¿No habla la Iglesia en España?

  • Se quejan algunos responsables de publicaciones religiosas  -algunos de las pocas que hay- de que la Iglesia en España siga callada sobre la crisis económica, que no publique un documento ni diga una palabra que aliente la acción de los católicos. Pero al mismo tiempo dedican sus revistas amplios espacios a la labor de Cáritas y hacen hablar a  ciertos  heroes anónimos que trabajan en ella. Algunos obispos responden que ellos no son expertos en estas cuestiones, que no tienen especial autoridad ni misión para hacerlo. Y, sin entrar en esta disputa, que se nos antoja lejana, nos vamos enterando de muchas voces eclesiales de católicos activos, que no paran de hacer y a veces hablan de lo que hacen, que es lo que importa. Por ejemplo, hace unos días el secretariado de Marginación de la archidiócesis de Barcelona pedía, como lo había hecho Cáritas algo antes, que los bancos pusieran a disposición de las familias necesitadas los pisos que tienen inmovilzados en sus balances. Recientemente también una plataforma de entidades cristianas denunciaba la exlcusión de los inmigrantes del acceso a la tarjeta sanitara. Justicia y Paz no cesa de hablar. Y así podríamos seguir mucho rato. Interesante me ha parecido la presencia del cardenal de Barcelona, del arzobispo de Tarragona y del obispo de Gerona, acompañando a los directivos de Cáritas  catalana en la presentación del informe anual y valorando al mismo tiempo la implicación de las comunidades cristianas ante la crisis. Viendo este ejemplo ejemplar, me pregunto si en el futuro las cosas no debieran ser así. Primero los hechos y luego las palabras. Primero, el pueblo de Dios y con él los obispos. Y me pregunto también si el magisterio oficial de la Iglesia no debiera consistir más que en un fajo de documentos sabios e ilegibles, escritos sobre mil  temas, en una selección de prácticas magisteriales, acompañadas de palabras iluminadoras. Palabras que, sin la luz de los hechos, son pura palabrería.