Archivo por meses: octubre 2010
La homilía
Las SICAV y la fuga de capitales
Ninguneo peneuvista
Canto a los mineros de Chile
He visto salir de la cápsula mágica,
que subía de la mina San José,
uno a uno,
los 33 mineros chilenos enterrados,
ahora resurrectos
de una muerte inminente,
por la gracia y fervor de todo un pueblo.
Ángeles doloridos
anunciaban jubilosos
la buena noticia a todo el mundo.
Pocas veces contemplamos
con mayor alegría
la potencia del hombre fraterno
sobre errores humanos
o la fría la indiferencia de las leyes naturales.
Algunos mineros besaban la tierra
que habían temido no pisar;
adoraban a Dios
o hacían la cruz sobre su cuerpo.
Dios sin duda celebraba la victoria del Hombre.
Y Chile, azul de cielo y mar,
premiado por su gesta,
era toda una banda vertical, engalanada,
sobre el pecho gozoso de la Tierra.
Entre Copiapó y plaza de Lima
Día de la Hispanidad
Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda,
espíritus fraternos, luminosas almas ¡salve!
(…)
Únanse, brillen, secúndense tantos vigores dispersos,
formen todos un solo haz de energía ecuménica.
Sangre de Hispania fecunda, sólidas, ínclitas razas,
muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo.
Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente
que regará lenguas de fuego en esa epifanía.
(…)
Y así sea esperanza la visión permanente en nosotros.
¡Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda!
(Rubén Darío, Salutación del optimista)