La Iglesia en Vizcaya

La diócesis de Bilbao, muy  joven todavía, es pionera en el ámbito de la comunicación y en el de la juventud. Ahora mismo ha dado un paso más hacia la transparencia, la responsabilidad, la veracidad y la coherencia, propósitos que lleva en su nuevo Plan de Evangelización, con su obispo al frente, encargando a la empresa Ikerfeld un estudio sociológico para analizar la percepción que de la Iglesia tiene la ciudadanía y los voluntarios que colaboran con ella. Un 54% de los mil y picos encuestados por teléfono se consideran católicos -porcentaje, por cierto, coincidente con el de los hispanos en los Estados Unidos de América-, y un 30% ateos, agnósticos o no creyentes. La falta de valores en nuestra sociedad, según los encuestados, está en el trasfonddo de la actual crisis social, y la carga de la responsabilidad la distribuyen ellos mismos entre la escuela (27%), la Iglesia (21%) y la familia (16%). Las comunidades eclesiales tienen mejor valoración que la Iglesia institucional: así, de la diocesis de Bilbao se destaca su labor social muy por encima de las demás. En cuanto a la contribución económica a la Iglesia, sólo la mitad de los católicos que hacen la declaración de la renta marcan la casilla correspondiente a ella (73%, los católicos practicantes; 29%, los no practicantes); éstos últimos tienden a marcar la casilla de otros fines sociales. – De nada sirve comparar ahora esta iglesia con la de tiempos de hombres públicos confesionales, como Sabino Arana, José María de Urquijo o José Antonio Aguirre. Una de las prioridades dentro del catálogo presentado al Consejo pastoral de la diócesis dice: Intensificar el compromiso ante las dificultades actuales y los problemas de la gente de hoy. Primero, pues, conocer para actuar; después, actuar ante lo que hay. Me parece ejemplar.