Archivo por meses: febrero 2013

“Las estaciones” de Vivaldi

Vuelvo a escuchar la obra más conocida y reconocida del fertilísimo  prete rosso, director del coro del Ospedale della Pietà, tan admirado por Barch, que transcribió  diez de de sus conciertos para órgano y clave. Es una de esas obras clásicas, dentro del barroco, que siempre se oyen de manera nueva y de manera nueva nos llenan de vida. Esta vez, de la mano larga del primer violín del fundador y director del conjunto Europa Galante (1990), el barroco italiano más reconocido en el mundo. Tras un concerto grosso de Corelli y la suite galante de Teleman, Burlesque de Quixotte -precedente de su ópera quijotesca-, que no conocía, he gozado intensamente la obra de Vivaldi, que me la sé casi de memoria, y  me parece una obra cumbre de la música programática o descriptiva, llena de dramatismo natural, de fuerza humana, de contraste continuo -como la naturaleza, jubilosa y terrible-, con su triple movimiento, vivo-lento-vivo, en un diálogo permanente entre el solo de violín y la orquesta de violines,  violas, bajo, violoncelos y zanfoña. Tan encantado y encantador, que hasta Rousseau lo adoptó parcialmente para su flauta. Por las cuatro estaciones pasan, reviviéndonos tantas estaciones de nuestra vida, las múltiples músicas primaverales, estivales, otoñales e invernales de los pájaros, los arroyos, tuenos y relámpagos, perros de pastor, pastores danzantes, cucos, tórtolas, jilgueros, céfiros y vientos, moscas y mscones, cazadores jocundos, lluvias, vientos, y seres humanos jugando y riendo sobre nieves y sobre hielos…  Si hubiera que elegir, me quedaría con los los allegros primeros de la  primavera y del otoño, las estaciones más bellas para los pueblos mediterráneos; el adagio mágico otoñal, y el bellísimo adagio del invierno, que nos deja ensoñados bajo la fina lluvia de enero, de la que nos despiertan sólo las escalas trepidantes del viento huracanado en forma de violines impetuosos.

Primer domingo de Cuaresma

                   
                         Luc 4, 1-13

El discípulo de Juan,
el penitente,
salido del ayuno del desierto,
no buscaba ante todo el pan de los mortales,
las delicias de una vida satisfecha.
Ni la gloria y el poder
de los reinos de la  tierra,
que conoció de cerca en la vecina Séforis,
y en los  recios mandatos sin réplica
de la Roma imperial
y  la corte corrupta de Herodes Antipas.
Ni quiso tentar al Dios de sus mayores,
dejándose llevar
de un falso celo profético,
fiándose al milagro
de su sola ommipotencia.
Había que escoger el camino directo,
y humilde, trazado por Juan,
sin la ruda aspereza del profeta encarcelado.
El Espìritu de Dios le apremiaba, impetuoso,
en su joven madurez
a compartir la suerte de los pobres
de Israel,
dejados por unos y por otros
al borde de la vida.
Y el Espíritu de Dios le llevó a Galilea,
su tierra natal,
a predicar el Reino 
del amor y la justicia entre los hombres.

“Una Realidad que supera Todo”

Cuando no se puede cambiar el mundo -escribe Juan José Morales-, siempre se puede tratar de cambiarse a sí mismo. El Dios en el que cree Lanza del Vasto no pertenece a nadie, a ninguna religión. No se le puede honrar únicamente con palabras, por más fervientes que sean. El acto o el compromiso  esla única oración que lo honra de verdad. La no violencia es la única actitud que no contradice ni a la oración ni al hombre, sea creyente o no lo sea. Teología de lo esencial es loesencial de la telogía. Filosofía y teología de la conciliación, que apela a los teólogos y a la teología a eclipsarse  ante una Realidad que supera Todo y es todo. Relación íntima del Todo.

“… lo que siempre hemos sabido”

Fue el 29 de enero de 1937, día del encuentro de Lanza del Vasto con Ghandi. Lo cuenta el primero en su libro Peregrinación a las Fuentes, escrito a la vuelta de la India:  … Aquí, ante mis ojos, está el único que ha puesto un poco de verdor en el desierto de este siglo. El que conoce la dura ley del amor, dura y clara como el diamante. El capitán de los desarmados, el padre de los parias, el que reina por derecho divino de santidad. Ha venido a mostrarnos el poder, en este mundo, de la Inocencia  absoluta. Ha venido a probar que ella puede parar las máquinas, plantar cara a los cañones, poner en jaque a un imperio. Ha venido al mundo a traernos la nueva del más allá donde no cambia nada. Esta verdad la sabíamos nosotros, los cristrianos, desde siempre. Pero entre nosotros había permanecido tan insólita, tan extrañamente contraria a todo lo que el mundo y los hombres nos han enseñado, que no sabíamos  qué hacer con ella. La teníamos entre muros de iglesia y en la sombra del corazón. Tuvo que venir él, el hindú, a enseñarnos lo que siempre hemos sabido. Y mientras que el anciano me interroga y me sonríe, yo callo, tengo que hacer un esfuerzo para no llorar…

Estrafalarios

 El presidente de Gobierno, en uno de los muchos foros a los que asiste -¿tiene tiempo para enterarse  en todos ellos de lo que allí se dice y se hace?- defendió de hecho el bipartidismo español  y se refirió con desprecio a ciertos partidos estrafalarios fuera de él. Habría que preguntarle si para él son estrafalarios los partidos confederalistas y,  un sí no es, independentistas, llamados periféricos, con los que su partido ha pactado para retener o consegir el poder siempre que ha podido. Si es estrafalario un partido como IU, marxista-leninista, en estos tiempos. Si no lo son el PP y PSOE, que tienen un innumerable bagaje de corrupción cosechado en estos 30 años de monarquía parlamentaria, y todo un cortejo de militantes, de todas las graduaciones, haciendo cola ante los juzgados. ¡A ver si  van a ser estrafalarios solamente UPyD y Ciutadans, que no hacen más que crecer y les van cantando las verdades del barquero a todos los demás partidos, que de una u otra manera,  unos más y otros menos, han ido corrompiéndose -parcialmente, ya se sabe- en toda clase de poder!

Camino de reconciliación

Andaba yo pensando en que nuestra falta del sentido del pecado, de infidelidad para con Dios, proviene de nuestra falta de religación con Él (la verdadera religiosidad), de su cercanía e intimidad, cuando, leyendo la vida del Hermano Roger de Taizé, me encuentro con este anuncio del Concilio de los Jóvenes durante la Pascua de 1970, que me parece el mejor programa no sólo de la Cuaresma, sino de toda la vida, que no es otra cosa que la espera de la Pascua definitiva: ¡Cristo resucitado viene para celebrar una fiesta en el interior de los hombres! Él nos prepara una primavera de la Iglesia, una Iglesia desprovista de medios de poder, dispuesta para compartir con todos, lugar visible de comunión para toda la humanidad. Él nos dará la imaginación y el valor necesarios para abrir un camino de reconciliación. Va a prepararnos para dar nuestra vida para que los hombres nunca más sean víctimas de los hombres.

Tres pre-cursores. Tres con-ductores

Me envía mi admirado Juan José Morales, profesor, escritor e historiador aragonés, tres libritos azules, bellamente editados por la editorial Mounier, de Madrid, en su colección Sinergia, con preciosos prólogos y apurada bibliografía. Sobre la vida y obra de tres grandes pre-cursores que fueron en su tiempo, a veces muy solos,  y tres grandes con-ductores de hombres, en que han devenido hoy: María Montessori, o la Pedagogía por excelencia; Lanza del Vasto (de quien el autor fue discípulo directo en España), o la No-Violencia, y el Hermano Roger de Taizé, o el Ecumenismo intercristiano.
Pero no digo más, si es que no he dicho bastante, porque tengo prisa por leerlos, meditarlos, internizarlos, hacerlos míos, hacerlos conocer… Tres regalos para la Cuaresma. Tres regalos para la vida.

Ejemplar Benedicto XVI

Ejemplar me parece ante todo la dimisión inesperada de Benedicto XVI. Y con la conmoción que me causa, igual que al mundo entero, me uno al coro casi unánime mundial expresando mi admiración y mi gratitud a este magno pontífice de la teología, de la fe, de la espiritualidad y de la cultura, que ha querido dejar paso al sucesor más joven y de otro talante quizas, que le imite y le complete, y que haga lo que el papa Ratzinger no puede hacer. Cansado, decepcionado y amargado por la pederastia en la Iglesia y por la lucha de poderes en la Curia, no es que se ha rendido, sino que no ha podido hacer más: problema  que trasciende a su persona. Gesto revolucionario en la historia moderna de la Iglesia, irá unido para siempre a su vida y a su obra. Deus benedicat tibi, Benedicte.

Reaparece Anguita

En uno de los programas televisivos estelares del sábado reapareceió ayer Julio Anguita, el ex coordinador inolvidable de la primera Izquierda Unida, coalición izquierdista en torno al eje del Partido Comunista de España, del que Anguita era y es fervoroso militante. Con su estampa de romano de la Bética, su bonhomía, su didactismo, su utopía rampante. Lo que pasa es que el marxismo-leninismo comunista más que utopía es un horror y es difícil creer algo a quien todavía crea en él. Una nota atenuante es que no se entienda bien con su partido, por ejemplo en el caso de los escandalosos ERES de Andalucía. En cuanto al derecho de autodeterminación, que defendió como todos los leninistas – ¡ay aquel falso derecho de autodeterminación en la URSS!-, se equivoca redondamente si sigue creyendo que la expresión “pueblos” de los Pactos de la ONU, de 1966, pueden aplicarse a regiones, provincias, cantones, territorios o comunidades autónomos. Si así fuera, no existiría la ONU.

Decálogo del joven socialista

Lo publicaba, en febrero de 1934, la revista de las Juventudes Socialistas, Renovación, e indica bien cuál era la situación política y cultural de entonces. Además del uniforme, saludo, modos de formación, etc., rezaba o cantaba el artículo 4º: … Manifestarse militarmente, para  que todas nuestras actuaciones lleven por definición una atmósfera de miedo y de respeto.  Art. 5º:  Cada joven socialista en el momento de la acción debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente de él dependiese la victoria. Art. 7º: Hay que acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna es un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido como asimismo el jefe de cada grupo. Art. 8º:  La única idea del joven socialista grabada en su cerebro es que el socialismo solamente puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propague lo contrario, que tenga todavia sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente. Art. 10º: Y sobre todo esto: armarse. Como sea, donde sea “y por los  procedimientos que sean”. Armarse. Consignas: ármate tú, y al concluir, arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar al enemigo.