Lolitas

Que un escritor provecto como Sánchez Dragó vaya por el mundo alardeando de todo tipo de excentricidades, cuando no aberraciones, incluso de su fijación por lolitas japonesas y no japonesas, como aparece en su último libro, mientras conduce un programa en una  televisión pública, indica bien el índice de degradación moral a que hemos llegado en este país, con la colaboración muy activa de algunos llamados intelectuales, y no sólo políticos.

Lolitas

Que un escritor provecto como Sánchez Dragó vaya por el mundo alardeando de todo tipo de excentricidades, cuando no aberraciones, incluso de su fijación por lolitas japonesas y no japonesas, como aparece en su último libro, mientras conduce un programa en una  televisión pública, indica bien el índice de degradación moral a que hemos llegado en este país, con la colaboración muy activa de algunos llamados intelectuales, y no sólo políticos.