El Quijote de Boadella

Ya no estamos, como en algunas de las obras anteriores de Els Joglars, ante el remedo hilarante y provocador de una realidad política cercana, sino, dentro del inmenso marco humanista de la novela cervantina, ante una recreación parcial y divertida, en traducción vocabular y concepción postmoderna, de algunos capitales temas quijotescos. Los grandes instintos, las grandes pasiones, los grandes impulsos individuales y colectivos, entre el humor, la crítica, la parodia y la mirada compasiva. Caballeros o fontaneros, Manhattan o La Mancha, mujeres o varones, qué más da. Sobre la, a veces frágil, textura de En un lugar de Manhattan, cuán grande capacidad de dicción, de acción, de presentación, de juego, de movimiento. Qué acierto la sorpresa de las piezas musicales. Qué puro teatro. Y qué deleitosa armonía del español-castellano junto al español-catalán, el español-argentino, el español-norteamericano y el español-cubano, a la hora de celebrar, también de esta manera, al primer genio de nuestra literatura universal!