Cada vez menos cristianos en Tierra Santa

       Como si no bastaran las guerras continuas entre palestinos y judíos en este último siglo, las intifadas, las represiones continuas, los estados de excepción, los bombardeos, los muros de separación…, que han hecho salir de Israel y Palestina a miles de cristianos entre las decenas de miles de huídos…, resulta que cada día se hace también muy difícil a los seguidores de Jesús de Nazaret continuar en Israel a causa del desprecio, del acoso, de las amenazas de los judíos. Ya sólo quedan 150.000 cristianos en Palestina y 50.000 en Israel. Mil cristianos abandonan este país cada año, según el ministerio del Interior, debido a la falta de oportunidades. Un día aparece en los muros de un convento franciscano la pintada de bastardo dedicado a Jesucristo; otro día, el letrero Muerte a los cristianos, en un monasterio greco-ortodoxo; un tercero, el apedreamiento de un centro de oración de la comunidad baptista, o de Jesús es un mono, en la pared del monasterio trapense de Latrún, junto al intento de quemar una puerta exterior… Y así hasta casi un centenar de atropellos en tierras israelíes o palestinas bajo la etiqueta del price tag (precio que tienen que pagar los gentiles, por habitar en tierras propiedad de judíos), sin que haya habido un solo detenido, y sólo palabras benevolentes por parte de las autoridades. Para no hacer interminable la lista de recientes desaguisados cometidos contra los cristianos, añadamos que, según casi unánimes testimonios de unos y otros, la tolerancia de los años 70, 80 y 90 ha ido desapareciendo, y, junto a las continuas confiscaciones de tierras, amenezas de los colonos extremistas y la demografía rampante de los ultraortodoxos, crece la base étnico-religiosa del mismo Estado de Israel. Baste sólo el dato del Instituto Smith: el 46% de los judíos desconoce que Jerusalén es también una ciudad santa para los cristianos.