmente en sus argumentos: En las alianzas obreras faltaban los campesinos, los soldados, los inorganizados, la CNT… Las alianzas no habían estado presentes en las recientes grandes huelgas: de campesinoss, gráficos, metalúrgicos… En la revolución gloriosa de 1917 los obreros rusos no luchaban sólo por la insurrección final, sino primeramente por la paz, el pan, la tierra, igual que ahora en la Unión Soviética. Los soviets, elegidos por el pueblo,  eran la única forma de organización de las masas en la que podían apoyarse los revolucionarios, y así ha ocurrido en la China actual. Frente a las acusaciones de los socialistas, los jóvenes comunistas trambién defienden la revista juvenil socialista Renovación contra las recogidas de la policía, proponen la unificación de ambas milicias y de todo el movimiento sindical disperso. Luchar por reivindicaciones inmediatas, objetivo de las últimas huelgas, no es ninguna clase de reformismo, pero para ello se requiere la organización de los comités de fábrica, campesinos y soldados, base de los soviets. El  frente único que propugnan los comunistas no es sólo, como quieren los socialistas, sólo para el día de la insurrección, sino una necesidad en todo momento de los trabajadores  lo mismo para todas sus reivindicaciones inmediatas como para la conquista del poder. Tampoco, como dicen los socialistas, la huelga general es un arma mellada y, si a la huelga de los campesinos se hubieran añadido los obreros indistriales, podía haber sido un éxito, pero los socialistas no quisieron que fuera así. Reformismo es frenar la acción cotidiana de las masas obreras hablándoles sólo de la insurreccion final, vanagloriándose de ser los campeones de la toma del poder, lo que es imposible sin una buena preparación anterior. Por eso los soviets, al decir de Rozado, son una cuestión de principio fundamental para la lucha victoriosa por el Poder para los obreros, campesinos y soldados, mientras las alianzas obreras no son ni esperanza ni garantía para ello, porque  en ellas no existe la democracia de la discusión de los trabajadores de los Sindicatos. Antes decían los socialistas: Todo el poder para el Partido, mientras ahora dicen: Todo el poder para las Alianzas. Además, la direción de la revolución no incumbe a los jóvenes, sino al partido proletario revolucionario.- Santiago Carrilo fue el único delegado de las JJSS en tomar la palabra y en intentar rebatir lo dicho por sus tres contendientes, tras criticasr muy ásperamente el trato insultante y vejatorio de la prensa comunista para con los socialistas: Los comunistas no queieren compartir  el control de la revolución, sino dirigirla plenamente. Los soviets, además, no son parte de la teoría marxista, sino sólo organizaciones rusas de un tiempo concreto, que, a falta de grandes sindicatos, hicieron sus veces. Los comunistas españoles creen que el proletariado español está a la altura de 1905 en Rusia, cuando está más bien en el 1917 rojo. Por eso las alianzas son revolucionarias, tienen como fin la insurrección y no pueden perderse en otras cosas menores que las distraen: los campesinos están representados por la UGT; los soldados españoles tienen poco que ver con los soldados rusos derrotados en la guerra, hambrientos y vagabundos: los soldados españoles esperan en los cuarteles la hora de la revolución. Por otra parte, los soviets no tienen nada de democráticos: dependen de las directrices de¡  partido bolchevique. Además, en el transcurso del período revolucionario, y luego a través de la dictadura del proletariado, las concesiones democráticas serían suicidas. La huelga general no es más que un buen complemento de la insurrección.- Rozado protestó después por las recriminaciones demagógicas de Carrillo y  sus injurias contra los trabajadores de la URSS, propias de un anarquista, un antisoviético rabioso, o de un burgués. Ambos se reprocharon la falta de voluntad de unidad de acción, y cada uno de ellos dijo lo contrario. Siguió luego la polémica. Hubo, a pesar de todo, actos comunes importantes. Menos de dos años después, las dos Juventudes se unificarían bajo la secretaría general de Santiago Carrillo.


La indecencia de la felicidad

Carlos Díaz (Canalejas, 1944), a quien conocí en la editorial ZYX cuando era muy joven, es ahora un filósofo famoso  -pero mucho menos de lo que se merece-, probablemente el más fecundo del mundo, con 232 libros y 29 traducciones en su mochila prsonal. Mouneriano de toda la vida, lleva el mote de “anarquista cristiano” y duda a veces de si es católico o protestante, sabiendo, además, que algunos católicos, entre ellos varios obispos, por católico no le tienen, ni por pienso. Carlos Díaz se ha confesado con Carlos Eymar en EC y nos ha enseñado, como siempre, muchas cosas. Por ejemplo, ésta: que le parece una indecencia ser feliz: cerdo satisfecho en su buena granja. Él no teme la infelicidad, sino la infecundidad, el pasar por la vida sin hacer nada, ni por los demás ni por uno mismo. Lo importante, y lo dice con Kant en la cabeza,  no es ser feliz, sino digno de la felicidad: La felicidad no es un fin en sí mismo y la crítica al eudemonismo ya la realizó cumplidamente Aristóteles. La felicidad es el arte de crecer y de abrirte, transfundirte y sembrarte y de disfrutar mientras haces todo eso, aunque te lleve dolor, aunque no estés de acuerdo  en profundidad contigo mismo.

Refranes para estos días

– Dijo la sartén al cazo: / quítate allá, negrazo.

– Dijo la sartén a la caldera:/ quítate allá, ojinegra.

– La culpa del asno / no se ha de echar a la albarda.

– A dineros pagados / brazos quebrados.

– Las necedades de ricos / por sentencias pasan en el mundo.

– El dar y el tener / seso ha menester.

– Debajo de mi mano / al rey mato.

– Sobre un huevo / pone la gallina. 

– De quien mucho miente / huye la gente.

– Quien esperar puede / alcanza lo que quiere.

Ojo con ese pesimismo

Escribo hoy en DN un breve artículo con este título. El pesimismo público es un mal contagioso y desestabilizador, que trae la peores consecuencias. Recuerdo cómo todos los fascismos nacieron y nacen, propiciando la reacción opuesta totalitaria, del empobrecimiento o de la decepción profunda de las clases medias, inducidas y azuzadas por demagogos aprovechados e interesados. El pesimismo llega a la locura de votar al mayor botarate y demagogo -Berlusconi es el último ejemplo- o de dejar de votar a la instancia menos mala. Llamo necios e hipócritas a  aquéllos que, tras no votar, quieren desentenderse despues de la peor candidatura triunfante en las urnas. No. ¿No queréis votar a nadie? Pues ya habéis votado… probablemente al peor de todos.

Partidolatría

La corrupción no es sólo cosa de dineros. La corrupción de las personas, como la del pescado, según el viejo refrán vasco, comienza por la cabeza. Corrupción por egoísmo, orgullo, prepotencia, vanidad, desprecio del otro… Corrupción por hacer del partido (de lo propio, del grupo, de uno mismo) la patria verdadera, la comunidad superior, muchas veces el ídolo de la vida. Ahora todos los periódicos subrayan que el destituido Bárcenas, imputado en el caso Gürtel, estuvo trabajando en la sede del PP hasta hace bien poco tiempo. O que Jesús Sepúlveda, el alcalde destituido  de Pozuelo, imputado en la misma trama, sigue siendo asesor del partido.Y antes fue Camps, defendido hasta última hora. Y antes… el PSOE hizo lo mismo con los responsables de los ERE en Andalucía, hasta  el final. Y antes más… Barrionuevo y Vera fueron héroes del partido hasta después de ser juzgados, condenados y encarcelados. Y así, CIU, PNV, IU…  casi siempre, hasta que no se puede menos y hasta cuando no se puede más. Porque el partido, es decir, el interés particular de unos cuantos sigue estando por encima del interés de todos. La partitocracia. Pero antes,  la partidolatría.

La España negra

Llamo esta vez España negra a la España que cobra y paga en negro. ¿Cuántos millones de españoles han cobrado y pagado en negro desde la Transición para acá? ¿Cuántos de estos españoles acuden estos días a las sedes del PP para protestar por la España negra? ¿Cuántos de estos negros están poniendo verde, en este momento, a Mariano Rajoy?

La filosofía como esperanza

Ardía en ganas de trabajar por el bien público, pero, viendo a los que gobernaban en su tiempo -tiranos fueron algunos familiares suyos-, más difícil le parecía la tarea de administrar correctamene los asuntos públicos. El derecho y la moral estaban tan corrompidos y se multiplicaba tanto el número de leyes, que,  al ver aquella situación donde todo iba a la deriva, acabó sintiendo vértigo. El joven Platón se hizo viejo. Vio morir, condenado por un tribunal de demócratas, a su maestro Sócrates. Y fracasó también en sus intentos de convertir a los tiranos Dionisio el Viejo y Dionisio el Joven, de Siracusa. Ya lo había escrito, muchos años antes, en el párrafo 473c de La República, con esta contundencia: A menos que los filósofos reinen en los Estados, o los que ahora son llamados reyes y gobernantes filósofos, de modo genuino y adecuado, y que coincidan en una misma persona el poder polìtico y la filosofía, y que se prohíba con rigor que marchen separadamente por cada uno de estos dos caminos las múltiples naturalezas que actualmente hacen así, no habrá fin de los males para los Estados ni tampoco, creo, para el género humano.

“… tíralo al mercado de los tenderos…”

Preparo un trabajo sobre el modelo de político en Plutarco y me encuentro hoy  en su libro Politiká parangélmata (Consejos políticos) – c. 115-120 d.C.-con unos textos que parecen escritos para consolarnos de nuestras pesadumbres de hoy mismo: Despójate inmediatamente del amor a la riqueza y al dinero, que son como hierro cubierto de orín y enfermedad del alma; tíralo al mercado de los tenderos y prestamistas y apártate lejos de allí. Y comenta luego que quien hce negocios a costa del Estado es como un ladrón de santuarios, de tumbas y de amigos; es la perfecta negación de lo que debe ser el hombre público, es enteramente despreciable. Reprueba también la pasión de los honores, que suele volverse incontrolable y muy peligrosa en los políticos: De igual manera debemos moderar el afán de honores, diciendo que existe en nuestro interior un honor incorruptible y puro, que no puede mancillar la envidia y el reproche y que crece con el repaso y la consideración de las acciones y de las actuaciones políticas que hemos llevado a cabo, y que, por tanto, no tenemos necesidad de honores pintados, esculpidos o fundidos en bronce.