Archivo por meses: enero 2009

Un negro en la cima del mundo

Por encima de lo que haya dicho y hecho Obama, por encima de lo que se espere que diga y haga en el futuro, que no es moco de pavo, en el fondo de tanta expectativa, de tanta esperanza clamorosa, de tanta conmoción mundial, como no se conocía hasta hoy, está el hecho de que -nos guste o no decirlo así- un negro,joven además, haya llegado al vértice político del mundo, al máximo poder humano en el planeta Tierra. Aunque no sea del todo negro y no proceda directamente de una familia de esclavos.Y todo esto en los Estados Unidos de América, donde hace siglo y medio hubo una guerra atroz por razones de color-esclavitud-pobreza y donde hasta hace bien poco, los negros y seminegros vivían en situaciones de clara discriminación en casi todos los niveles de la vida. Para muchos, Obama es la reencarnación, el heredero, el sucesor de Martin Luther King, la memoria mas querida del país y tal vez del mundo. ¡God save America!

Amor como pura química

He leído esta última tarde en la portada de EP com, entre otros epígrafes: Cuando el amor es pura química, Javier Sampedro. Y como sub epígrafe, en letra menor: La testosterona dispara el deseo y la oxitocina mantiene la fidelidad. Y ya antes de entrar en el interior de la noticia, no puedo menos de preguntarme: ¿Y qué entenderá por amor este señor Javier Sampedro o quien haya titulado así el notición? 

Hegel y el crucifijo

He leido y leo de vez en cuando a Gustavo Bueno, pues, aunque no me entusiasma su prosa, me gusta su mucho saber y también su sentido del humor. También su audacia libérrima, nota capital de un verdadero filósofo, y en no pocos casos su valentía. Me han interesado en los últimos tiempos sus reflexiones patrióticas contra corriente y menos su materialismo filosófico que, ya se sabe, no me convence ni me seduce, aunque siempre aprendo mucho de él. Leo ahora unas declaraciones suyas sobre la triste retirada del crucifijo de un centro escolar en Castilla-León, que él tacha de absurda y como punta de lanza de una propuesta del partido del presidente Zapatero. El crucifijo -dice Bueno- es un símbolo histórico, teológico y artístico, que forma parte de nuestra cultura. Quitar el crucifijo es quitarse el vestido. Los que lo defienden [el que se quite] son unos indoctos. El que haya leido no a Santo Tomás sino a Hegel sabe que el cruciifijo no se puede quitar. Se refiere también a la Iglesia, verdadero tabú para buena parte de intelectuales españoles. Incluso el filósofo asturiano afirma con humor que la gente, creer creer, cree  más en la Iglesia que en Dios: la Iglesia católica es la que ha salvado la razón en la historia de Europa. Frente al Islam, que en realidad es una herejía del Cristianismo, una herejía arriana, y frente al gnosticismo, la Iglesia mantuvo los criterios de la filosofía griega que incorporó a la teología dogmática.

Literatura y Política

Esteban Salazar y Chapela (Málaga, 1900 – Londres, 1965) fue un periodista y escritor pometedor dentro de la Generación del 27, que comenzó escribiendo en la exquisita revista malagueña Ámbito y después en revistas nacionales tan importantes como La Gaceta Literaria, la Revista de Occidente y en el mejor diario de entonces, El Sol, ideológicamente muy cambiante pero donde solían escribir muchos de los mejores escritores españoles. Allí conocí yo a Salazar Chapela. En los años posteriores a la guerra civil fue en Inglaterra, donde vivió, el auténtico novelista del exilio: Perico en Londres o Desnudo en Piccadilly son dos muestras fehacientes. Volvió a España en 1961, impelido por la nostalgia, pero no le gustó nada aquel país, donde, como tantos se sintió muy solo, y retornó al exilio, donde murió. Uno de sus artículos memorables en el diario madrileño (26 de abril de 1931), a poco de instaurarse la República , bajo la rúbrica general de Apuntes, se titulaba A buena política, mejor literatura. No viven en divorcio completo la literatura y la política, sostiene el escritor malagueño, y afirma como principio general: A buena política, mejor literatura. A mala política, peor literatura. Rememora el juicio de Heine, a quien no le sorprendía El Quijote en aquel momento histórico de España. La literatura española de los últimos diez años, según Salazar, ha sido la de un país políticamente deprimido. Pero, tras los años de la crisis de la última Restauración y de la Dictadura de Primo de Rivera, España acaba de iniciar una nueva época, acaba de recobrar el pulso. Ahora bien -termina Chapela- lo que en política es labor consciente en arte es operación espontánea. No se nacionaliza una literatura por voluntad colectiva, ni siquiera por voluntad de los propios escritores. Se nacionaliza una literatura cuando la vida nacional gana a los escritores.- La vida nacional, añado yo: el proyecto sugestivo de vida en común, en frase de Ortega, cuando lo común gana, contagia, impregna, nutre, vitaliza a los escritores, a los artistas, a todos los ciudadanos activos.

Comunidad de bienes

Fue edil, cuestor, pretor, cónsul, procónsul, pater patriae. Sigue siendo el padre de la elocuencia latina. Según Voltaire, escribió los dos libros más hermosos que se han escrito, y el más útil: De officiis (De los deberes). En ese libro, Marco Tulio Cicerón nos dice nada menos que no hay cosa alguna particular por naturaleza, sino o por antigua prescripción, como la de que en otro tiempo se entrara en tierra sin dueño, o por conquistas, como las de quienes se apoderaron de ellas por la guerra; o por leyes, pactos, condiciones o suertes… Nada hay que sea particular por naturaleza, porque sí. Si la propiedad está tan mal repartida en el mundo -el 20% posee el 80% de los recursos humanos-, es porque los hombres más fuertes y poderosos lo han querido e impuesto así. No hay nada de sacro ni fatal en ello.

Exportadores de armas

    El pasado 7 de mayo de 2008, el fotógrado y periodista Gervasio Sánchez subió a recoger uno de los premios Ortega y Gasset que otorga el diario El País, ante una nutrida y selecta asistencia y en presencia de altas autoriddaes políticas de muy varia condición. Era un hombre de la casa y en ese diario había publicado anteriormente sus mejores trabajos llevados a cabo en los infiernoas de medio mundo, sobre todo en Hispanoamérica y en Bosnia. ¿Qué pasó entonces para que su discurso fuera después condenado al ostracismo y al olvido de toda la prensa? Gervasio Sánhez pronunció un beve pero estremecedor discurso hablando de sus experiencias en medio de las guerras y sobre todo en medio de los campos mortíferos sembrados de minas. Padre de un hijo propio y de cuatro hijos adoptivos, víctimas de las minas antipersonas, entre ellas una niña colombiana ciega, sus palabras eran cuchillos afilados que abrían las carnes de la emoción provisional, de la voluntad cansada y de la cómoda razón de la mayoría de sus oyentes. Pero todo hubiera sido muy hermoso y muy gratificante, si el avezado y concienzudo fotógrafo y periodista Sánchez no hubiera dicho estas últimas palabras: Es verdad que todos los gobiernos españoles, desde el inicio de la transición, encabezados por los presidentes (aqui los nombres de los cuatro) permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterrior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabricamos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas. Pero, como Martín Luther King, me quiero negar a creer que el banco de  la justicia está en quiebra, y, como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte. Muchas gracias.– Está visto que aquí cualquiera puede ser, con el aplauso de todos, un profeta, un héroe, un martir lejano, bien visto de lejos por todos, pero ay de él si sus voces proféticas, sus heroicidades, sus testimonios al límite ponen en peligro algunos de nuestros intereses. Entonces, que no espere nadie siquiera el mínimo reconoccimiento.- PD. Supongo que el ejemplo de Sánchez, que nos envía ahora este texto y unas fotos espeluznantes, que soy incapaz de contemplar, habrá sido uno de los que más han movido al Gobierno español a deshacerse de las bombas de racimo, que simbólicamente destruyó hace unas semanas la ministra de Defensa. Enhorabuena por todo, Gervasio.

Antiteos y antieclesiales

    Personas más penetrantes y prácticas que yo, aunque acaso con menos sentido del humor, me muestran que la propaganda ateista que se organiza en Barcelona, más que atea o antitea, es en realidad una campaña antieclesial. A Dios le asignan valores negativos (Probablemente Dios no exista: Deja de preocuparte y disfruta de la vida), como si fuera un ser repugnante y coercitivo: un Dios intolerante, agresivo, amenazador, el Dios peor concebido por el hombre y buscado entre los monstruos archivados en los diferentes períodos de la historia. Pero contra quien cargan, como era de temer, es contra la Iglesia Católica, que la tienen más cerca y es más visible y tangible. La verdad es que, según la página web de la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL), la Iglesia es la causante de todos los subdesarrollos y horrores del ser humano y responsable de los peores desmanes de la Humanidad. Son reseñables su añoranza por la laicista Segunda República, que nos trajo el fruto amargo de la guerra civil, y su deseo de  ejercer el peor anticlericalismo que ya conocemos por nuestra propia historia, con una nueva Liga Anticlerical Española, nueva versión de la Liga Laica (laicista) de otros tiempos. Nada nuevo ni en la propuesta ni en la manera de proponerla.

Detener las matanzas

Se llame holocausto o no, la matanza de civiles en Gaza, que por cierto no es la primera, sobrepasa toda consideración, paciencia y aguante humanos. Volver, y no es tampoco nada nuevo, a la situación muy anterior al ojo por ojo y diente por diente, matando 900 personas del enemigo por 15 de las víctimas propias, es retroceder siglos de civilización. Cada día soy más decidido partidario del derecho (y del deber) de intervención por causas humanitarias, por medio de una fuerza internacional de interposición que detenga e impida todo conflicto armado en el mundo de hoy, por encima de la sagrada y caduca soberanía nacional. Ya hemos sufrido bastante la vergüenza de dos guerras mundiales en el siglo XX y las múltiples guerras locales o regionales que les siguieron: Corea, Vietnam, Irak-Irán, Grandes Lagos, Angola, etc., con cientos y hasta miles de víctimas al día, ante la indiferencia general. Son patéticos, vergonzantes, odiosos, los gestos solemnes de los políticos que se dicen hondamente preocupados por la situación, mientras sonríen y ríen en las fotos que acompañan a sus hondas preocupaciones; de los políticos que tardan una semana en reunirse, mientras mueren cada día 20 ó 30 palestinos. No seré yo quien defienda a Hamas o Hezbolá, pero el miedo y la soberbia de Israel, laborista o conservador, debe tener un límite y alguien debe imponérselo, sin risas y sin sonrisas de políticos infames.

Antiteos y unicornio

    Los ateos que a cada paso están diciendo, escribiendo e incluso anunciando en los autobuses públicos que Dios no existe o, con una cierta contención, que probablemente no existe, dan la impresión de que temen de verdad que Dios exista. Y uno llega a sospechar de si, en vez de a-teos, no serán anti-teos decididos y hasta belicosos. Yo, la verdad, que no creo en el unicornio ni siento agresividad alguna contra los que puedan creer en él, jamás gastaría un euro ni un minuto de mi vida en decir, escribir y menos todavía en anunciar en los autobuses públicos, que no existe el unicornio o, aun con toda la contención del mundo, que probablemente no existe.