Dios como problema

El buen escritor y periodista que es Juan José Armas Marcelo escribe hoy en su columna en ABC nada menos que sobre Dios. Para quienes creen en Él a pie juntillas o para quienes no creen en Él de esa misma manera, Dios, piensa el novelista canario, no es problema. Sólo lo es para los que, como él, según confiesa, unas veces creen y otras no, o creen en parte y en parte no, o para los que dudan algunas veces de su existencia y, otras, creen que probablemente exista, que son tal vez, en secreto, una gran mayoría.- No sé qué es Dios para quienes no creen en Él. Lo que sí sé que para quienes, por su gracia, sí creemos, queremos creer, pensamos que creemos en Él, aunque creamos tan tibiamente, Dios no sólo es un problema (algo que se nos pone delante), sino que es mucho más: un misterio, que nos envuelve por entero. Lo que no es nada fácil ni cómodo, ni para el pensamiento ni para la voluntad ni para el sentimiento, es decir, para todo nuestro ser, aunque sea al mismo tiempo tan humano, tan gratificante, tan plenificante, a la vez que exigente. Y por eso cada día la oración -el suspiro, el clamor- que nos sale del alma no es otro que el del ciego curado por Jesús: creo, Señor, pero aumenta mi poca fe.