La lógica fundamental de la reforma

El catedrático de la Universiodad Pública de Navarra, Emilio Huerta Arriba, ha sintetizado bien como pocos, en un artículo publicado en DN, lo que él llama la lógica fundamental de la reforma laboral: que la flexibilidad, derivada de la mayor capacidad de dirección, puede sustituir al ajuste centrado en el despido, que es el que ha prevalecido hasta ahora. Muchos no quieren reconocer ni siquiera esa posiblidad. Otros muchos la dan por ya llevada a cabo o a punto de llevarse. Extremos que no se tocan ni se complementan. Para que esa posibilidad se convierta en realidad, el autor requiere en esa mayor capacidad de dirección: 1) una mayor transparencia e información hacia colectivos distintos de los accionistas;  2) una mayor participación y compromiso colectivo, que sustituyan a la desconsideración -en muchos casos tradicional- hacia el capital humano,  así como a la jerarquía y al control hipertrofiados; 3)  y, frente a soluciones sencillas y traumáticas como el despido, un mayor y mejor liderazgo, diálogo y asunción de riesgos.- ¿El modelo sigue siendo Alemania? Pues miremos para allá e imitemos, por ejemplo, los consejos de vigilancia de las empresas grandes y medianas. Toda posibilidad lleva consigo unas inseparables condiciones.