Archivo por meses: marzo 2008

Viernes Santo

Conocía de sobra
Jesús de Nazaret
aquel suplicio infame
-“crudelissimum et teterrimum supplicium“-,
propio de esclavos, bandoleros y rebeldes al Imperio.

A él le toca ahora.
Insomne, maltratado, escarnecido
por la tropa del Templo.
Vejado, escupido, flagelado
por soldados vecinos  de Judea
que odian a los judíos.
Maltrecho e inestable,
incapaz de arrastrar el travesaño
hasta el cerro de la Calavera.

Desnudo hasta los huesos bien visibles,
lo tumban en tierra los verdugos,
le clavan las muñecas al madero,
y, una vez levantado,
le clavan los pies al palo vertical.

Los perros salvajes y los buitres
solían rematarlos.
Esta vez
el rey de los judíos tendrá más suerte,
por ser víspera de Fiesta.

Ya puede el Sumo Sacerdote
proseguir sus negocios y sus ritos
en el Templo.
Ya puede el señor Procurador,
Poncio Pilato,
cenar tranquilo, con las manos lavadas…
en la sangre del Justo.
Ya está el profeta exangüe,
como tantos profetas peligrosos de Israel.

Ya puede empezar la Pascua.
No hay nadie más, este año, que lo impida.

Jueves Santo

No huye el Maestro.
A sus fieles discípulos / discípulas
galileos, peregrinos con él a la Pascua,
les invita a una cena solemne
de consuelo y despedida.
Prevé su muerte próxima:
no hay tiempo que perder.

Igual que en Galilea,
la cena es anticipo del banquete hermanal
en el Reino de Dios sobre la tierra,
cuando todos beberán,
alegres y dichosos, el fruto de la vid.
El Rabbi se pone en pie,
toma el pan en sus manos,
bendicen todos al Cielo,
la bendición divina
corre en los trozos del pan
roto y repartido:
“Esto es mi cuerpo entregado por vosotros“.
Entregado hasta el final
para que todos lleguen al Reino de Dios.

Al acabar la cena, fraternal y triste,
toma el Rabbi una copa de vino,
da gracias al Cielo, y esta vez
la bebe y da a todos a beber de la misma:
Esta es la Alianza en mi sangre,vertida por todos“.

Los pobres galileos, consternados,
no olvidarán el dulce testamento.

Balaban los corderos, en vísperas pascuales,
en los patios y terrazas lunizados
de Jerusalén.

Víctima de dos poderes

    (En esta media página José Antonio Pagola resume cientos de miles de páginas de numerosos exegetas bíblicos y teólogos de toda condición, de los siglos XIX, XX y XXI, sobre la pasión y muerte de Jesús de Nazaret)

 “La razón de fondo está clara. El reino de Dios defendido por Jesús pone en cuestión al mismo tiempo todo aquel entramado de Roma y el sistema del templo. Las autoridades judías, fieles al Dios del templo, se ven obligadas a reaccionar: Jesús estorba. Invoca a Dios para defender la vida de los últimos. Caifás y los suyos lo invocan para defender los intereses del templo. Condenan a Jesús en nombre de su Dios, pero, al hacerlo, están condenando al Dios de reino, el único Dios vivo en quien cree Jesús. Lo mismo sucede con el imperio de Roma. Jesús no ve en aquel sistema defendido por Pilato un mundo organizado según el corazón de Dios. Él defiende a los más olvidados del Imperio; Pilato protege los intereses de Roma. El Dios de Jesús piensa en los últimos; los dioses del Imperio protegen la “pax romana”. No se puede, a la vez, ser amigo de Jesús y del César; no se puede servir  al Dios del reino y a los dioses estatales de Roma. Las autoridades judías y el prefecto romano se movieron para asegurar el orden y la seguridad. Sin embargo no es sólo una cuestión de política pragmática. En el fondo, Jesús es crucificado porque su actuación y su mensaje sacuden de raíz ese sistema organizado al servicio de los más poderosos del IMperio romano y de la religión del templo”.

Nadie se lavó las manos

“Pero de entre los judíos nadie se lavó las manos: ni Herodes ni ninguno de sus jueces”.

         
(Del Evangelio de Pedro,1 [Apócrifos de la Pasión y Resurrección]

El hombre que ha sufrido

“Dijo Jesús: Bienaventurado (makários) el hombre que ha sufrido:ha encontrado la vida”
               
                (Del Evangelio de Tomás, 58 [Apócrifos gnósticos de Nag Hammadi]

Domingo de ramos

No es una entrada triunfal.
El Nazareno, acusado
de amigar con prostitutas
y comer con publicanos,
de curar a los leprosos
y librar endemoniados,
no llega como el Prefecto,
montado en caballo blanco,
con jaeces y armaduras
y fulgentes legionarios.
Viene a celebrar la Pascua
con sus amigos  y hermanos,
con su madre y las mujeres,
que fieles le acompañaron,
de Galilea a Sión,
a subir al Templo santo.
Que es la Pascua de Yahvé,
que hizo de un pueblo esclavo,
aherrojado en Egipto
su pueblo privilegiado.
Los discípulos le aclaman
con hosannas de entusiasmo:
Bendito el Hijo del hombre,
el Mesías esperado,
el rey que inaugura un reino,
que no-es el de los romanos.
Unos le arrojan sus túnicas;
otros, arbustos y ramos.
Sólo unos pocos le siguen,
unos pocos entre tantos.

Es la entrada antitriunfal
de un rey montado en un asno.

Amigos

En estos días de condolencias, enhorabuenas, acompañamientos, ausencias y silencios, me vienen a la mente algunos refranes populares, que tantas veces hemos dicho, comentado y aplicado en uno u otro sentido:


-No hay mejor espejo / que el amigo viejo.

-Más vale buen amigo / que mal marido.

-Más vale un buen amigo / que pariente ni primo.

-Por la prueba / se conoce al amigo.

-Quédese pobre el rico  / y verá claro que no tenía amigos.

-Con el amigo incierto / un ojo ojo cerrado y el otro abierto.

-Amigo que no presta y cuchillo que no corta / que se pierdan poco importa.

-En cama angosta y en luengo camino /no hallarás amigos.

Viernes de Dolores

           De lejos

“Había también unas mujeres mirando desde lejos…”, Mc 15, 40.
   

Los pasos de la Pasión
María sigue de lejos.

Lejos están las mujeres
en todo acontecimiento:
en los fastos cortesanos,
en la entrada del prefecto,
en las fiestas y en los lutos,
en las ofrendas del Templo.
También durante el castigo
y la muerte de los reos.

De Getsemaní al Calvario
María mira de lejos,
entre mujeres amigas
que participan del duelo.
De cerca sufre el temor,
la angustia y el desconsuelo

y ese dolor añadido
que es el sufrir desde lejos.

Patético

Patético es el comilón que se harta de paté.

-Pedí en el restaurante chino, como postre, unos lichis, y me los sirvieron con mango. No sabía que lo tuvieran.

-Es triste ver cómo en muchos casos la ética se reduce a etiqueta y la moral a moralina.

-¿No hay más cera que la que arde? No me extraña, porque la cera que arde se consume muy pronto.

Mi comparecencia en el Parlamento

He comparecido en la Comisión de Economía y Hacienda, del Parlamento de Navarra,en medio de un denso silencio, y de un buen hacer de los parlamentarios y de los medios informativos, y he defendido la verdad de mi actuación como comisario de la Exposición, cerrada hace año y pico, Navarra:un futuro entre todos, después de año y medio de leer y oír falsedades, infamias e injurias, a las que se ha unido hace bien poco, con gran asombro por mi parte, el PSN-PSOE, en una nota vil, que resume todas las notas infamantes de la prensa independentista y afines desde octubre de 2006. No quiero convertir mi cuaderno de bitácora en plataforma demasiado personal y subjetiva (no digo subjetual) pro domo mea. Por eso no voy ni a resumir siquiera las doce páginas escritas de mi intervención, a las que he añadido varias más de viva voz. Después de responder a ciertas preguntas inocuas de algunos grupos -la verdad es que no tenían dónde morder-, he hecho un dolorido alegato final en contra de la violación impune de un derecho fundamental, recogido en la Constitución Española, el del honor, la intimidad y el buen nombre. Sin subirme al salmo 41 de la Biblia ni comentar lo que dice Freud sobre estos casos de ajuste de generaciones, he vuelto al principio popular y justiciero del no todo vale, que aqui todo el mundo proclama y luego aplica a su gusto e interés particular: “Este “no todo vale”(…) revela bien la degradación de la ética, reducida tal vez a etiqueta, y de la moral, reducida a moralina en alguna que otra ocasión solemne. No todos tenemos un precio, si tenemos dignidad, que precio no tiene. Y si alguien sostiene todavía eso, es que él no tiene dignidad!. Y al ver que nadie, en el turno de portavoces, ha tenido la valentía de pedir ni siquiera excusas -no digo ya perdón, como me pidió en su día el redactor del diario Berria, por no haber contrastado una noticia falsa, copiándola de un colega navarro-, he continuado diciendo: “Solemos decir en la vida diaria, y también en la política, que quien infama debe reparar la infamia, que quien yerra debe rectificar y que quien contamina paga. Parece mentira que seamos capaces de pedir perdón por una tos, que nos adviene molesta, y no seamos capaces de pedírselo a la víctima del delito“. He pedido volver al Parlamento, a la Comisión correspondiente, para pedir que se estudie el caso, por desgracia común, de las personas privadas, infamadas e injuriadas por actuaciones públicas y con pública repercusión, que no tienen defensa alguna por parte de nadie.Y, en fin, recordando el lema de la Exposición, he recalcado la dificultad de una empresa así de recia: en Navarra, en España, en Europa y en el mundo, que seres humanos somos ante todo. Porque muchos no quieren que el futuro se haga entre todos: “Quienes hemos dedicado parte de nuestra vida a esa noble causa, sabemos bien que por ella hemos vivido, vivimos y viviremos días malos y buenos, alegrías y dolores.¡Y algún que otro sonrojo, como éste de esta mañana en este Parlamento!. Arratsalde on. Good afternoon. Buenas tardes“.