Pastor con ovejas

 

   La niebla húmeda del invierno empuja y acosa, como un perro pastor celoso, al pastor de Aldatz y a su rebaño.

Ya en tiempos homéricos, el austro y el bóreas (bochorno y cierzo) derramaban la niebla:

         para los pastores nada grata, para los ladrones mejor que la noche.

Las ovejas, una contra otra, avanzan por el oscuro y secular camino de instinto, rebañeras y rebañadoras.

Luego, en elprado cercado, como éste de Aldatz (Larraun) pastarán apacibles, pastueñas y pastoronas.