“A quién obedece el fiscal Maza?”

 

         Así termina el director adjunto de La Vanguardia, Enric Giuliana, un periodista de reconocido prestigio, que vive en Madrid, y a quien yo le sigo desde hace mucho tiempo. Pero hoy ha cometido un grave error con esa última pregunta. Porque no sólo anima, sino que hasta obliga a preguntarse a cualquier lector, esté o no de acuerdo con lo que sostiene en su artículo el periodista catalán: ¿A quién obedece el periodista Giuliana? (¿Al director de La Vanguardia? ¿A su propietario, el condé de Godó? ¿Al partido político, al que vota (sea el que sea)?. Y así podríamos seguir, poniendo en duda, torpemente, su profesionalidad y su ética.