La sentencia

 

       La rebelión no consumada y la la violencia no suficiente son dos figuras jurídicas que impiden hablar, jurídicamente haablando, de rebelión. Pero políticamente (es decir, realmente) no dejan de ser rebelión y rebelión violenta, lo que tampoco niega la sentencia.

Atacar de continuo y con todos los medios posible al rey, a la Constitución, a las Cortes, al Gobierno español; desobedecer todas las leyes y sentencias; aprobar una serie de leyes para la constitución de un nuevo Estado, y proclamar la independencia de una Comunidad… todo eso, en conjunto, es un golpe –cuando no varios- de Estado, contra el Estado, la Nación y la Constitución.

No es menester que todo golpe sea a golpe de ametralladora y de cañón.