La locura y la inocencia

– Algunos estoicos consideraban la locura no como una demencia, sino como una forma de inocencia. Los que, según ellos, tenían la cabeza vacía, la tenían limpia como para que el pneuma (espíritu) entrara en ella y pudiera expresarse con toda libertad. La psiquiatría moderna, guiada por criterios empíricos, ha hecho parcialmente suyo aquel antiguo principio. Por eso muchos de los viejos manicomios han sido clausurados y a veces sustituidos por hospi tales.


– Quien intenta restaurar un cierto pasado está intentando instaurar un cierto futuro.


– Todo símbolo genuino contiene la ya la presencia de lo que simboliza. Es una revelación, una epifanía de su mensaje, de su sentido. Todo rito cultual, civil o religioso, es presencia y comunión. Cruces, iconos, banderas, retratos, músicas… son trasmisores reales de una realidad trascendente.