En la vieja Audiencia -¡los Doce Linajes!- de Soria hablé ayer de la poesía “con apoyo de Gustavo Adolfo Bécquer” y no llegué a tiempo para llenar mi bitácora diaria. Me invitó mi amigo el fiterano Jesús Bozal, escritor y director de la Escuela de Idiomas, organizadora de las Jornadas Literarias en honor del mejor poeta español del siglo XIX, casado con una soriana y que allí también vivió un cierto tiempo y escribió memorables leyendas. La poesía, y este fue el núcleo de mi conferencia-recital, es el otro lenguaje, el que sustituye, por diversas modificaciones, el lenguaje común, conceptual, general, lógico y abstracto. Buena ocasión, además, para recorrer esta hermosa ciudad, muy crecida y parcialmente estropeada, admirada y elegida por Bécquer, Machado o Gerardo Diego: Santo Domingo, los dos San Juan, San Pedro, San Saturio, Santa María la Mayor, el Duero, el Parque de la Alameda, el Castillo, el Mirón, el Museo Numantino, el Valonsandero… “Primavera soriana, primavera…”