Ignacio de Loyola Arana

En el salón de actos del Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, y organizado por la SEHN (Sociedad de Estudios de Historia de Navarra), hemos celebrado hoy la memoria de nuestro amigo y colega Ignacio de Loyola Arana, guipuzcoano, residente Navarra y casado con Ana Ugalde, historiadora navarra en Viitoria, profesor en el campus universitario de Álava y experto sobre todo en la historia económico-social contemporánea de Vizcaya. Algunos ilustres historiadorses, como Ignacio Olábarri, su maestro, que le conocieron bien, nos han dado la lección que Ignacio no pudo darnos. Le conocí de cerca en la Junta de la SEHN, de la que fue presidente en 1993-94, siendo yo vicepresidente, y juntos llevamos a cabo muchos proyectos en el campo de la promoción y difusión de nuestra historia: ciclos, conferencias, libros, cursos, obras colectivas… Juntos ideamos y redactamos, con otros historiadores de diversas procedencias, la historia de nuestra Transición. Un día, despues de una conferencia  mía en el Ateneo sobre los mitos griegos, inició una conversación trascendente, y, dado su carácter reservado, me sorprendió un tanto. Estaba yo lejos de saber que durante muchos años trabajaba  discretamente en el Teléfono de la Esperanza, donde a tantas cuestiones trascedentes debió de hacer frente. Minado por la enfermedad, siendo todavía joven, la afrontó serenamente y, perdida buena parte del dominio del habla, tenía tanto interés  por pronunciar bien las palabras que le señalaba el logopeda como, años antes, por preparar bien las clases. Otro día, volvió a llamarme, en presencia de su esposa, pra hablar a cielo abierto sobre la muerte, la vida, Dios… Todo. Nos cambiamos algunos mensajes y libros. Hoy, en un saldón de actos abarrotado -¡siendo sábado y en Huarte!- la SEHN no sólo ha hecho justicia a uno de sus hisroriadores y presidentes. Nos ha dado una buena lección de humanismo pleno.