Tolstói

El 20 de noviembre de 1910 moría León Tolstói, uno de los grandes de la literatura mundial. La noticia llega en varios periodicos españoles, mezclada, como es habitual, con algo menor y más llamativo: con la nota polémica de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que celebra sus méritos literarios pero rechaza de nuevo al heterodoxo de ideas anticristianas, a quien el Santo Sínodo excomulgó el 20 de febrero de 1901. Y, sin embargo, el autor de Guerra y Paz apareció ante el mundo como un entusiasta de Jesús de Nazaret, puesto como modelo para todos los hombres. Por ejemplo, el protagonista de su novela Resurrección, Ivanovich Nejliudov, se propone hacer suyos los sublimes preceptos del llamado Sermón del Monte, según la versión del evangelista Mateo. Pero las ideas de redención, de gracia, y hasta de divinidad del Cristo le son ajenas. Es sólo el hombre sabio que da acertados consejos para la vida. Menos cree en la Iglesia, a la que un día perteneció: de la indignidad de los cristianos deduce la indignidad del cristianismo como cristiandad organizada. Por eso prefiere quedarse con un cristianismo reducido, jesuista más que cristiano.- Pero sigue siendo uno de los grandes de la literatura mundial.