Qué suprimiría de la Iglesia

Conocí la revista El Ciervo, creada y dirigida por el admirable hombre y poeta, Lorenzo Gomis (junto a Rosario Bofill y los otros Gomis) siendo todavía joven. Durante años escribí en ella. Llegó un momento en que pensé que su actitud no era la que tenía que ser de cara al terrorismo etarra, a sus víctimas, y a los partidos y movimientos tibios y hasta complacientes con él. Y lo dejé. Tal vez exigí demasiado. Hace unas semanas, me pidieron de la misma revista que respondiera brevemente a una encuesta sobre qué conservar, qué añadir y qué suprimir en la Iglesia. En mi respuesta reflexiono sobre la tradición apostólica del mensaje de la fe (tradición: entrega) y sobre la necesidad de continuar, renovándola, esa tradición. Y, al final, cuando me toca decir qué suprimiría de la Iglesia, escribo:”Suprimiría, si la mayoría de los miembros activos de nuestra Iglesia estuvieran  conformes, todo aquello que no es fiel tradición evangélica y todo aquello que a lo largo de los siglos ha ido oscureciendo y perjudicando esa misma tradición. Pero antes haría un esfuerzo “infinito” por convencer a quien no lo estuviera sobre esa supresión. Estamos ante un asunto muy sensible y decisivo, y sólo cristianos intachables pueden ser mensajeros convincentes de esas reformas tan necesarias de suyo“.