Me viene a las manos aquel libro escrito por José María Irujo y Jesús Mendoza, Comisión ilegal: Negocios y sobornos al amparo del Estado (Madrid, Temas de hoy, 1996), que no había leído y devoro en unas pocas horas. Aunque algunos de estos lances me son bien conocidos, por desgracia, con el buen estilo de los autores y las numerosas y detalladas noticias, vuelven a conmocionarme. La mayoría de las páginas se centran en las andanzas de Roldán, Esparza y Paesa en los últimos ochenta y primeros noventa, rodeados de algunos políticos navarros y no navarros, banqueros, empresarios, diplomáticos, arquitectos, guardias civiles y policías de alta graduación…, en una vida loca de concesiones injustas e ilegales de obras públicas, “mordidas”, engaños, mentiras, escándalos, creación de sociedades falsas, apropiación del dinero público, depósitos en paraísos fiscales, tráfico de influencias, cohechos, sobornos, despilfarros, abusos de autoridad, lujos y excesos de todo tipo (negocios, viajes, coches, joyas, residencias, fiestas). Corruptores y corruptos. De uno solo sabemos que todavía pase algunas horas en la cárcel. ¿Han sido juzgados todos ellos? ¿Todavía dirigen empresas de construcción, son consejeros, directores generales, siguen en partidos democráticos o en algún cuerpo de seguridad, han devuelto el dinero robado y los bienes adquiridos con él, han pedido siquiera excusas? Si no un libro, fuera útil de verdad que los dos autores escribieran un nuevo reportaje sobre las andanzas actuales de aquellos andarines desvergonzados y delincuentes. ¡Aquí, aquí, “la memoria histórica”! No sea que algunos, por falta de “memoria”, estén copiándoles el guión, sin saberlo.