Lo que diga el PNV

En la historia de la Iglesia, vemos y oímos con frecuencia hacer y decir a muchos obispos, en asuntos políticos que no son de su competencia, lo que quienes les nombraron o impulsaron su nombramiento hacen y dicen. En tiempos actuales aquella mala costumbre se ha conservado en algunos casos, donde los obispos se acomodan fácilmente, según una vieja costumbre, al entorno político que mejor les trata y resguarda. Es el caso del obispo de San Sebastián y antiguo de Zamora, muy piadoso, muy espiritual, muy culto, pero incapaz no ya de espíritu profético alguno, sino hasta del sentido de la autonomía más elemental. No es la primera vez que el prelado donostiarra hace y dice lo que hace y dice el PNV. Nadie le mandaba, ni le exigía, ni siquiera le rcomenaba que, en medio de una campaña electoral, diera su parecer particular sobre la ilegalización de unos partidos fantasmas, que no son sino la nueva carátula de HB, el partido político de ETA. Pues, no, había que decir lo que dice el PNV, como de costumbre. Algún político le ha dicho broncamente que, si ETA matara a obispos, tampoco habría que legalizar a los partidos políticos de la banda terrorista. ¡Y luego se quejan algunos de ciertos antilericalismos. Y otros siguen denostando al nacional-catolicismo español! Ay, ené…