Optimismo

Uno de los títulos de EP digital de ayer rezaba: “Una gran mayoría de vascos ve con oprtimismo el proceso de paz“. Se publica esto, cuando acaba de robar ETA cientos de pistolas, cuando los terroristas callejeros acaban de intentar quemar a dos policías municipales en Bilbao, cuando se dan cifras escalofriantes de las últimas extorsiones económicas de la banda, cuando arrecia la campaña contra los jueces independientes, y cuando hasta el Gobierno de la Nación se ha decidido, en medio de múltiples contradiciones, a congelar lo que apenas si se atreve a llamar proceso de paz: un verdadero proceso de autodeterminación por parte de independentistas, confederalistas, soberanistas vascos, y miembros todos del Gobierno de Euskadi. ¿Qué es eso de ver con optimismo? ¿Qué ven con optimismo? ¿La paz? ¿Qué paz? ¿El fin del terrorismo? ¿Las mesas de negociación? ¿La liberación de los presos políticos vascos? ¿La autodeterminación? ¿La soberanía?¿La independencia? La noticia, como se ve, no es nada. No es noticia siquiera. Pura propaganda. La clave está en la palabra optimismo. Lo que me extraña más es que se mencione sólo a los vascos, y no a las vascas.