Una nueva laicidad

Hoy que llega a Madrid el ministro francés de Interior y de Cultos, y candidato de la mayoría francesa al Elíseo, Nicolas Sarkozy, para hablar sobre inmigración en Europa, bueno será recordar que acaba de traducirse al español su libro La República, las Religiones, la Esperanza, compuesto con las conversaciones del ministro con los periodistas Thibaud Collin y Philippe Verdin. En este libro el ex inmigrante húngaro, casado con una española y católico de confesión, enuncia y promueve una profunda revisión de la relación de los Estados occidentales con las religiones y propugna, sobre todo en Francia, una laicidad que favorezca la práctica religiosa en vez de una laicidad pasiva que las ignore o un laicismo amargo o agresivo que las desprecie o las arrincone. Alegra ver, y sobre todo en la Francia jacobina o escépticamente chiracquiana, alguien que se atreva a hablar de algo más que de elecciones, mayorías, cuotas lecheras o vinícolas, perspectivas financieras, fondos estructurales o políticas de inmigración.