¿Crueldad de la historia?

 

Leyendo el primero de esos cuatro tomos, me encuentro con el Informe de Ramón Molina Nieto sobre la actuación de cardenal Segura, que el nuncio Tedeschini envía el 8 de septiembre de 1931 al secretario de Estado Vaticano, cardenal Pacelli. Molina Nieto era un culto y piadoso canónigo de Toledo, cercano al cardenal, y, con su anuencia, diputado a Cortes Constituyentes, inscrito en el grupo agrario, en el que estaba también José María Gil Robles y varios sacerdotes de distintas diócesis. Tras escucharle un dia Tedeschini lo que le contaba Molina sobre su arzobispo y cardenal primado, le pidió que lo pusiera por escrito. Aunque al principio el diputado se esquivó, por las complicaciones que podía traerle, al fin lo hizo, pero sin poner su firma en el escrito, y el nuncio, pronto y sin mandárselo nadie, lo envió a Roma. Se trata, sintetiza el nuncio, de un informe sobre il disgoverno che quella povera Chiesa sta soffrendo por colpa del funestissimo Cardinale, y que prueba cómo Segura es el arzobispo  más desastroso que haya tenido Toledo y el hombre más nefasto que para su desgracia haya tenido la Iglesia de  España. Lo resumo: a)  Por lo que hace y el modo de hacerlo. Cúmulo de proyectos y de obras sin tiempo ni espacio para madurarlos, todo atropellado. Novedades cuanto más explosivas y de ruido, mejor. Una serie inacabable de asambleas y congresos, aunque la asistencia sea mínima. Maestros y guardias civiles, obligados a asistir, fatigados y aborrecidos. ¿Y si ellos citasen todos los días al cardenal para sus cosas? Pero el cardenal se servía de la  gente menuda de los asilos, colegios de huérfanos, doncellas nobles, ursulinas… para rellenar las filas de cualquier acto. Amigo de procesiones y de veladas, de nuevas devociones, de monumentos al Corazón de Jesús, aunque tuviera a dos pasos el de Getafe, eso sí, con los seguros elogios desmedidos del diario arzobispal puesto a su servicio; b) Desastroso por lo que no hace. Aparte del abandono de los asuntos ordinarios de Curia, no aprovechó la privanza del rey ni la del dictador, de los que fue buen amigo, para preparar el futuro; al contrario, autorizó que su periódico integrista, El Siglo Futuro, combatiera con frecuencia al diario católico El Debate y a sus simpatizantes, dividiendo así de continuo a los fieles.  En la Acción Católica y Social nada se hizo; hoy están más desorganizadas que nunca y sus elementos desorientados e inutilizados; en estos campos su actuación y no actuación no han podido ser más funestas; c) Desastroso por lo que no deja hacer. Absorbente llama Molina Nieto a su prelado,  aun con todas las apariencias de humildad. Su criterio ha de ser el único; su procedimiento, el mejor; ambos, exclusivos. Nadie intente lo contrario, y nadie lo ha intentado. Cuenta después la desgraciada y soez campaña del diario arzobispal, El Castellano, contra un alcalde católico e hijo de Toledo y contra algunos caballeros católicos de la ciudad. El escándalo fue grande y el pueblo se amotinó y fue a quemar, una tarde, el periódico dentro del palacio episcopal. Según el canónigo toledano, las elecciones municipales de abril de 1931, que dieron un triunfo inesperado a la República, fueron una demostración contra el cardenal y su periódico. Y termina la relación: Sentimos todos en el corazón el destierro (del cardenal). ¿Un movimiento espontáneo, fuerte, nuevo en favor suyo? Desgraciadamente no le conozco.- No he hecho más que extractar casi a la letra los términos de la relación. Aquel cardenal primado de España, que lo era todo en los últimos años de la Dictadura; que apareció, en mayo y junio de 1931, como mártir de la fe y de la valentía cristiana tras su destierro -injusto de todos modos- impuesto por el furibundo ministro republicano y católico, Miguel Maura, queda aquí reducido a la ruina, y por boca de uno de los suyos. Cuántos casos así, en la historia de cardenales, papas, reyes, ministros, hombres públicos de toda clase y condición… ¡Cuántas relaciones semejantes a ésta se estarán escribiendo ahora mismo en cualquier parte del mundo! ¿Es así de cruel la historia? Muchas veces sí. Pero suele ser así de cruel la realidad.