Subdesarrollo mundial

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) acaba de publicar su informe anual sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH), en el que se analizan las variables de ingreso económico, esperanza de vida y acceso a la educación y a los servicios de salud. Pocas variaciones en lista de los mejores y los peores: Noruega, Islandia, Australia…, los primeros de los primeros, y Níger, Sierra leona, Mali…, los primeros de los segundos. Con España en el número 19, dos puntos por delante en relación al año pasado. Y, aunque la pobreza extrema se ha reducido de un 28% a un 21% en los últimos 15 años, 1.000 millones de seres humanos viven con lo equivalente a un dólar al día y 1.500 millones con lo equivalente a dos dólares. Y los ingresos de las 500 personas más ricas superan los de 416 millones de las más pobres. Unas estadísticas que dan escalofrío mental pero que suelen dejarnos como antes. Otro dato alarmante: la esperanza de vida en el África subsahariana es inferior a la de hace 30 años, debido sobre todo a la plaga del sida, que deja allí la edad media en 46 años. Mientras tanto, los países más ricos del mundo gastan al menos cuatro veces más en armamento que en ayuda humanitaria. En Estados Unidos ese gasto es 25 veces superior. Y cinco veces en España, Canadá y Alemania. Sin perderme en demagogias ni en lugares comunes, este mapa del subdesarrollo actual bien podría colgar de nuestra mente mientras pensamos, hablamos y escribimos de cosas mucho menos graves, por muy necesarias y apasionantes que nos parezcan.