Archivo por meses: marzo 2007

Clases de religión

Ya están de nuevo los Savater, los Cebriain, los Peces Barba, los editorialistas de EP… criticando no sólo la sentencia del TC sobre los obispos y los profesores de religión (que, por cierto, ha sido “un alivio” para el Gobierno), sino yendo mucho más lejos, criticando la satisfacción y preocupación de los obispos, los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado, de 1979, y, sobre todo, la clase de religión en la escuela pública, que para ellos es igual a laica. Sin que les importe a alguno de ellos saltar por encima de los artículos de la Constitución que les molestan; ellos tan fieles al código supremo en otros casos y para otros objetivos. ¡Pero una clase de una paparrucha como la religión, que no es ni siquiera un conocimiento ni una disciplina científica, sino una devoción…! Ahora bien ¿son acaso una disciplina científica la poesía, la música, el arte en general, o lo es acaso la filosofía, y todo aquello que tiene algo que ver con los más altos interrogantes y más profundas inquietudes de la inteligencia humana, no sólo de la razón? ¿Qué hacen dentro de la escuela?

La cruz de Tapies

Visitando la cuarta planta del Museo Reina Sofía, de Madrid, me detengo ante la importante obra exhibida de pintores españoles de la talla de Viola, Saura, Tapies, Rivera, Gordillo, Muñoz, Barceló, Valdés, Canogar…Entre la curiosidades, oigo al mismo Tapies explicar el significado de las cruces, habituales en sus cuadros. Comenzó, nos dice, trazando cruces después de la guerra, cuando España se le representaba como un cementerio, y acabó entendiéndolas como “un símbolo universal de las coordenadas del espacio”. Sabiendo esto, contemplo el cuadro titulado Díptico de la cruz (técnica mixta sobre entrechapado): una gran cruz griega dibujada con trazos negros e irregulares en fondo blanco, con dos desconchados ocres en los extremos. No veo nada, no encuentro nada: ni el espacio siquiera. Y me deleito en el encanto próximo de Los libros, de Manuel Valdés, cortados por él mismo de la carne aún viva de los árboles comprados en US, y colocados en esa biblioteca fantástica, digna de Borges.

Celebración del Amejoramiento

Gratitud, alegría, emoción, serenidad y voluntad de futuro, esta mañana en la celebración del XXV aniversario de la firma del texto del Amejoramiento (8.3.1982), que iba a ser votado en el Parlamento Foral, una semana más tarde. Muchos colegas de aquel tiempo, casi todos, excepto los ya fallecidos, a quienes recordamos con mucho afecto. Nadie de los partidos nacionalistas vascos e independentistas, que estuvieron ausentes entonces o votaron en contra. (¿Es esta una actitud democrática?¿Con ellos puede alguien pensar gobernar?). En los corrillos y en el almuerzo posterior, restringido, amplia y franca conversación, sobre todo entre políticos de la mayoría política navarra, independientes (como yo mismo) y socialistas, incluida la secretaria de Estado presente en nombre del Gobierno, que ha hablado muy bien y ha sido siempre sensata y discreta. Lástima que no nos haya escuchado el Consejo de Ministros en pleno. Porque, según cuenta, de primera mano, gente venida de Madrid -los había muchos-, el presidente del Gobierno de la Nación sigue pensando que la cosa se arreglaría, si Navarra y Euskadi se pusieran de acuerdo; si los navarros no se opusieran al “órgano común permanente”, y cosas así. Es decir, como en los peores momentos de 1977-78, antes del Amejoramiento. Lo que revela que eso es moneda corriente de conversaciones y negociaciones. Tal vez nada más, pero tampoco nada menos. En fin, ¿recibirá por fin JLRZ a nuestro presidente foral en la Moncloa, en los próximos días, y dará a los navarros una cumplida satisfacción? Sería un regalo del XXV aniversario del Amejoramiento del Fuero, más valioso aún que el que nos han entregado hoy a varios de nosotros.

Gobierno de coalición

Vengo de un seminario en una joven universidad madrileña.donde he expuesto, más que defendido, mi propuesta reciente, hecha públia en ABC y DN, de un próximo gobierno de coalición entre el PSOE y el PP a fin de superar los graves obstáculos tradicionales de los últimos años. Catedráticos, profesores, empresarios, altos funcionarios…, incluido un ex ministro y un ex senador, han manifestado en las mesas redondas unas vivencias generalizadas, con las explicables excepciones: 1) el deseo de ese gobierno de coalición, de cualquier forma que se haga; 2) la convicción de que en estos momentos y con este gobierno eso es moralmente imposible; 3) la preocupación por la suerte de Navarra, si continúa la negociación con ETA-Batasuna. Yo he dicho, pobre de mí, lo que he podido, cumpliendo mi oficio (mi deber). No se trata de optimismo o pesimismo, sino de una necesidad. Y en otros países se ha conseguido. No es una utopía. Ni una “perla”, como alguien ha comentado frívolamente.

Frente a la crispación

Es evidente la crispación -palabra de moda- en ciertos sectores españoles, no en toda España, ni mucho menos. Crispadores son sobre todo muchos políticos y periodistas, no se sabe a veces quiénes más, quiénes menos. La Iglesia, por supuesto, no debiera tener a su cargo crispadores de oficio, ni identificarse con crispación alguna, que nunca puede equipararse a una firme y juiciosa actitud ante cualquier tipo de acontecimientos. La historia de España nos enseña cuán difícil es a muchos españoles entender las razones de los otros, antes de condenarlos o de enfrentarse cívicamente a ellos, y respetar al menos las convicciones, los deseos y los sentimientos legítimos, distintos de los suyos propios. Tras el Concilio Vaticano II y la encíclica de Benedicto XVI, Deus caritas est, resulta más fácil entender que el cristianismo es una religión de amor, incluso, ay, para los enemigos, como nos recordaba el evangelio de la misa hace un par de domingos. Y el cristianismo, dejando a cada cristiano la libertad debida en sus opciones temporales, tiene hoy también la gran tarea de conntribuir a la reconciliación entre los ciudadanos, en España y fuera de España, y de articular de la mejor manera posible la variadísima diversidad de los hombres de nuestro tiempo.

Ciudad Juárez

Hay veces en que una buena noticia nos informa de su correspondiente mala noticia. Eso me ha ocurrido cuando he leído al azar sobre el III Premio Internacional Abogados de Atocha, concedido por el Gobierno de Castilla la Mancha a la asociación Nuestras hijas de regreso a casa, de Ciudad Juárez (Méjico). Me he metido en su página web (www.mujeresdejuarez.org) y he visto con horror lo que no me imaginaba, lo que no hubiera querido ver. La asociación nació en 2001, cuando muchas madres, padres y familiares habían perdido ya muchas hijas, hermanas, sobrinas, primas, todas jóvenes y casi siempre guapas, que después habían sido torturadas, mutiladas, violadas antes / o después de ser asesinadas y arrojadas por ahí. Desde 1993 son ya 460 mujeres asesinadas y más de 600 desaparecidas, casi siempre en el trayecto entre el trabajo, la escuela y la casa. ¿Cómo es esto posible? Pregunta inútil. Hoy mismo sigue siendo tabú. Quien habla de eso, y sobre todo quien lo denuncia, corre el riesgo de que le insulten, le excluyan, le amenacen, o le quiten el aliento. Cuanto más tiempo pasa, la impunidad aumenta. Ni empresas ni autoridades parecen hacer algo para garantizar la seguridad de las mujeres.Otro crimen múltiple de lesa humanidad, casi oculto y desconocido tal vez por casi todos. ¡Y muchos de nosotros, entretenidos hasta hace poco con la reyerta pública y cotidiana entre los candidatos a la presidencia de la República..! ¿Habrán visitado los dos contendientes esa negra Ciudad Juárez y habrán hablado con esas mujeres que acaban de recibir ese bendito premio en Toledo?

La Cuaresma con los Cuarenta

La Cuaresma es algo todavía más que oración, ayuno y misericordia, según el célebre comentario de San Pedro Crisólogo. La Cuaresma -hablemos mejor en lenguaje simbólico- es desierto y es perdón, encuentro y luz, esfuerzo y silencio, y sobre todo cruz y triunfo liberador. Hace un año -lo decía con sorpresa y gozo también en esta bitácora recién estrenada- encontré una manera muy real y cotidiana de vivir los cuarenta días de la Cuaresma con los los cuarenta países más pobres del mundo, a través de la página web de la Familia Marianista en España (www.marianistas.org). Una información básica de cada uno de ellos, con mapas, fotos, gráficos, sinopsis y principales datos e indicadores, servidos por la Guía del Mundo (www.guiadelmundo.org.uy), obra del Instituto del Tercer Mundo, editada en español por la editorial marianista SM, se completa con una serie de t historias, testimonios de vida, relatos literarios, etc. , procedentes mayormente de la revista Mundo Negro y del archivo de los Misioneros Combonianos. Una forma, tan nueva como eficaz, de vivir este tiempo fuerte para todo cristiano que quiera seguir siéndolo aqui y ahora.

“Un logro que revaloriza la pelea”

Por muchos eximentes políticos y sociales que se vean o se quiera ver en la decisión del Gobierno en el caso del terrorista etarra, autor de 25 crímenes, en huelga de hambre, no arrepentido y amenzante, enviado a su casa, la imagen final es la de un chantajista que se sale con la suya, la de ETA triunfante -no hay más que oir la declaraciones de sus edecanes-, la de un Estado débil cuando no humillado, y la de un Gobierno negociador más que compasivo. Ha sido la medida que ha colmado el vaso de la indignación de la asociaciones de víctimas y varias plataformas cívicas, que llaman públicamente a la respuesta y rebelión cívicas, piden la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas. En medio de todo este deteriorado panorama, sigue impresionándome la biografía de este pobre canalla. Hijo de médico militar, condecorado tres veces en la guerra civil y falangista activo, y de madre hija de militar nacida en Tetuán; hermano de una mujer, a cuyo suegro, comandante, asesinó ETA en 1977; vecino en Legazpia de niños hijos de guardias civiles con los que jugaba; soldado en Alcalá de Henares; agente “españolista” de la Ertzaintza… ¿qué ha ocurrido en su alma, en su vida, para llegar a tan infame degradación humana? ¿La rebelión freudiana contra el padre? ¿El complejo de inferioridad del inmigrante castellano en Legazpia y San Sebastián? ¿El rechazo de todo un mundo heredado que el odio convierte en otro mundo contradictorio al pie de la letra? ¿El hechizo de la violencia, de las armas, de la sangre y de la muerte, a juzgar también por sus increibles comentarios en la prisión? Lo peor de todo, siendo lo anterior tan malo, es que este ejemplar vesánico pase de ser mártir a héroe, justifique por su parte la historia de la banda asesina y sirva de guía a los que le siguen: “Un logro que revaloriza la pelea“, ha resumido uno de los dirigentes de una asociación en favor de presos etarras, denominados “presos políticos vascos“.

“Este diosecillo…”

El profesor de la UPV y miembro de Gesto por la Paz, Pedro Luis Arias Ergueta, ha escrito un razonado, aunque poco crítico, pliego en la revista VN, titulado Una lectura creyente del conflicto. Tras resaltar en sus conclusiones la contribución de las comunidades cristianas en el País vasco, advierte también la tardanza de la reacción pública, la muy lenta toma de conciencia de la necesidad de acercarse a las víctimas del terrorismo, y la que me parece más grave de las carencias y hasta perversiones, que el autor llama, modosito, “sombras”: “Una tarea educativa en valores que, en determinados casos no ha vacunado contra el virus de la intolerancia o contra la sustitución del Dios cristiano por una sacralización del denominado pueblo vasco. Este diosecillo, en vez de morir en la cruz a manos de los poderosos, ha servido de pretexto para asesinar en su nombre, como esos ídolos sangrientos que tanto escándalo nos producen cuando repasamos las mitologías de pueblos antiguos”.