Patrono de Pamplona

Según la llamada Passio Saturnini (Pasión de Saturnino) -diminutivo de Saturno, padre de Júpiter, en griego, Cronos (Tiempo)-, se dirigió Saturnino a Toulouse (Tolosa de las Galias), bajo los  cónsules Decio y Grato, en el año 250 de nuestra Era. Fue martirizado en el curso de una revuelta popular durante la persecución de Decio.  Así de escueta y realista es la Passio. Las revanchas, los odios y las denuncias que llevaban a los cristianos al martirio solían darse en este tipo de conflictos o revueltas populares, por envidias, celos, miedos o intereses varios. Dos siglos después, cuando ya la memoria y el culto -la mejor prueba del martirio- de Saturnino estaban ya asentados en Tolosa, un clérigo de esa ciudad compuso un panegírico, a la manera de nuestro Prudencio, sólo que ahora en prosa, que es la única historia de su vida y que tiene todos los visos de autenticidad.. Allí aparece el santo como el primer obispo de Tolosa y sólo de Tolosa. Es el primer obispo galo mencionado en la documentación después del mártir Irineo, obispo de Lyon. En el siglo VI nació una leyenda disparatada, que une a Saturnino con Pamplona.- Lo más probable es que el culto de san Saturnino mártir nos llegara en el siglo V, por Tarragona y Zaragoza, o por los Pirineos, a través de mercaderes, soldados u otro tipo de viajantes. ¿Y qué más da que no estuviera nunca en Pamplona? Aqui, como en todas las diócesis cristianas, copiadas de las civiles romanas, hubo un primer obispo. No sabemos quién fue ni cómo se llamó. Ese es el Patrono que celebramos hoy. Pongamos que se llamó Saturnino.