¿Cataluña independiente? (IV) El principio de auto-de-terminación

Tomo el térmimo, entre ingenioso y veraz, de la conocida obra de Jon Joaristi. Porque eso es el dichoso derecho a decidir, un hábil eufemismo para significar el derecho de auto-de-terminación. Habitualmente no se explica por qué no es válido ni licito ese llamado derecho. Porque es es el verdadero principio de destrucción de cualquier Estado, la creación más importante del hombre moderno, que viene ya desde el siglo XIV. Admitir el derecho a la autodeterminación -lo que quiere decir: en cualquier momento y en cualquier lugar- es admitir la destruccion de ese Estado -que no es un noviazgo, ni siquiera un matrimonio, una amistad o una simple empresa- a manos de cualquier capricho, veleidad o apetencia de cualquier clase. Por eso no existe en parte algna del mundo. Ni lo admite la ONU salvo en casos de dependencia colonial, conquista u opresión intolerable: Por cierto, si como afirman algunos independentistas interesados, la ONU admitiera ese derecho, no existiría la ONU. Sólo el régimen soviético de Lenin-Stalin, y por razones demagógicas de política interior, lo admitió teóricamente, cuando para impedirlo, siempre que lo quisieran, tenían el partido y el ejército a su servicio.